Certezas policiales y mentiras ‘maternales’ en torno a la desaparición del niño de Morón de la Frontera, en Sevilla

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La desaparición del niño de Morón de la Frontera, Antonio David Barroso Díaz, de sólo 15 años de edad, sigue siendo motivo de investigaciones policiales. El chico padecía una discapacidad que le hacía dependiente, totalmente, de su madre, Macarena Díaz.

Extraño viaje y desaparición

Su desaparición se produjo en septiembre del año 2021 cuando el día 12 montó al niño en el coche y se desplazó a Cádiz, posteriormente regresó a Sevilla y tomó la Vía de la Plata hasta llegar a Talavera de la Reina, en Toledo, donde pasaron unas horas en un hotel del que salieron pasada la medianoche.

Sobre las siete de la mañana la mujer llegó, sola, a la gasolinera de Carabias, en Segovia, fue donde dijo haber matado a su hijo y arrojado a un contenedor de basuras en Madrid, si bien la versión la cambiaría en diversas ocasiones, en una de ellas afirmó que el niño murió de causa natural y que se lo quería llevar a Santiago de Compostela para que el apóstol obrara un milagro con él, después de muerto, y que resucitaría (?).

Salud mental de la madre

La madre tiene diagnosticada una enfermedad metal y en el momento de la muerte del niño, del presunto el homicidio, pudo haber estado en un brote psicótico.

El niño estaba enfermo y le retiró la medicación, lo cual, en el estado del menor, es una grave imprudencia. Se han filtrado conversaciones en las que a una amiga suya le decía: «quieren que me encierren y no me podéis culpar de nada. No hay cuerpo, no hay delito. Me van a encerrar una mierda».

La dificultad de encontrar el cuerpo del menor en el vertedero de Valdemingómez es alta pues es donde indicó que tiró el cuerpo y donde se procesa la basura de Madrid.

Negligencia según la Policía

La madre dejó de medicarse voluntariamente y estaba expuesta a brotes psicóticos y eso podía poner en peligro la vida del menor que necesitaba asistencia constante.

Antonio David padecía epilepsia por encefalopatía, síndrome Lenox-Gastaus, con crisis convulsivas y disfunción intelectual así como problemas conductuales. Macarena dejó de dar la medicación y comenzar a dar una «alimentación sana» al niño con zumos, fibras, cereales, todo como consecuencia de no haber sumido buen el diagnóstico del especialista en neurología del Hospital «Virgen de Valme» de Sevilla.

Macarena habría buscado información en internet sobre los efectos de no medicar al niño y también de los fármacos recetados por el médico así como de sus efectos secundarios. Era consciente que conllevaría más ataques epilépticos e, incluso, son dificultad para tragar lo que es, para la Policía, una clara negligencia.

Muerte del menor

Según la Policía no creen que el menor muriera el día 8 como afirma Macarena Díaz sino la noche del 11 al 12 o el mismo 12 de septiembre en el viaje.

La presunta homicida había incumplido también una orden de alejamiento sobre otra hija y que le generaba ansiedad a la niña. Hoy está en libertad pendiente que se resuelva el caso.