De Sevilla a Miami, el significado oculto de la nueva obra de Fernando Aguado
El artista Fernando Aguado crea el símbolo que hermanará Sevilla con Estados Unidos
El artista sevillano Fernando Aguado ha presentado en su taller el boceto de una obra que tiene la pretensión de convertirse en un símbolo duradero de la conexión cultural y empresarial entre Sevilla y Estados Unidos, con Miami como enclave protagonista.
La pieza nace como testimonio artístico de la firma oficial del manifiesto empresarial celebrada el pasado 11 de diciembre de 2025 en el Ayuntamiento de Sevilla, un acto impulsado por el Club Victoria y respaldado por el consistorio hispalense y la Cámara de Comercio de Sevilla.
La iniciativa busca consolidar la relación entre ambas orillas del Atlántico desde una perspectiva que va más allá de los acuerdos económicos. En este contexto, el arte se convierte en lenguaje común y en vehículo de una alianza que pretende ser estable y reconocible en el tiempo.
La obra de Aguado, aún en fase de desarrollo, será trasladada a Miami una vez concluida, donde quedará instalada como representación visual de ese vínculo entre culturas.
Fernando Aguado y su vínculo con el Arte
Fernando Aguado es una figura ampliamente reconocida en el panorama artístico andaluz por su versatilidad creativa. Escultor, restaurador, imaginero y diseñador, su trayectoria se completa con una faceta musical ligada a la percusión flamenca, lo que refuerza una mirada artística profundamente arraigada en la tradición, pero abierta a la experimentación contemporánea. Esa combinación de disciplinas y lenguajes se refleja de forma clara en el boceto presentado.
La propuesta artística se articula en torno a una fusión simbólica de elementos. Por un lado, las olas del mar que bañan la costa de Miami, representadas con dinamismo y fluidez, evocan el movimiento constante y la idea de tránsito entre continentes.
Por otro, las formas redondeadas y armónicas remiten al arte sacro, un ámbito en el que Aguado ha desarrollado gran parte de su carrera y que conecta directamente con la identidad cultural de Sevilla.
Uno de los elementos más singulares del diseño es la incorporación de una madeja que alude al NO-DO, referencia visual cargada de significado histórico. Este recurso no aparece de manera literal, sino reinterpretado como un hilo narrativo que une pasado y presente, memoria y proyección futura.
A ello se suman los nombres de Sevilla y Miami, integrados en la composición de forma orgánica, junto a la presencia sinuosa del acrónimo USA.
La inclusión de estas letras no se limita a una referencia geográfica concreta, sino que sugiere una relación más amplia entre la capital andaluza y el conjunto del territorio estadounidense. De este modo, la obra trasciende el marco local para convertirse en un emblema de alcance internacional, alineado con los objetivos del manifiesto empresarial que le da origen.
Desde el punto de vista estético, el boceto ha sido valorado por su equilibrio entre potencia visual y carga simbólica. La combinación de referencias marinas, tradición sacra y elementos tipográficos construye un discurso artístico accesible, pero al mismo tiempo complejo, capaz de dialogar con públicos diversos a ambos lados del océano.
La presentación del boceto en el taller de Aguado fue solo un adelanto de la obra final así como también una declaración de intenciones. El proyecto pone de relieve el papel del arte como herramienta diplomática y cultural, capaz de reforzar lazos institucionales y empresariales desde una dimensión emocional y simbólica.
Cuando la pieza sea finalmente instalada en Miami, se convertirá en un testigo permanente de un momento concreto en la historia reciente de Sevilla: el de su apuesta por abrirse al mundo manteniendo intacta toda su identidad. En ese equilibrio entre tradición y proyección internacional reside, precisamente, la fuerza de la propuesta artística de Fernando Aguado.