El hashtag viral de la Feria #PapaGorda25 puede llevar, en caso de denuncia, a multas de hasta 10.000 euros

Las consecuencias legales no son menores, y se agravan si las imágenes se captan en casetas privadas o si aparecen menores de edad

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Dos chicas vestidas de gitana frente a unas casetas en la Feria de Sevilla.
La Feria de Sevilla ha comenzado.

La Feria de Abril ha dado el pistoletazo de salida y, con ella, vuelve a escena uno de los hashtags más virales y polémicos de las redes sociales: #PapaGorda25. Año tras año, esta etiqueta se populariza con imágenes y vídeos de jóvenes tambaleándose por el Real, flamencas dormidas sobre postes y escenas que retratan los excesos etílicos de la fiesta. Lo que muchos ignoran es que compartir este tipo de contenidos sin permiso puede derivar en sanciones económicas que parten de los 10.000 euros.

Las consecuencias legales no son menores, y se agravan si las imágenes se captan en casetas privadas o si aparecen menores de edad. Según el especialista en protección de datos y gestor de la cuenta @Dataguardianes, Daniel Fernández, la creencia generalizada de que grabar en la vía pública es impune es completamente errónea: “Que alguien esté en la calle no te da derecho a usar su imagen sin permiso”.

El consentimiento, en este contexto, lo es todo. Publicar una imagen en una cuenta abierta de redes sociales sin el permiso del retratado convierte al autor en responsable del uso de esos datos. Si, además, se hace bajo un hashtag como #PapaGorda25 con la clara intención de viralizar, las implicaciones legales pueden ser aún mayores.

El precio de una broma viral

Las víctimas principales de estos contenidos son, por supuesto, los protagonistas. Muchos de ellos jóvenes que no solo se exponen públicamente, sino que pueden ver comprometido su futuro académico o profesional. María Jesús López, cofundadora de la startup sevillana Youforgetme, advierte: “El 87% de los reclutadores revisan la huella digital antes de contactar a un candidato”. Este tipo de publicaciones pueden echar por tierra oportunidades laborales o el acceso a universidades privadas.

López insiste en que se vulneran derechos fundamentales como el honor, la intimidad y la propia imagen. La viralización de #PapaGorda25, que ya acumulaba más de tres millones de impactos antes de empezar la Feria, es solo un ejemplo de cómo la cultura del contenido inmediato puede atropellar la privacidad de las personas. Y esto ocurre no solo en ferias, sino también en conciertos, festivales o cualquier noche de fiesta.

Likes y #papagorda

Youforgetme ha lanzado este año el taller «Mi huella digital», con el que han llegado ya a más de 200 centros educativos en toda España. Su objetivo: sensibilizar a niños y adolescentes, desde primaria hasta secundaria, sobre los riesgos de grabar y difundir imágenes sin consentimiento. “No saben que es un delito”, subraya López.

Además, la startup ofrece asesoramiento personalizado a quienes deseen borrar contenido en el que aparecen sin autorización. A través de tecnologías de búsqueda biométrica —basadas en las facciones del rostro—, los usuarios pueden localizar vídeos o fotos comprometedoras. La plataforma les permite solicitar el borrado y su equipo se encarga de gestionar directamente con las redes sociales, que muchas veces imponen procesos complejos y poco accesibles.

¿El humor justifica la exposición?

Lo que comienza como una simple broma o una publicación anecdótica puede tener consecuencias reales y duraderas. En un entorno donde lo viral se premia con likes y seguidores, el respeto por la imagen ajena queda frecuentemente relegado. Sin embargo, el marco legal y los riesgos personales deberían servir de freno.

En palabras de Daniel Fernández: “Subir contenido bajo el hashtag #PapaGorda no es una acción inocente; es una decisión premeditada de viralizar, y eso conlleva responsabilidad”.

La Feria de Abril es una celebración para disfrutar. Pero capturar y compartir la caída de otro, sin su permiso, puede salir mucho más caro de lo que parece.