El comercio de Sevilla ha concluido la campaña navideña con un incremento en las ventas del 3,8% respecto al año anterior, según ha informado Tomás González, presidente de la Confederación Provincial de Comercio, Servicios y Autónomos de Sevilla (Aprocom). A pesar del dato positivo, González advierte de las dificultades que enfrenta el pequeño comercio, especialmente debido a la falta de regulación en los periodos de rebajas, una situación que, según denuncia, genera “descontrol y anarquía” en el sector.
Las rebajas de invierno, iniciadas oficialmente el 7 de enero, aunque algunas tiendas ya ofrecían descuentos previamente, han puesto en evidencia la falta de un marco normativo que regule estas campañas. González ha señalado que las grandes cadenas implementan promociones constantes, muchas veces con productos fabricados específicamente para venderse con descuentos, lo que afecta negativamente a los pequeños negocios.
“El concepto tradicional de las rebajas, pensado para liquidar excedentes de temporada, ha perdido su esencia”, lamenta González, quien recuerda que esta práctica surgió en los años 70 con fechas delimitadas para dar salida a los stocks de otoño-invierno y primavera-verano.
El impacto del Black Friday y las grandes cadenas
El presidente de Aprocom destaca que eventos como el Black Friday agravan el problema, al permitir que cada empresa, especialmente las grandes, defina sus propios periodos de descuentos, extendiéndolos en algunos casos por meses. “Esto supone una competencia desleal que perjudica gravemente al pequeño comercio, que no puede igualar esas estrategias”, asegura.
Desde hace trece años, el sector comercial andaluz, liderado por Aprocom, reclama a la Junta de Andalucía la regularización de los periodos de rebajas, sin obtener avances. Según González, esta falta de acción favorece a los grandes distribuidores, mientras los pequeños comercios, que ofrecen un producto diferencial, pierden cuota de mercado frente a los gigantes del sector.
Aprocom propone estudiar la creación de periodos promocionales intermedios que permitan competir en igualdad de condiciones, buscando un equilibrio que beneficie tanto a grandes como a pequeños negocios. Asimismo, insisten en la necesidad de ayudas concretas para la digitalización y modernización de los comercios locales, además de estrategias para fomentar la fidelización de los clientes y garantizar el relevo generacional.
Un modelo en peligro
La asociación alerta de que cada vez hay menos pequeños comercios en las ciudades y pueblos andaluces, una tendencia que atribuyen a la feroz competencia de las grandes cadenas, facilitada por la falta de regulación. González insta a las autoridades a buscar una solución definitiva que permita al comercio local sobrevivir y prosperar en igualdad de condiciones frente a los gigantes del sector.
“El comercio local no es solo un motor económico, también es una pieza clave para la identidad de nuestras ciudades y pueblos”, concluye el presidente de Aprocom, en un llamamiento a preservar este modelo antes de que sea demasiado tarde.