La colaboración de los ciudadanos ha sido clave para el descubrimiento de una de las mayores incautaciones de droga en lo que va de año en la provincia de Sevilla. La tarde del pasado domingo, agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional localizaron una nave industrial utilizada como guardería de hachís en un polígono de la localidad de Camas. En su interior hallaron más de 1.700 kilos de hachís y dos armas de guerra, lo que confirma la creciente peligrosidad del narcotráfico en la región.
El operativo policial, que se prolongó durante toda la tarde y noche, estuvo marcado por un constante movimiento de patrullas en la zona, mientras los agentes registraban el recinto y aseguraban la carga intervenida. Las primeras investigaciones apuntan a que la droga podría haber llegado a través del río Guadalquivir, cuya proximidad al polígono industrial respalda esta hipótesis.
En los últimos años, el Guadalquivir se ha convertido en una de las principales vías de entrada de drogas en Andalucía. No sólo se trata del hachís procedente del norte de África, sino también de cocaína, cuyo tráfico ha aumentado significativamente en los últimos meses. Este contexto ha llevado a las organizaciones criminales a trasladar sus centros logísticos a zonas cada vez más alejadas de la desembocadura del río, en un intento por eludir la intensificación del control policial.
Otros puntos conflictivos de la «Ruta del Hachís»
Camas se suma así a una lista de localidades sevillanas como Lebrija, Isla Mayor, La Puebla del Río, Gelves o Coria, donde las Fuerzas de Seguridad han realizado importantes intervenciones antidroga en los últimos años. La presión policial ha obligado a las redes de narcotráfico a buscar nuevas rutas y escondites, incluso más allá de Sevilla capital, subiendo río arriba con la esperanza de pasar desapercibidos.
Otro dato alarmante del hallazgo en Camas es la presencia de armas de guerra, entre ellas fusiles de asalto tipo AK-47, más conocidos como kalashnikov. Estas armas, con amplia circulación en países del Este de Europa, han ido ganando terreno en el arsenal de los narcotraficantes, que las utilizan para proteger sus cargamentos ante posibles robos por parte de organizaciones rivales.
Este caso subraya el creciente nivel de organización, recursos y violencia del narcotráfico en Andalucía. Las autoridades han destacado la importancia de la cooperación ciudadana y del trabajo conjunto entre cuerpos policiales para hacer frente a estas redes criminales, que no sólo mueven grandes cantidades de droga, sino que también suponen una amenaza real para la seguridad pública.
