Crecen las críticas por la pasividad ante las fiestas rave ilegales en Tablada

Recalcan que estas celebraciones, que muchas veces se extienden durante horas o incluso días, carecen de las mínimas garantías de seguridad e higiene

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Imagen de la Dehesa de Tablada.
Punto donde se realiza la rave en la Dehesa de Tablada.

La celebración de una fiesta rave ilegal el pasado 31 de diciembre en la Dehesa de Tablada, Sevilla, ha encendido las alarmas entre asociaciones de consumidores y ciudadanos, quienes denuncian la falta de acción por parte de las administraciones públicas para prevenir este tipo de eventos. Según la Asociación Española de Consumidores, la permisividad hacia estas celebraciones no solo afecta la seguridad y el orden público, sino que también evidencia un preocupante vacío en la gestión y el control de los espacios donde tienen lugar.

La Asociación Española de Consumidores subraya que este tipo de fiestas suelen organizarse con antelación suficiente mediante redes sociales, lo que, en su opinión, debería facilitar la intervención de las autoridades para impedir su inicio. «Resulta preocupante que se permita su realización, ya sea en propiedades privadas o en espacios públicos, sin que haya habido controles previos ni esfuerzos visibles para frenarlas», denunció la entidad en un comunicado.

Además, recalcan que estas celebraciones, que muchas veces se extienden durante horas o incluso días, carecen de las mínimas garantías de seguridad e higiene. La organización lamenta la «impunidad» con la que se desarrollan, destacando la falta de sanciones por parte de la Administración, así como la ausencia de controles sobre posibles actividades ilícitas, como la venta de drogas o alcohol a menores. También advierten sobre el consumo de alimentos y bebidas en estos eventos, que no pasan por ningún tipo de supervisión sanitaria.

Un problema recurrente en la Dehesa de Tablada

Por su parte, la Mesa Ciudadana por Tablada, un colectivo que lleva años trabajando por la conservación de este emblemático espacio sevillano, también ha expresado su indignación. Según el portavoz del grupo, el geógrafo Enrique Hernández, las fiestas rave no son un fenómeno nuevo en la zona. “En nuestras visitas hemos encontrado en diversas ocasiones celebraciones similares, muchas veces realizadas en áreas protegidas o de dominio público, como los 200 metros de terreno reservado como protección costera del río Guadalquivir”, explicó Hernández.

La organización alerta de que este tipo de actividades ilegales son solo una muestra más del «abandono absoluto» que sufre la Dehesa de Tablada. Hernández recordó que, además de las fiestas, el entorno enfrenta problemas graves como vertidos incontrolados de escombros y la proliferación de incendios durante el verano. «Tablada es un espacio emblemático, cargado de historia y potencial ambiental, pero está siendo despojado de su valor debido a la negligencia de las autoridades», añadió.

Tanto la Asociación Española de Consumidores como la Mesa Ciudadana por Tablada coinciden en señalar que es imprescindible una actuación más firme y coordinada por parte de las administraciones públicas. Ambas entidades solicitan medidas preventivas que permitan controlar este tipo de eventos antes de que se celebren, así como sanciones ejemplares para quienes los organizan y participan en ellos.

En el caso específico de la rave de fin de año en Tablada, los colectivos piden que se investigue si se cometieron infracciones relacionadas con el consumo y la venta de sustancias ilegales o la afectación al entorno natural. Además, exigen un plan integral para la recuperación y protección de la Dehesa de Tablada, con vigilancia activa para evitar la repetición de este tipo de incidentes.

La polémica no solo ha reabierto el debate sobre la falta de control de las fiestas ilegales, sino que también pone en el foco las carencias en la gestión de los espacios naturales y patrimoniales de Sevilla, que en muchos casos se encuentran en situación de abandono. Para los denunciantes, actuar de manera proactiva no solo es una cuestión de legalidad, sino también de compromiso con el medio ambiente y la ciudadanía.