
Choque entre el Defensor del Pueblo y los hosteleros de Sevilla por la gestión de veladores y terrazas
La Asociación de Hosteleros de Sevilla rechaza el informe del Defensor del Pueblo Andaluz y defiende la gestión municipal de las terrazas

La Asociación de Hosteleros de Sevilla y Provincia ha expresado su desacuerdo con la actuación del Defensor del Pueblo Andaluz, que recientemente abrió una investigación sobre la gestión de las terrazas y veladores en la capital andaluza.
La asociación considera que la iniciativa parte de “datos inexactos” y “conclusiones poco rigurosas”, ofreciendo una visión “parcial” de la realidad del sector hostelero en Sevilla.
El pronunciamiento de los hosteleros llega tras la solicitud del Defensor al Ayuntamiento de Sevilla para que aporte información detallada sobre las denuncias presentadas en los últimos tres años por incumplimiento de la normativa de veladores, así como sobre los procedimientos sancionadores abiertos y resueltos.
La institución busca determinar si el Consistorio está aplicando correctamente la regulación vigente en materia de ocupación del espacio público.
Sin embargo, desde la asociación recuerdan que la instalación de terrazas está “plenamente regulada” mediante ordenanzas municipales y planes específicos, además de un “sistema continuo de inspección”.
Según datos del colectivo, solo en los primeros nueve meses de 2025, el Servicio de Ordenación Pública llevó a cabo 1.026 inspecciones, sin incluir las efectuadas durante eventos especiales o celebraciones multitudinarias.
De ellas, únicamente 166 derivaron en actas policiales, lo que representa un 16 %, mientras que el 84 % restante no requirió sanción alguna. “Los casos de incumplimiento, aunque visibles, son aislados y no reflejan la realidad del conjunto del sector”, subrayan los hosteleros, que rechazan cualquier “criminalización general” de la actividad.
Los veladores, exentos de responsabilidad acústica en Sevilla
Uno de los argumentos principales del sector se apoya en el Mapa Estratégico de Ruido de Sevilla (MERSE), elaborado por el propio Ayuntamiento. El documento identifica el tráfico viario como la principal fuente de contaminación acústica, seguido a mucha distancia por la actividad industrial o el transporte ferroviario y aéreo.
El informe, señalan los hosteleros, clasifica expresamente la hostelería como una actividad “no emisora” de ruido, sin atribuir a las terrazas ni a los veladores niveles sonoros que superen los límites legales. Además, recuerdan que las Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) se vinculan principalmente a áreas con alta densidad de ocio nocturno y tráfico, no a la instalación de terrazas.
En los últimos años, el marco normativo ha evolucionado significativamente. La Unión Europea, el Gobierno de España y la Junta de Andalucía han actualizado los criterios de medición del ruido. En ese contexto, el nuevo Decreto 50/2025 refuerza las competencias de los ayuntamientos en la regulación de terrazas y veladores.
El Ayuntamiento de Sevilla, por su parte, ha revisado en 2025 su ordenanza municipal de veladores, endureciendo los requisitos de ocupación y horarios, e introduciendo medidas para minimizar el ruido generado durante el montaje y desmontaje de estructuras.
A estas medidas se suma la autorregulación voluntaria del sector, que ha adelantado los horarios de retirada de terrazas hasta la medianoche —una hora antes en zonas ZAS— y ha implantado protocolos de buenas prácticas para fomentar la convivencia.
Un sector clave para la economía y la identidad sevillana
Más allá del debate normativo, los hosteleros recuerdan que la hostelería constituye una actividad estratégica para la economía de la ciudad, generadora de miles de empleos directos e indirectos. Las terrazas, añaden, actúan como un motor de dinamización en numerosos barrios, fomentando la seguridad y la actividad comercial.
Asimismo, la asociación subraya el componente cultural de los veladores, integrados en la identidad social sevillana y en su tradición de vida al aire libre. “Las terrazas forman parte del paisaje urbano y de la forma de relacionarse de los sevillanos”, defienden.
No obstante, el colectivo reconoce que algunas mediciones de las ZAS están “obsoletas” y no reflejan la realidad actual del ruido urbano. Por ello, ha anunciado su intención de impugnar judicialmente aquellas zonas acústicas cuya delimitación no se base en datos recientes.
En su comunicado, la Asociación lamenta que el Defensor del Pueblo Andaluz “no haya considerado oportuno reunirse” con representantes del sector antes de emitir su análisis. “La convivencia no se logra con prohibiciones, sino con diálogo y gestión equilibrada del espacio público”, concluyen los hosteleros.

