El nuevo hallazgo de restos humanos en Isla Mayor intensifica la investigación de la Guardia Civil

Actualizado:
Huesos flotando en un río junto a la orilla.
Huesos en el río. (La imagen no pertenece al caso descrito).

La tranquilidad habitual del municipio sevillano de Isla Mayor se ha visto nuevamente alterada por el hallazgo de restos humanos en un canal próximo al río Guadalquivir. Ayer por la tarde, apenas unos días después de que unos regantes encontrasen un fémur, una pelvis y una parte de columna vertebral flotando en esas aguas, la Guardia Civil ha localizado más fragmentos óseos en el mismo lugar. Todo apunta a que podrían pertenecer a la misma persona, aunque esta hipótesis aún debe ser verificada por los expertos forenses.

El primer descubrimiento se produjo en la tarde del pasado domingo, cuando varios trabajadores del campo que realizaban labores de riego alertaron a las autoridades tras ver lo que parecía un hueso humano flotando en el agua. La rápida intervención de la Guardia Civil permitió recuperar no solo un fémur, sino también una pelvis y un segmento de columna vertebral. Los restos fueron enviados inmediatamente al Instituto de Medicina Legal de Sevilla, donde están siendo analizados.

Una investigación compleja de la Guardia Civil

Según los primeros informes forenses, los huesos hallados pertenecen a un varón de gran complexión física. Aunque no se han encontrado signos evidentes de violencia en los restos recuperados hasta el momento, el estado de descomposición impide sacar conclusiones definitivas. La Guardia Civil ha abierto una investigación para tratar de esclarecer la identidad del fallecido y determinar cómo llegaron los restos hasta el canal.

Identificar al individuo no será una tarea sencilla. Los forenses deberán extraer ADN de los fragmentos óseos, un proceso que puede tardar semanas. Una vez obtenido el perfil genético, será cotejado con las bases de datos de cadáveres sin identificar y de personas desaparecidas en todo el país. Solo así se podrá arrojar luz sobre este inquietante caso que mantiene en vilo a los habitantes de la comarca.

La posible ruta de los restos en el Guadalquivir

Una de las líneas principales de investigación apunta a que los huesos podrían haber sido arrastrados por la corriente del río Guadalquivir, que comunica directamente con el canal en el que se han producido ambos hallazgos. Esta conexión hídrica sugiere que el origen de los restos podría encontrarse varios kilómetros río arriba, lo que complica aún más la localización del lugar en el que pudo haber fallecido la persona.

La zona en cuestión es de difícil acceso y presenta una amplia red de canales y brazos del río, muchos de ellos utilizados por agricultores para el riego de sus cultivos. Esta circunstancia obliga a los investigadores a extender su búsqueda a una zona geográficamente amplia y de difícil rastreo.

El hallazgo ha generado preocupación entre los vecinos de Isla Mayor, una localidad agrícola donde este tipo de sucesos no son frecuentes. Algunos residentes expresaron su inquietud por la posibilidad de que se trate de un crimen, aunque las autoridades han pedido prudencia hasta que se esclarezcan los hechos. «Aquí nunca pasa nada, y ahora esto nos tiene a todos nerviosos», comentaba ayer una vecina que vive cerca del canal.

Las próximas semanas serán clave para la investigación. Además de las pruebas genéticas, los forenses deberán analizar minuciosamente cada hueso recuperado en busca de fracturas, cortes u otros indicios que puedan ofrecer pistas sobre la causa de la muerte. También se consultarán las denuncias de desaparición interpuestas en la región en los últimos meses, por si alguna pudiera guardar relación con el caso.