La sequía y el aumento de temperaturas en Andalucía está haciendo estragos, una de las zonas más castigadas es la de la provincia de Sevilla con un nivel de reservas de agua, la el área metropolitana, que no llega ya al 19%, la peor sequía en 30 años.
Situación alarmante
Por todo ello son muchas las alternativas que se buscan antes de llegar a medidas más extremas como serían las restricciones de agua en la ciudad. Desde Emasesa y Aljarafesa se indica que en el mes de octubre, con este nivel de agua embalsada, tan sólo se tendrá para 10 meses y, por ello, se comienza a planificar un plan de acción.
Se espera que pueda llover pero las previsiones indican que el verano será muy cálido y eso genera que haya una gran preocupación por el abastecimiento de agua en la ciudad.
Así la idea más cercana es canalizar el agua del estuario del Guadalquivir mediante una membrara especial que estará ubicada en la planta sevillana de «El Carambolo».
Este agua tratada/filtrada será mezclada con la de los embalses para que pueda ser consumida. Obviamente todo ello bajo un control sanitario exacto y pulcro.
El estuario del Guadalquivir
Cabe destacar que el estuario del Guadalquivir es el último tramo que recibe agua procedente del mar siendo el río el que va hacia el origen.
El estuario proporcionaría abundante agua teniendo una salinidad entre 1,5 y 5 gramos de sal por litro -el agua de mar es de 35 gramos/sal por litro-.
Tomar agua del río daría el abastecimiento necesario a la ciudad aunque también exige de una inversión siendo una actuación prioritaria del Ministerio para la Transición Ecológica. Se trata del agua potable para el abastecimiento de la población, algo que se considera prioritario.
Sería beber agua de río pero del estuario y bajo tratamiento, un tratamiento que le daría más pureza. El agua sería tratada y filtrada pasando otras materias a la depuradora de aguas residuales siendo respetuosa con el medio ambiente. Esta captación hidrológica se hará en Rivera de Hueva.
Posibilidad de cortes de agua
Por el momento se descartan cortes de agua en la ciudad pues sería muy traumático para la población aunque se contempla en casos de emergencia.
Por otra parte se realizan ya tareas de restricciones en el riego a fin de economizar agua así como se dan consejos a la población para evitar malgastarla en medidas de ahorro que son vitales.
También se ha puesto un mayor control en contadores de agua digitales y se se ha bajado el consumo de agua de 194 litros/habitante en 1980 a 108 litro/habitante en 2023.
El objetivo es bajarlo a 90 litros/habitante. Son medidas que se están tomando allá donde es necesario que llueva abundantemente y donde se debe llevar una tarea de concienciación en la población que es vital.
Al sevillano ahora sólo le espera que las medidas sean efectivas y que el tratamiento del agua del estuario pueda aliviar la situación extrema de sequía que se está viviendo.