Una nueva operación contra el narcotráfico en el río Guadalquivir ha acabado con un violento choque entre dos narcolanchas que trataban de huir de la Guardia Civil. El accidente, ocurrido a la altura de Coria del Río, en Sevilla, dejó al menos un herido, mientras que varios tripulantes cayeron al agua y están siendo buscados por los equipos de rescate.
Según fuentes de la Guardia Civil, la persecución comenzó cuando una patrullera del Servicio Marítimo detectó la presencia de varias embarcaciones sospechosas en el cauce del río. Al intentar interceptarlas, las lanchas emprendieron la fuga a gran velocidad, hasta que dos de ellas colisionaron entre sí. Uno de los ocupantes resultó herido en el impacto y fue trasladado de urgencia a Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), desde donde fue derivado a un centro hospitalario.
Mientras tanto, varios tripulantes que viajaban en las narcolanchas fueron arrojados al agua y, hasta el momento, se desconoce su paradero. Las tareas de búsqueda continúan, con la participación de un helicóptero de la Guardia Civil y equipos especializados en rescate fluvial.
Un corredor para el tráfico de drogas
El suceso se enmarca en un contexto de creciente actividad del narcotráfico en el Guadalquivir, que en los últimos meses se ha convertido en una auténtica “autopista” para el transporte de droga entre el Atlántico y el interior de Andalucía. Las mafias, que operaban tradicionalmente en el Estrecho de Gibraltar, han trasladado parte de su actividad al cauce del río, aprovechando sus más de 600 kilómetros de recorrido y su conexión con el puerto de Sevilla.
Este fenómeno ha generado un aumento significativo de las intervenciones policiales en la zona. En los últimos meses, las autoridades han interceptado múltiples embarcaciones cargadas de fardos de hachís y han protagonizado persecuciones similares a la de este martes. Uno de los incidentes más recientes ocurrió en febrero, cuando una narcolancha fue localizada abandonada en la dársena de Sevilla, con evidentes signos de haber sido utilizada para el transporte de estupefacientes.
Las operaciones en el Guadalquivir han dejado además imágenes impactantes, como la aparición de lanchas varadas en las orillas del río o abandonadas en plena ciudad, como sucedió en el barrio de Triana el pasado diciembre. La situación ha llevado a las fuerzas de seguridad a reforzar su presencia en la zona, en un intento por frenar la actividad de las organizaciones criminales que han encontrado en el río un nuevo punto estratégico para el tráfico de drogas.
Una lucha que trasciende fronteras
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha reiterado que la lucha contra el narcotráfico en Andalucía es una prioridad para el Gobierno y un tema de estudio en toda Europa. La presión policial en el Estrecho ha obligado a los traficantes a diversificar sus rutas, y el Guadalquivir se ha convertido en uno de los puntos más críticos.
Las autoridades insisten en que el control del río es clave para evitar que las mafias continúen utilizando esta vía fluvial como ruta de transporte de drogas. Mientras tanto, los operativos de vigilancia se mantienen activos, con patrullas terrestres, marítimas y aéreas trabajando para frenar esta actividad ilícita.
El choque entre las dos narcolanchas de este martes es solo un episodio más en una batalla que, lejos de disminuir, parece recrudecerse con el paso de los meses.