Batalla por el modelo turístico en Andalucía, vecinos contra turistas

«No se puede apostar solo por un sector tan voluble que genera empleo precario y empobrece a la población»

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Sevilla se muere
Reunión de la plataforma "Sevilla se muere".

Las ciudades andaluzas se enfrentan a un dilema: regular el turismo o dejar que siga creciendo sin control. La semana pasada, Barcelona anunció la eliminación de 10.000 licencias de pisos turísticos, mientras que en Granada y Sevilla las autoridades locales buscan medidas para limitar su proliferación.

En el centro del debate está el impacto del turismo en la vida cotidiana de los residentes. El aumento de los precios de la vivienda, la gentrificación de los barrios y la masificación de las calles son algunos de los problemas que denuncian los vecinos.

Plataformas como Sevilla se Muere, Cádiz Resiste y Albayzín Habitable han surgido para defender los derechos de los residentes y exigir un modelo turístico más sostenible. Estas plataformas no se oponen al turismo en sí, sino al turismo de masas que degrada la calidad de vida en las ciudades.

¿Qué medidas se están tomando?

Granada: La alcaldesa socialista, Marifrán Carazo, impulsará una moratoria para limitar los pisos turísticos.

Sevilla: El alcalde popular, José Luis Sanz, asegura que no puede congelar las licencias por ley, pero está abierto a otras medidas.

Junta de Andalucía: Se está elaborando un mapa de saturación turística para identificar las zonas más afectadas.

Gobierno central: Se estudia la posibilidad de una tasa turística para las grandes ciudades.

¿Qué opinan los expertos?

Iban Díaz, investigador de la Universidad de Sevilla: «Las administraciones han ignorado las demandas de la ciudadanía a la hora de regular el turismo. Los vecinos deben tener voz en la toma de decisiones.»

¿Cuál es el futuro del turismo en Andalucía?

La respuesta no es sencilla. Es necesario encontrar un equilibrio entre los beneficios económicos del turismo y el bienestar de los residentes. Las nuevas plataformas ciudadanas están jugando un papel importante en la búsqueda de soluciones, exigiendo un modelo turístico más justo y sostenible.

El turismo masivo está generando problemas en las ciudades andaluzas. Los vecinos se organizan para defender su calidad de vida. Las autoridades buscan medidas para regular el turismo. El futuro del turismo en Andalucía es incierto.

Un mes de protestas

Las calles de las principales ciudades andaluzas se han convertido en el escenario de un grito común: ¡basta ya de turismo sin control! Desde Granada hasta Cádiz, pasando por Sevilla, miles de vecinos se han unido a las protestas convocadas por diversas plataformas ciudadanas para exigir un modelo turístico más sostenible y respetuoso con la vida de los residentes.

El pistoletazo de salida lo dio Albayzín Habitable en Granada. El pasado sábado, se concentraron en el emblemático Mirador de San Nicolás para denunciar la masificación turística que sufre el Albaicín, donde se estima que el 50% de los pisos de uso turístico son ilegales. «El problema no son los visitantes, sino la falta de regulación», afirma Olalla Luque, miembro del colectivo. «La situación es insostenible: disminuye el censo, se disparan los precios de la vivienda y los servicios públicos se ven colapsados».

En Cádiz, la plataforma Cádiz Resiste se unió al Sindicato de Inquilinas de Málaga para una gran manifestación el próximo 29 de junio. Esta ciudad, que ostenta el triste récord de ser la capital de provincia con más viviendas turísticas por habitante, sufre especialmente las consecuencias del monocultivo turístico. «No queremos ser el atrezo de un parque temático», afirma Jesús Ruiz, portavoz de Cádiz Resiste. «Necesitamos medidas justas que protejan a los vecinos y garanticen una convivencia sostenible».

Las reivindicaciones de estas plataformas son comunes a todas las ciudades andaluzas:

Tasa turística: para financiar medidas que beneficien a los residentes.

Regulación del alquiler turístico: limitando los días anuales y persiguiendo las viviendas ilegales.

Protección del comercio local y el transporte público: frente a la competencia desleal y el uso abusivo por parte de los turistas.

Inversión en vivienda pública: para paliar el déficit y garantizar el acceso a una vivienda digna.

Medidas contra la gentrificación: controlando la inversión extranjera y limitando el aumento desmesurado del precio del suelo.

El mensaje de los andaluces es claro: el turismo no puede ser a costa de la calidad de vida de los residentes. Las autoridades locales y regionales deben tomar medidas urgentes para reconducir el modelo turístico hacia la sostenibilidad y la justicia social.

Andalucía se moviliza contra el turismo descontrolado: ¡basta ya!

Diversas plataformas ciudadanas se unen en protestas por toda la región para exigir un modelo turístico más sostenible y justo. Curro Machuca, del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Málaga, lo tiene claro: «el problema no es el turista, es el modelo que genera desigualdad y empobrecimiento».

La movilización comenzó en Granada, donde Albayzín Habitable denuncia la masificación y la proliferación de pisos turísticos ilegales. En Cádiz, Cádiz Resiste se une al Sindicato de Inquilinas de Málaga para protestar contra el «monocultivo turístico» que ahoga a la ciudad. Y en Sevilla, el Movimiento por la Vivienda se suma a la manifestación del Orgullo y Sevilla se Muere se concentra en la Plaza del Salvador.

Las demandas son comunes: Basta de licencias para pisos turísticos. Regulación del alquiler turístico y persecución de las viviendas ilegales. Tasa turística para financiar medidas que beneficien a los residentes. Protección del comercio local y el transporte público. Inversión en vivienda pública y medidas contra la gentrificación, la «barificación» y la «eventificación».

Los vecinos están hartos. «Vivimos en una feria permanente», denuncia David López, presidente de Sevilla se Muere. «No se puede apostar solo por un sector tan voluble que genera empleo precario y empobrece a la población».

¿Se escuchará el clamor de las calles? El futuro del turismo en Andalucía está en juego. Las autoridades deben tomar medidas urgentes para reconducir el modelo hacia la sostenibilidad y la justicia social.