El bloqueo político impide frenar la proliferación de pisos turísticos en Sevilla

La oposición considera que este porcentaje es demasiado elevado y que no garantiza una protección adecuada para los vecinos

Actualizado:
Candados y cajas de llaves de pisos turísticos en Sevilla.
Pisos turísticos en Sevilla.

La crisis de la vivienda en Sevilla, agudizada por la saturación de pisos turísticos en zonas céntricas, continúa sin encontrar solución. A pesar de las múltiples advertencias de vecinos y expertos, el gobierno local, liderado por José Luis Sanz, y la oposición no logran alcanzar un consenso para limitar esta actividad y garantizar una oferta de vivienda asequible para los sevillanos.

El último intento de desbloquear la situación, una nueva reunión entre el gobierno municipal y los grupos de la oposición, ha terminado en fracaso. A pesar de las propuestas presentadas por el equipo de gobierno, como la creación de un registro local de viviendas turísticas o la solicitud de un estudio para evaluar el impacto de estas viviendas en la ciudad, los partidos de la oposición mantienen su postura y exigen una moratoria inmediata.

La principal discrepancia entre las partes radica en la imposición de una moratoria, es decir, una suspensión temporal de la concesión de nuevas licencias para pisos turísticos. Mientras el gobierno municipal argumenta que esta medida carece de respaldo jurídico y podría ser considerada arbitraria, la oposición la defiende como una herramienta necesaria para frenar de inmediato el crecimiento de este tipo de alojamientos y aliviar la presión sobre el mercado de la vivienda.

Consecuencias de la inacción

La falta de acuerdo tiene consecuencias directas para los ciudadanos de Sevilla:

Aumento de los precios del alquiler: La proliferación de pisos turísticos reduce la oferta de viviendas destinadas al alquiler, lo que provoca un encarecimiento de los precios y dificulta el acceso a una vivienda digna para muchos sevillanos, especialmente para los jóvenes.

Desplazamiento de los vecinos: La saturación de algunas zonas con pisos turísticos está provocando el desplazamiento de los vecinos de toda la vida, lo que está cambiando la fisonomía de barrios históricos y generando un sentimiento de pérdida de identidad.

Deterioro del tejido social: La masificación turística está generando tensiones sociales y afectando a la calidad de vida de los residentes.

La pelota en el tejado de la Junta de Andalucía

Mientras tanto, la Junta de Andalucía, competente en materia de turismo, continúa otorgando licencias para pisos turísticos, lo que dificulta aún más la tarea de los ayuntamientos para regular esta actividad. La falta de coordinación entre administraciones agrava la situación y deja a los ciudadanos desprotegidos.

¿Qué soluciones se plantean?

Además de la moratoria, existen otras propuestas que podrían contribuir a solucionar el problema:

Establecer cuotas máximas de pisos turísticos por zona: Esta medida permitiría limitar el número de viviendas destinadas al alquiler turístico en cada barrio, evitando así la saturación.

Crear un fondo de vivienda social: Los ingresos obtenidos por las licencias de pisos turísticos podrían destinarse a la construcción de viviendas sociales y a la rehabilitación de edificios públicos.

Fomentar el alquiler a largo plazo: Se podrían establecer incentivos fiscales para los propietarios que alquilen sus viviendas a largo plazo, incentivando así una oferta más estable y asequible.

La necesidad de un pacto político

A pesar de las crecientes demandas vecinales y las advertencias de expertos sobre las consecuencias de esta situación, los partidos políticos no logran ponerse de acuerdo en medidas efectivas para regular este sector y garantizar el acceso a una vivienda digna.

En una nueva muestra de la polarización política, los representantes de PSOE, Vox y Podemos-IU han acusado al alcalde, José Luis Sanz, de mantener una postura inamovible y de negarse a aceptar propuestas alternativas para limitar el número de viviendas destinadas al alquiler turístico. Los partidos de la oposición coinciden en la necesidad de adoptar medidas más drásticas, como la imposición de una moratoria o la reducción drástica de los límites máximos de pisos turísticos por barrio.

El gobierno municipal, por su parte, defiende su propuesta de establecer un límite máximo del 10% de viviendas turísticas por barrio, argumentando que esta medida es suficiente para frenar el crecimiento desmesurado de este sector y garantizar la convivencia entre residentes y turistas. Sin embargo, la oposición considera que este porcentaje es demasiado elevado y que no garantiza una protección adecuada para los vecinos.

Vox, por su parte, aunque comparte con el gobierno municipal la necesidad de regular el sector turístico, se muestra reticente a otorgar un «cheque en blanco» al alcalde y propone un análisis más detallado de la situación en cada barrio para establecer límites más ajustados.

La crisis de la vivienda en Sevilla requiere un pacto político urgente entre todas las fuerzas políticas. Es necesario superar las diferencias ideológicas y trabajar de forma conjunta para encontrar soluciones que beneficien a todos los ciudadanos. La ciudadanía demanda medidas efectivas y contundentes para frenar la especulación inmobiliaria y garantizar el derecho a una vivienda digna.