El presunto autor del crimen en las Tres Mil Viviendas de Sevilla se entrega por miedo a represalias del clan de la víctima

La presión vecinal y las amenazas a su entorno habrían precipitado su decisión

Actualizado:
Acceso a las Tres Mil Viviendas y la Policía Nacional.
Policía Nacional en las Tres Mil Viviendas.

Menos de 48 horas después del crimen que conmocionó a la barriada de las Tres Mil Viviendas, en el Polígono Sur de Sevilla, un joven de unos veinte años se ha entregado este miércoles por la tarde en dependencias de la Policía Nacional como presunto autor del apuñalamiento que acabó con la vida de un hombre en la madrugada del pasado martes.

La entrega no ha sido fruto de una operación policial, sino una decisión motivada, según fuentes de la investigación, por el miedo a represalias por parte del entorno de la víctima, que pertenecía al conocido clan de los Caracoleños.

Un crimen en plena calle de las Tres Mil Viviendas

Los hechos ocurrieron sobre las dos de la madrugada del martes 3 de junio, cuando una llamada a los servicios de emergencias alertó de la presencia de un hombre gravemente herido y ensangrentado en plena calle, concretamente en la calle Cántico, junto a unos antiguos locales comerciales. Hasta el lugar se desplazaron efectivos de la Policía Nacional, Policía Local y una unidad médica del 061.

La víctima fue trasladada de urgencia por particulares hasta el hospital Virgen del Rocío, donde ingresó en estado crítico. Pese a los esfuerzos del personal sanitario, falleció horas más tarde a causa de las heridas provocadas por arma blanca. Según confirmó el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, el fallecido tenía 32 años y contaba con antecedentes penales, además de estar relacionado con entornos conflictivos marcados por la delincuencia y el consumo de drogas.

Una venganza que amenaza con más violencia entre clanes

Desde el momento del crimen, la tensión comenzó a crecer en la zona. La víctima estaba vinculada al clan de los Caracoleños, uno de los grupos familiares con más peso dentro del entramado vecinal del Polígono Sur. Al conocerse la identidad del presunto agresor, varios miembros del clan se habrían dirigido directamente a los familiares del sospechoso, exigiendo su entrega inmediata, y lo habrían hecho, según fuentes policiales, con amenazas de muerte.

Estas presiones, constantes desde el mismo martes por la mañana, colocaron al entorno del joven en una situación de extremo riesgo. El miedo a que la situación derivara en una espiral de violencia obligó al propio presunto autor a presentarse voluntariamente en una comisaría de la Policía Nacional, acompañado por allegados. Según fuentes próximas al caso, el joven habría manifestado que su vida, y la de sus seres cercanos, estaba en peligro si no se entregaba.

En su primera declaración ante los agentes, el detenido habría reconocido haber estado implicado en la reyerta, aunque alegó haber actuado en defensa propia. Esta versión coincide con algunos rumores que circulan por el barrio, donde se sostiene que el enfrentamiento se originó en un intento de robo o ajuste de cuentas, y que el joven habría reaccionado para protegerse de una agresión previa por parte del fallecido.

No obstante, esta confesión inicial no implica necesariamente el cierre de la investigación. La Policía Nacional continúa con las diligencias, y no se descarta que haya más personas implicadas en los hechos, ya sea por su participación directa en la pelea o por encubrimiento posterior. Los investigadores trabajan con la hipótesis de que el suceso no fue un acto aislado, sino el resultado de un conflicto latente, posiblemente vinculado a disputas por drogas o pequeños robos.

Refuerzo policial y temor a represalias

A lo largo del miércoles, el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, confirmó el refuerzo de la presencia policial en el Polígono Sur, una zona que históricamente ha estado marcada por altos índices de marginalidad, desempleo y criminalidad. «Se ha desplegado una especial vigilancia para evitar nuevos incidentes relacionados con este crimen», declaró, sin ofrecer más detalles sobre el operativo.

Vecinos del barrio aseguran que el ambiente en las Tres Mil Viviendas se ha vuelto especialmente tenso desde que se conoció la identidad del fallecido y se difundieron los rumores sobre quién podría haber estado detrás de su muerte. Las autoridades temen que se produzcan represalias, en forma de enfrentamientos o ataques a familiares del presunto autor, algo que ya ha ocurrido en el pasado en conflictos similares entre clanes o familias enfrentadas.

En barrios como las Tres Mil, donde a menudo rige una ley del silencio no escrita y donde muchos delitos quedan sin resolver por falta de colaboración vecinal, resulta especialmente significativo que el presunto autor se haya presentado de forma voluntaria. No fue la presión policial la que lo llevó a hacerlo, sino la amenaza real de que se produjera una escalada violenta. La entrega es también una muestra del deteriorado tejido social en el Polígono Sur, donde las disputas personales o entre familias siguen resolviéndose, en demasiadas ocasiones, al margen de la ley.

El Polígono Sur, del que forma parte la barriada de las Tres Mil Viviendas, es uno de los puntos más desfavorecidos de toda Europa, según diversos informes sociales. La pobreza, la falta de oportunidades laborales, la exclusión educativa y la presencia constante del narcotráfico convierten a esta zona en un caldo de cultivo para los conflictos violentos. Las autoridades locales y autonómicas han puesto en marcha diferentes planes de intervención social, pero los resultados siguen siendo limitados y lentos.

Mientras tanto, el barrio permanece en vilo. El joven detenido está a la espera de pasar a disposición judicial, y su declaración ante el juez será clave para determinar el rumbo de la investigación. La Policía sigue recabando pruebas, buscando testigos y reconstruyendo lo ocurrido en la madrugada del martes. El objetivo es aclarar no solo la autoría material del crimen, sino también el contexto que lo motivó y si hubo más implicados.