Agentes de la Guardia Civil que frustraron un alijo de droga en la desembocadura del Guadalquivir el pasado 22 de mayo fueron recibidos con balas del calibre 5,56 x 45 mm, munición estándar de la OTAN. Si bien no pudieron incautar los fusiles en esta ocasión, en otras operaciones sí lo han hecho, lo que confirma un cambio de tendencia en el armamento de los clanes del narcotráfico en Cádiz.
Coincide con la guerra en Ucrania
Esta variación coincide en el tiempo con el estallido de la guerra en Ucrania y el apoyo militar hacia el país. Varios agentes con experiencia en la lucha antidroga, que prefieren mantener el anonimato, advierten que muchas de las armas que ahora se encuentran en manos de los narcos podrían haber hecho un viaje de ida y vuelta a Ucrania.
En 2021 se incautaron en Sanlúcar fusiles de la OTAN de fabricación italiana, y desde entonces se han visto con frecuencia. Si bien en esta ocasión solo se pudo confiscar munición, en otras operaciones sí se han decomisado armas de fabricación estadounidense y europea. Se sospecha que estas armas han llegado al mercado negro gracias a la guerra de Ucrania.
Informes oficiales
El Informe Anual de Seguridad Nacional, el Ministerio del Interior, el Ministerio de Defensa y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ya habían advertido que los conflictos armados suponen un riesgo importante a medio y largo plazo, especialmente en lo que se refiere a la mayor disponibilidad de armas de fuego y su posible desvío hacia el comercio ilegal.
Europol y la Policía Nacional también han alertado de esta tendencia en sus informes y planes recientes. El Plan Estratégico 2022-2025 de la Policía Nacional advierte del riesgo del incremento a corto y medio plazo del tráfico de armas empleadas tanto por Rusia como por Ucrania.
La evidencia es clara: el narcotráfico en Cádiz se está armando con fusiles de la OTAN, y la guerra en Ucrania podría ser la causa. Es necesario tomar medidas urgentes para evitar que estas armas caigan en manos equivocadas y pongan en riesgo la seguridad ciudadana.
Armas de la guerra en Ucrania alimentan el narcotráfico en Europa
Las armas enviadas a Ucrania para combatir la invasión rusa están terminando en manos de las mafias europeas, según advierten informes de la Policía finlandesa y española.
Un estudio finlandés de 2022 ya alertaba de que miles de fusiles de asalto, pistolas, granadas e incluso drones de combate procedentes de la ayuda militar occidental estaban siendo desviados al mercado negro.
¿Cómo llegan estas armas a las manos equivocadas?
Robo: Se han producido robos de armas en los propios países de la OTAN antes de ser enviadas a Ucrania.
Contrabando: Existen rutas de tráfico ilegal de armas que operan en Ucrania, incluso con la participación de bandas de moteros.
Corrupción: Ucrania ya era un país con un alto nivel de corrupción antes de la guerra, lo que facilita el desvío de armas.
¿Qué consecuencias tiene esto?
Aumento del narcotráfico: Los narcos en Europa se están armando con armas más sofisticadas, lo que supone un mayor peligro para las fuerzas del orden y la ciudadanía.
Proliferación de armas: La circulación de estas armas en el mercado negro podría alimentar otros conflictos y actividades criminales.
¿Qué se está haciendo para evitarlo?
Estados Unidos ha enviado inspectores militares a Ucrania para rastrear el destino de las armas enviadas.
Europol ha advertido del riesgo y ha pedido a los países miembros que extremen las medidas de control.
Los agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional española que combaten el narcotráfico en primera línea también han alertado de este problema.
Es crucial que se tomen medidas urgentes para evitar que estas armas caigan en las manos equivocadas y pongan en riesgo la seguridad de Europa.
Jucil denuncia la falta de medios y la violencia del narcotráfico: «El Estado ha perdido la batalla»
La Asociación Jucil ha mostrado su profunda preocupación tras el nuevo tiroteo a agentes de la Guardia Civil en la desembocadura del Guadalquivir. Para ellos, «el Estado ha perdido la primera batalla contra las mafias del narcotráfico: la del control de armas».
Jucil observa con alarma cómo los guardias civiles se enfrentan cada vez con más frecuencia a una respuesta armada de gran violencia por parte de los grupos criminales. Estos grupos, que controlan el tráfico de drogas y migrantes, utilizan armas de guerra que ponen en peligro la vida de los agentes.
Agustín Domínguez, secretario de Jucil en Cádiz, ha exigido «mejores medios para enfrentarnos a esta amenaza contra todo el Estado de Derecho». Esto incluye mejores medios materiales, más personal y el apoyo de otros organismos del Estado, como la Armada, que cuenta con la preparación y la infraestructura necesarias para hacer frente a esta grave amenaza.
Domínguez ha criticado que los agentes tengan que «defender la seguridad y el Estado de Derecho desde pobres barquichuelas, con chalecos antibalas incapaces de detener los proyectiles de fusiles y sin poder recurrir al uso de armas largas».
«La vida de muchos guardias civiles pende de un hilo», ha añadido, y ha exigido a la Administración que «tome decisiones que protejan tanto la vida de los guardias civiles como los derechos de los ciudadanos», especialmente en la Zona del Estrecho, que se ha convertido en una «ciudad sin ley».
