Vehículo y agente de la Guardia Civil.
Agente de la Guardia Civil.

El asesinato de Ana Isabel en La Algaba: 480 puñaladas y la historia detrás del crimen más atroz del año

El agresor, de 31 años, confesó el asesinato tras entregarse en una farmacia de Sevilla

 

Actualizado:

La localidad sevillana de La Algaba sigue terriblemente conmocionada tras el brutal asesinato de Ana Isabel V. N., una mujer de 44 años que fue hallada muerta en su vivienda el pasado domingo.

El presunto autor, David A. S., de 31 años y natural de Alhaurín de la Torre, en Málaga, habría asestado a la víctima un total de 480 cuchilladas, según los resultados de la autopsia practicada por los forenses.

El crimen, descrito por los investigadores como un acto de “salvaje ensañamiento”, ha dejado una profunda huella en este municipio sevillano y ha reabierto el debate sobre la violencia extrema fuera del ámbito machista.

Un crimen de extrema violencia en La Algaba

El asesinato ocurrió en la vivienda situada en el número 33 de la calle Buganvilla, donde el acusado residía como inquilino desde hacía algún tiempo. Según el auto judicial, los hechos se produjeron alrededor de las 14:00 horas del domingo, cuando el sospechoso, tras haber consumido hachís y cocaína, bajó a la planta baja de la casa, donde Ana Isabel dormía en el sofá del salón.

El hombre, que había tomado un cuchillo de hoja larga de la cocina, se sentó junto a ella hasta despertarla. En ese momento, cuando la víctima se levantó para coger un monedero, el agresor la atacó de forma repentina.

La juez instructora relata que las primeras cuchilladas alcanzaron el rostro de Ana Isabel, quien intentó defenderse y pedir clemencia. No obstante, el acusado continuó apuñalándola en el abdomen y los brazos.

La mujer trató de huir hacia el patio trasero, pero el agresor la persiguió y la arrastró hasta un cuarto de aseo, donde continuó la agresión con una violencia desmedida. La autopsia revela que la hoja del cuchillo llegó a atravesarle un pulmón y un riñón, causándole la muerte.

El cuerpo sin vida de Ana Isabel fue encontrado por su hijo menor, de solo diez años, quien acudió a la casa en busca de unos adornos navideños. El menor descubrió la escena y avisó a su padre, que alertó de inmediato al servicio de emergencias 112.

Tras el crimen, el presunto asesino se dio a la fuga. Pasó la noche del domingo y gran parte del lunes en paradero desconocido, hasta que finalmente se entregó en una farmacia del barrio de San Jerónimo, en Sevilla capital. Allí confesó al farmacéutico lo que había hecho. Una patrulla de la Policía Nacional acudió al lugar y procedió a su detención, sin que opusiera resistencia.

Con posterioridad, fue trasladado a las dependencias de la Guardia Civil, cuerpo encargado de la investigación, dado que los hechos ocurrieron en demarcación de su competencia.

En prisión provisional sin fianza

La juez de Instrucción número 18 de Sevilla acordó este miércoles el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del detenido. En su auto, la magistrada subraya la existencia de “indicios plurales y sólidos” de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, dada la brutalidad de los hechos y el sufrimiento infligido a la víctima.

Durante su declaración, el acusado admitió la autoría del crimen, aunque trató de justificar su conducta alegando que había consumido drogas. Sin embargo, las autoridades consideran que el nivel de violencia ejercido y la secuencia de los hechos reflejan una actuación consciente y extremadamente cruel.

Las pesquisas, dirigidas por el Equipo de Homicidios de la Unidad Orgánica de Policía Judicial, continúan abiertas para esclarecer por completo las circunstancias del crimen.

Si bien se ha descartado que se trate de un caso de violencia de género, el suceso ha provocado un profundo impacto en la localidad, donde vecinos y conocidos describen a Ana Isabel como una mujer trabajadora, amable y muy querida.

El domicilio de la calle Buganvilla permaneció custodiado por agentes durante toda la jornada del lunes, mientras los especialistas de Criminalística realizaban una inspección técnico-ocular en busca de vestigios biológicos y huellas.

Ana Isabel deja dos hijos menores de edad, el niño de diez años que la encontró sin vida y una hija mayor. Separada del padre de los pequeños, llevaba años residiendo en la vivienda donde fue asesinada. El caso, marcado por una violencia inusitada, ha sacudido a toda la provincia de Sevilla y se ha convertido en uno de los crímenes más estremecedores de los últimos años.