Imagen de la Virgen de los Reyes con el Niño en sus brazos, tras ella el Altar Mayor de la Catedral de Sevilla.
Talla de la Virgen de los Reyes en la Catedral de Sevilla.

Curiosidades históricas de la Virgen de los Reyes, patrona de Sevilla

Documentos y testimonios guardados en archivos han permitido rescatar datos poco conocidos que revelan su protagonismo artístico, religiosa y social

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La historia y devoción hacia la Virgen de los Reyes, patrona de Sevilla, está llena de episodios singulares y detalles que, a pesar del paso de los siglos, siguen sorprendiendo a investigadores y devotos. Documentos y testimonios guardados en archivos han permitido rescatar datos poco conocidos que revelan su relevancia artística, religiosa y social.

Según diversas investigaciones, la talla de la Virgen de los Reyes tendría su origen en talleres parisinos del segundo cuarto del siglo XIII, hacia 1240. Algunas teorías sostienen que fue un regalo de san Luis de Francia a su primo, el rey Fernando III. La imagen, de 1,76 metros de altura y elaborada en madera revestida con una finísima piel, sostiene al Niño Jesús de 60 centímetros. Su majestuosidad ha sido descrita como “la más alta y brillante lumbrera del firmamento mariano hispalense”.

En sus orígenes, la imagen era conocida como Santa María de Sevilla. Documentos medievales, como los recogidos por Manuel González y María Antonia Carmona, mencionan que presidía el altar donde reposaron monarcas como Fernando III y Alfonso X. Con el tiempo, comenzó a ser llamada “Virgen de la capilla de los reyes” y, a mediados del siglo XVI, adoptó el nombre actual: Nuestra Señora de los Reyes. Sin embargo, también fue venerada bajo la advocación de Nuestra Señora de los Ángeles, en alusión a una supuesta aparición ocurrida el 2 de agosto de 1248.

Una imagen "viviente" para Sevilla

Durante el reinado de Alfonso X, la Virgen de los Reyes formó parte del grupo de imágenes llamadas como “vivientes”. La talla contaba con un ingenioso mecanismo interior que le permitía mover brazos, cabeza e incluso flexionar las rodillas para ponerse de pie. El Niño Jesús también podía realizar movimientos. Aunque este sistema está hoy inutilizado, debió causar una gran impresión entre los fieles de la época.

La Virgen de los Reyes es la imagen que más veces ha participado en procesiones extraordinarias en Sevilla. Una de las más destacadas tuvo lugar en 1532, cuando, según crónicas, santa Ana “acudió” a recibirla a la altura del castillo de San Jorge para acompañarla hasta el puente. El motivo fue la victoria del emperador Carlos I sobre Solimán el Magnífico en Viena. En 1521, ya había cruzado el puente de barcas para pedir el fin de una fuerte sequía.

En diciembre de 1904, la Virgen de los Reyes recibió la primera coronación canónica celebrada en Andalucía. Durante tres días de preparación, la Catedral de Sevilla acogió a miles de fieles. El cardenal Ciriaco María Sancha, arzobispo de Toledo, impuso la corona en una ceremonia descrita por Santiago Montoto como un momento de fervor único, en el que la ciudad se volcó en su patrona.