Médico y enfermera en una consulta.
Médico en una consulta.

El drama oculto tras los fallos de las mamografías del SAS: mujeres sin diagnóstico y una posible avalancha de demandas

La Asociación Amama prepara demandas contra el SAS por los fallos en el cribado de cáncer de mama en Andalucía

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La Asociación de Mujeres Afectadas por Cáncer de Mama (Amama) comienza el proceso legal contra el Servicio Andaluz de Salud (SAS) por los fallos en el programa de detección precoz del cáncer de mama, una situación que ha afectado a decenas de mujeres en distintas provincias andaluzas.

La organización ha comenzado a recopilar la documentación médica y administrativa necesaria para evaluar “caso a caso” las posibles reclamaciones judiciales.

El anuncio se produjo tras una reunión celebrada en la sede de Amama, en Sevilla, donde participaron una treintena de mujeres acompañadas por el abogado Manuel Jiménez Soto, representante legal de la asociación.

Según explicó el letrado, cada expediente será analizado de forma individual antes de decidir si se interponen demandas colectivas o individuales, con el objetivo de garantizar que ninguna afectada quede fuera del proceso.

Jiménez Soto ha señalado que las acciones podrían incluir vías penales, especialmente si se acredita que los retrasos o errores en las pruebas diagnósticas han derivado en consecuencias graves, como lesiones o fallecimientos.

“Si se demuestra negligencia con resultados fatales, no descartamos acudir a la justicia penal”, indicó el abogado, quien recordó que la prioridad es “hacer justicia” y asegurar que todas las pacientes obtengan una respuesta efectiva.

Algunas de las mujeres afectadas ya habían presentado con anterioridad reclamaciones patrimoniales ante la Junta de Andalucía, pero, según denuncia la asociación, la respuesta institucional ha sido mínima. En varios casos, los expedientes fueron derivados entre departamentos sin avances significativos desde mediados de año.

“La sensación de abandono es total”, señaló Jiménez Soto, que calificó la falta de reacción administrativa como “una muestra de desinterés frente a una situación de enorme gravedad sanitaria”.

Reclamaciones de Amama por los fallos del SAS

Por su parte, la presidenta de Amama, Ángela Claverol, expresó la profunda carga emocional que vive el colectivo. “Estamos desbordadas. Cada día llegan nuevos testimonios de mujeres que no recibieron aviso a tiempo o que fueron citadas con meses de retraso. Algunas ya no están aquí para contarlo”, lamentaba.

Claverol insistió en que la decisión de ir a los tribunales “no es política, sino humana”, y que lo hacen “porque la vida de las mujeres no puede quedar en manos de la descoordinación o la burocracia”.

Las denuncias públicas de Amama sobre los retrasos en mamografías y pruebas complementarias han generado una ola de indignación social. En varios casos, los diagnósticos tardíos habrían impedido detectar el cáncer en fases tratables.

La presidenta calificó la situación como una “catástrofe sanitaria” y aseguró que “solo mediante la presión judicial” podrán lograrse cambios importantes en el sistema de cribado.

Ante esta creciente tensión, la Junta de Andalucía ha prometido “no escatimar recursos” para solucionar los problemas detectados en los programas de detección precoz. Sin embargo, las asociaciones de pacientes y diversos colectivos sanitarios consideran que las medidas llegan “tarde y sin un plan claro de reparación para las afectadas”.

La presión ciudadana se materializará este 8 de octubre con una concentración frente a la sede del SAS en Sevilla, bajo el lema “Nuestra vida no puede esperar”.

La convocatoria cuenta con el apoyo de UGT, CCOO, CSIF, Facua, Marea Blanca y formaciones políticas como PSOE, IU y Adelante Andalucía.

Paralelamente, el Defensor del Pueblo Andaluz ha abierto una investigación de oficio y la asociación El Defensor del Paciente ha trasladado el caso a la Fiscalía, que podría valorar la existencia de posibles responsabilidades penales.

El proceso judicial que se avecina promete ser largo y complejo, pero las mujeres de Amama aseguran que no retrocederán. “No pedimos compasión, pedimos justicia”, afirmó Claverol.

“Queremos que se depuren responsabilidades y que ninguna mujer vuelva a sufrir las consecuencias de un sistema que debería protegernos y no fallarnos” concluía.