
Dimisiones en cadena en el Virgen del Rocío, así intenta la Junta de Andalucía frenar la crisis de los cribados de cáncer
Dimite el jefe de Radiodiagnóstico del Virgen del Rocío en plena crisis por los errores en los cribados de cáncer de mama

La crisis sanitaria en torno a los errores en los cribados de cáncer de mama en Andalucía ha sumado un nuevo capítulo con la dimisión de Javier Castell Monsalve, jefe del Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Virgen del Rocío.
Su salida se produce tras el cese de la consejera de Salud, Rocío Hernández, y en plena reorganización del programa de detección precoz impulsada por el nuevo consejero, Antonio Sanz.
El propio Castell, profesional con una larga trayectoria en el sistema público andaluz, ha señalado que su renuncia responde a un ejercicio de responsabilidad institucional, aunque ha insistido en que el hospital necesita más recursos para garantizar la fiabilidad de los cribados, especialmente ante el alto volumen de pacientes que atiende este centro, el mayor de la comunidad.
El caso ha puesto en evidencia las carencias del sistema de detección precoz de cáncer de mama en Andalucía. Según los datos oficiales, el 90% de los fallos se localizaron en el Hospital Virgen del Rocío, donde se concentran 1.800 de las 2.000 mujeres afectadas en toda la comunidad.
Las primeras investigaciones del Servicio Andaluz de Salud (SAS) apuntan a una combinación de causas: la falta de comunicación a las pacientes con mamografías no concluyentes, la escasez de radiólogos y la obsolescencia del sistema informático Diraya, pieza clave en la gestión de las pruebas.
La dimisión de Castell no ha sido la única. Días antes, también dejó su puesto Raquel González, coordinadora de la Unidad de Imagen de Mama, sustituida por Isabel Olea. Ambos movimientos se interpretan como los primeros pasos de una reestructuración profunda que busca depurar responsabilidades y recuperar la confianza en el sistema sanitario andaluz, fuertemente dañado por esta crisis.
Reorganización urgente y compromiso de revisión en el Hospital Virgen del Rocío
El consejero Antonio Sanz ha asumido la tarea de reconducir la situación, con la promesa de atender a todas las mujeres que estén afectadas “con la máxima celeridad y rigor clínico”. Según los plazos oficiales, antes del 30 de noviembre se completarán las revisiones pendientes: 1.800 mamografías ya realizadas y otras 700 programadas para las próximas semanas.
Sanz ha señalado que el objetivo principal es garantizar la seguridad de las pacientes y restaurar la credibilidad del programa de cribado, considerado una herramienta esencial de salud pública.
El Gobierno andaluz prepara además una reforma estructural del SAS, que incluirá cambios en la organización de la Unidad de Mama del Virgen del Rocío. Aunque aún no se conocen los detalles, fuentes internas señalan que se revisarán los protocolos de comunicación con las pacientes y los sistemas informáticos de registro y seguimiento.
Solucionada la incidencia técnica de las mamografías
En paralelo a la crisis médica, el Servicio Andaluz de Salud ha confirmado que ya se ha resuelto la incidencia técnica que durante días impidió acceder a imágenes e informes de los cribados. La caída del sistema afectó a la plataforma ClicSalud+, utilizada por los usuarios para consultar sus pruebas médicas.
Fuentes del SAS indican que la incidencia se debió a un pico de acceso de usuarios, y no implicó la pérdida ni el borrado de información clínica. Desde la madrugada del 22 de octubre, todos los servicios digitales han sido restablecidos “con normalidad y seguridad”, aseguró la administración sanitaria.
El SAS ha agradecido la paciencia de los ciudadanos y ha reiterado su compromiso de ofrecer un servicio estable y transparente. La Junta insiste en que en ningún caso se han perdido pruebas o historiales, pese a los temores expresados por colectivos de pacientes.
Respuesta a la denuncia de Amama Sevilla
Entre esas voces críticas se encuentra la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Sevilla (Amama), presidida por Ángela Claverol, que presentó una denuncia ante la Fiscalía por el supuesto borrado de historiales médicos y desaparición de pruebas en las plataformas digitales del SAS.
Algunas pacientes afirmaban no poder acceder a sus mamografías o ecografías a través de ClicSalud o Diraya.
El consejero Antonio Sanz ha respondido con firmeza, negando “rotundamente” cualquier manipulación o eliminación de información.
Al respecto indicó que “en ningún caso se ha borrado ni perdido ninguna prueba ni historia clínica”, subrayó, acusando a la asociación de “lanzar infundios que desprestigian a los profesionales del sistema público”.
Pese a la tensión, Sanz ha asegurado que la Junta colaborará “al cien por cien” con la Fiscalía en un ejercicio de transparencia total.
Mientras tanto, las asociaciones de pacientes y colectivos de mujeres reclaman explicaciones públicas sobre cómo se ha llegado a esta situación, que ha puesto en entredicho uno de los programas de salud más sensibles y fundamentales del sistema público andaluz.

