Cadáver de una de las víctimas tapado por una sábana y dos agentes de la Guardia Civil cercanos al mismo.
Una de las víctimas de Carmona. (Foto: EFE).

De la calma al horror, el tiroteo que convierte a Los Nietos en escenario del crimen más grave en años

En el interior del establecimiento murió José, propietario del local, tras recibir un disparo a bocajarro

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La muerte de Eduardo S. M., el cabrero de Carmona que permanecía hospitalizado tras el tiroteo en la urbanización Los Nietos, ha convertido el suceso en el cuarto triple crimen registrado en la provincia de Sevilla en lo que va de siglo XXI.

Con tres víctimas mortales, se trata además del caso más grave ocurrido en los últimos ocho años, desde el asesinato de tres personas en Dos Hermanas en 2017.

Este desenlace tan trágico refuerza la acusación judicial, ya que la existencia de más de dos fallecidos permite solicitar la prisión permanente revisable para los autores materiales del ataque.

Los hechos ocurrieron poco antes de las 16:00 horas del sábado 6 de septiembre, cuando dos individuos irrumpieron en el bar del centro social de Los Nietos y abrieron fuego con una escopeta. En el interior murió José, propietario del local, tras recibir un disparo a bocajarro.

En la puerta cayó Marcelo, vecino muy querido y cliente habitual, que según algunos testigos habría intentado mediar en la discusión. La tercera víctima, Eduardo S. M., trató de huir por una calle cercana, pero fue alcanzado por uno de los proyectiles.

Pese a ser trasladado en helicóptero al hospital, falleció tres semanas después debido a la gravedad de las heridas.

La Guardia Civil, a través de su Unidad Orgánica de Policía Judicial, logró detener a los dos sospechosos —de 39 y 27 años— apenas un día después del tiroteo. Ambos fueron arrestados en el polígono de San Pablo, en Sevilla, y se encuentran en prisión provisional sin fianza, acusados de tres delitos de homicidio.

Los investigadores recuperaron la escopeta utilizada en el crimen en el río Guadalquivir, donde los implicados la habían arrojado para intentar ocultar pruebas.

Vecinos de Los Nietos aseguran que el presunto autor material mantenía problemas con las drogas y había pedido dinero al dueño del bar, con quien discutió en varias ocasiones.

Aquel sábado, cumpliendo las amenazas previas, regresó armado para ajustar cuentas, provocando una tragedia que ha conmocionado a una comunidad acostumbrada a la tranquilidad.

Recuerdos de otros crímenes que marcaron Sevilla

Este suceso recuerda al llamado “ajuste de cuentas del Pollino”, ocurrido en Dos Hermanas en 2017, uno de los crímenes más atroces de la historia reciente de la provincia. Entre las víctimas se encontraba Lucía Begines Capitán, una niña de seis años; su madre, Sandra Capitán, embarazada; y el narcotraficante turco Yilmaz Giraz, esposo de la mujer asesinada.

Los cuerpos fueron hallados enterrados en una fosa dentro de una vivienda del barrio de Cerro Blanco. Por aquellos hechos fueron condenados a cadena perpetua Ricardo García Hernández, alias el Pollino, y su padre, el Cabo.

Cuatro años antes, en 2013, otro suceso estremeció Dos Hermanas: Luis Miguel Briz Torrico, afectado por esquizofrenia paranoide, mató a sus padres y a su hermana durante un brote psicótico.

El jurado popular lo declaró culpable, pero la Audiencia Provincial de Sevilla lo absolvió penalmente al aplicarle la eximente completa de enajenación mental, imponiéndole 25 años de internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario.

Para hallar un suceso con más víctimas en la provincia hay que remontarse a agosto de 2003, cuando un vecino de Las Letanías, Matías Martínez, de 72 años, provocó una explosión al hacer estallar varias bombonas de butano en su vivienda. El incendio causó la muerte de cuatro personas, incluido el propio autor.

El hombre había salido recientemente de prisión tras cumplir condena por matar a su mujer y, según las investigaciones, planeó el incendio como acto de venganza contra sus vecinos.

Aquel estallido redujo el edificio a escombros y dejó más de treinta heridos. Entre las víctimas se encontraba un matrimonio del piso inferior y una vecina que murió días después en el hospital con quemaduras en el 90% del cuerpo. Fue una noche de terror en el Polígono Sur, que aún hoy permanece grabada en la memoria colectiva de Sevilla.

Pese a la magnitud de estos sucesos, los crímenes múltiples siguen siendo excepcionales en Sevilla. Sin embargo, cada uno de ellos deja una huella profunda en la sociedad y evidencia la fragilidad de la convivencia cuando la violencia se impone.

El triple crimen de Los Nietos se suma a una lista negra que, aunque breve, refleja cómo la combinación de drogas, conflictos personales y armas puede destruir en segundos la paz de una comunidad entera.