Se trata de impedir que personas o animales se acerquen a las columnas y deterioren estos elementos restaurados en 2020, es una medida de protección, según indican fuentes municipales.
Preservación del patrimonio de Sevilla
El motivo de la recuperación no es otro que proteger estos singulares elementos, con varios siglos de antigüedad, de diversos factores que inciden enormemente en su conservación.
En concreto, se pretende evitar que las columnas –construidas en 1578 las del Sur, que representan a Hércules y Julio César, y en 1764 las del Norte, que representan a unos leones–sean objeto de actos vandálicos y de factores antrópicos como la acción corrosiva de la orina de los perros, que afecta gravemente sobre todo a los pedestales.
Con este objetivo, la Comisión Ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente ha adjudicado hoy un contrato de suministro e instalación de estos elementos a la empresa Thicorta Herrería y construcción valorado en 55.851 euros.
“En suma, se trata de una protección patrimonial de las columnas, que fueron objeto de restauración en 2020 por parte de Urbanismo”, ha destacado el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz.
Las nuevas rejas que se coloquen serán completamente idénticas en su aspecto a las instaladas entonces, si bien, respetando la normativa vigente en materia de seguridad, se realizarán con materiales actuales y respondiendo a las condiciones y necesidades de este momento.
Elementos decorativos de fundición
De este modo, tanto los pilares como los barrotes serán de acero y los elementos decorativos de fundición.
En cuanto a los detalles constructivos, cada una de las verjas que rodeará a las columnas estará formada por cuatro paños de 2,07 m de altura x 3,05 m de ancho, unidos por pilares tubulares de acero.
Estos, a su vez, estarán compuestos por barrotes de acero redondos y macizos de 22 mm de diámetro, terminados en punta de lanza con acabado romo y con elementos decorativos de fundición en sus extremos.
La separación entre barrotes no será mayor de 10 centímetros según exigencia de la normativa actual. Para el acceso al espacio interior, se construirá una puerta en uno de los paños. También se tratarán específicamente los elementos metálicos para evitar su oxidación.
Por último, para impedir que los perros accedan a la base de las columnas, se reforzará la parte inferior de la reja, añadiendo un barrote intermedio de acero macizo en una altura de 52 cm, que se intercalará con los barrotes de mayor tamaño.
Así pues, quince años después de retiradas, las dos parejas de columnas conmemorativas de la Alameda recuperarán otra vez las verjas que las rodearon durante más de un siglo, como forma de protegerlas de actos incívicos.