El Corpus Christi es una de las festividades religiosas más importantes de la ciudad así como del católico cada año, en el que se conmemora el sacramento de la Eucaristía.
Origen del Corpus Christi
En Sevilla la celebración tiene una especial importancia especial, convirtiéndose en una de las fiestas más destacadas del calendario local. Durante varios días, la ciudad se engalana para recibir al Santísimo Sacramento en una solmene procesión que discurre por las principales calles del centro histórico, entre la devoción y el fervor de miles de sevillanos y visitantes sorprendidos por la magnitud del evento.
El origen del Corpus Christi tiene su origen, general, en el siglo XIII, con las visiones de una monja belga llamada Juliana de Cornillon en las cuales se le pedía que promoviera la adoración al Santísimo Sacramento. Gracias a sus esfuerzos y a los de otros líderes religiosos de la época, esta devoción se extendió rápidamente por toda Europa, y en 1264 el Papa Urbano IV pasó a instituir la festividad del Corpus Christi para toda la Iglesia.
En Sevilla, la celebración del Corpus Christi se remonta al siglo XIV-XV, y desde entonces ha sido una de las citas más importantes del calendario religioso y cultural de la ciudad. La procesión del Corpus Christi suele ser el jueves siguiente al octavo domingo después de la Semana Santa –salvo inclemencias climatológicas-, y es una de las más largas y espectaculares que se celebran en toda España.
La Sevilla del siglo XV
Fue sobre el año 1400 cuando empieza a celebrarse en Sevilla, si bien los apuntes sobre la misma, en documentos, se tienen desde 1426. En sus inicios no tenía imágenes procesionales, únicamente “desfilaban” las Santas Reliquias, La Roca, y un arcón como símbolo del recuerdo del antiguo Arca de la Alianza, estos eran los enseres de la ceremonia.
En el siglo XV el Corpus Christi en Sevilla era modelo de fiestas de exaltación teniendo el Cuerpo de Cristo como eje, llevado en unas andas, que en el año 1587, se sustituyó por la custodia procesional. Como dato significativo cabe decir que todos los clérigos del lugar debían, obligatoriamente, acudir a la procesión.
En 1477 asiste al Corpus sevillano la reina Isabel “la Católica”, dando un mayor boato a la misma. En el siglo XVI comienza a generalizarse en toda la archidiócesis hispalense lo que son las Hermandades Sacramentales rindiendo culto a la Eucaristía. Fue doña Teresa Enríquez, “La Loca del Sacramento”, la que impulsa todo ello junto a Fernando de Aragón en su visita a Sevilla en 1511. En Sevilla se fundan las Hermandades Sacramentales de San Lorenzo, San Salvador, El Sagrario de la Catedral o San Isidoro.
En 1532 se establece el recorrido y también las fiestas del Corpus con bailes y danzas, siendo prohibidos por el Consejo de Castilla en 1533 y en 1780, por Real Cédula de Carlos II, quedaron prohibidos también los gigantes, tarascas y danzas, sólo cabían los actos religiosos y procesionales.
Preparativo y recorrido
Los preparativos para el Corpus Christi comienzan varios días antes de la procesión. El Ayuntamiento de Sevilla se encarga de engalanar las calles del recorrido con un sinfín de adornos y alfombras de flores, mientras que las hermandades y cofradías religiosas se afanan en preparar sus altares y pasos para la procesión. Los artistas locales también participan activamente en la celebración, creando altares efímeros y decoraciones de todo tipo para las calles y plazas del centro histórico.
El día de la procesión, las calles de la ciudad se llenan de personas desde primera hora de la mañana. Miles de sevillanos y visitantes se congregan en las aceras para ver pasar la procesión, que está encabezada por el estandarte del Corpus Christi y por las autoridades civiles y religiosas de la ciudad. Tras ellos, avanzan los pasos de las distintas hermandades y cofradías, que portan imágenes religiosas de gran valor artístico y devocional.
Uno de los momentos más emotivos de la procesión es el paso del Santísimo Sacramento, que es llevado en un ostensorio de oro y plata por el arzobispo de Sevilla. Los asistentes, a su paso, tienen una actitud de respeto, inclinado la cabeza, arrodillados o santiguándose que es también motivo de devoción, mientras que las campanas de las iglesias repican a coro y las bandas de música interpretan marchas procesionales.
La procesión del Corpus Christi en Sevilla es una muestra de la riqueza y la diversidad de la cultura sevillana, ya que participan hermandades y cofradías de diferentes barrios de la ciudad, cada una con sus propias tradiciones y particularidades. Además, la procesión también es un reflejo del patrimonio artístico y religioso de Sevilla, ya que los pasos que se portan están realizados en su mayoría por importantes escultores y talleres de imaginería sevillanos.
Adornos florales
Otro elemento que destaca en la procesión del Corpus Christi en Sevilla son las alfombras de romero que está en el recorrido, muy aromático y significativo. Las alfombras florales son elaboradas por vecinos y artistas locales, que dedican horas de trabajo y esfuerzo para crear auténticas obras de arte efímeras. Las flores utilizadas en las alfombras suelen ser claveles, rosas, margaritas y otras variedades típicas de la región, y su disposición y diseño varían de un año a otro.
La procesión del Corpus Christi en Sevilla no solo es una muestra de la religiosidad y la devoción de los sevillanos, sino también una oportunidad para disfrutar de la rica gastronomía de la ciudad.
Durante los días previos y posteriores a la procesión, se celebran numerosas ferias gastronómicas y degustaciones de platos típicos sevillanos, muy del gusto de los turistas que visitan la ciudad.
Además de la procesión del Corpus Christi, durante la celebración destacan los altares que adornan las calles y otros actos como los conciertos de música sacra.
La devoción y el fervor de los sevillanos, unidos al esfuerzo y la dedicación de las hermandades, cofradías y artistas locales, hacen que esta festividad sea un auténtico símbolo de la identidad y la tradición sevillana.
El recorrido tradicional es la salida por la Puerta de San Miguel, enfila avenida de la Constitución, San Francisco y Sierpes, dobla en Cerrajería y toma dirección a calle Cuna y El Salvador, de allí a Francos, Argote de Molina, Virgen de los Reyes y su entrada por la Puerta de Palos.