Padres y alumnos protestando por la calor en las aulas a las puertas del colegio.
Protesta de los padres de los alumnos.

“Aulas sí, saunas no”: denuncian altas temperaturas en un colegio histórico de Sevilla

Se han llevado aparatos para mitigar la calor han sido distribuidos por las aulas gracias a la aportación de los padres, aunque su eficacia es muy limitada

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La imagen se repitió en la mañana del jueves a las puertas del CEIP Borbolla, en el barrio sevillano de Nervión. Ha sido decenas de padres, alumnos y profesores volvieron a concentrarse para denunciar las altas temperaturas en las aulas, una situación que, según aseguran, no ha mejorado respecto al curso anterior.

Entre consignas como “No somos huevos, no nos frías” o “Tú tienes aire, los niños no”, la comunidad educativa pidió medidas inmediatas que garanticen condiciones dignas para los escolares.

Muchos niños llegaron con pulverizadores de agua en un intento de aliviar el asfixiante calor, mientras que en el suelo se acumulaban las cajas de los veinte ventiladores adquiridos por el AMPA Oriente.

Estos aparatos han sido distribuidos por las aulas gracias a la aportación de los padres, aunque su eficacia es muy limitada. “Son parches que apenas sirven para mover aire caliente. Los niños salen chorreando y con golpes de calor”, explicó Sara Albelda, que es portavoz de la asociación de familias.

Según relatan, en algunas clases se superan los 35 grados, obligando a trasladar a los alumnos de la segunda planta a espacios más bajos del edificio, algo más frescos.

A pesar de estos esfuerzos, la sensación es de frustración pues “llevamos años escuchando promesas sobre la bioclimatización, pero nunca llega. Mis hijos entraron en este colegio hace cuatro años y sigo oyendo lo mismo”, lamentaba Albelda.

Un edificio histórico con infraestructuras obsoletas en Sevilla

El CEIP Borbolla ocupa un inmueble centenario, diseñado por Juan Talavera Heredia a comienzos del siglo XX. Su valor patrimonial viene a contrastar con una instalación eléctrica anticuada, que impide reforzar la climatización.

“Algunas aulas cuentan con equipos portátiles de refrigeración, pero no podemos instalarlos en todas porque la red no lo soporta”, explicaba la portavoz del AMPA. “Los padres estaríamos dispuestos a comprar más aparatos, pero es inviable. Mientras tanto, los políticos trabajan fresquitos”.

Además del calor en las aulas, el patio del colegio carece de zonas de sombra, lo que agrava la situación durante el recreo. Los propios alumnos, según la indicación de sus familias, se quejan de que los ventiladores apenas alcanzan a la primera fila de pupitres y que en el exterior “lo pasan fatal”.

El centro también arrastra problemas de humedades que, de momento, no han sido abordados pese a existir una partida presupuestaria destinada a ello.

La protesta de este jueves contó con la participación de representantes sindicales. La CGT, a través de su rama de Enseñanza, expresó en redes sociales su apoyo con el lema: “Aulas sí, saunas no”, reclamando al Ayuntamiento de Sevilla y a la Junta de Andalucía que hagan efectiva la ley de Bioclimatización.

Por su parte, desde la Consejería de Educación recordaron que el CEIP Borbolla se encuentra entre los ochenta centros incluidos en la segunda fase del programa autonómico de bioclimatización, dotado con 30 millones de euros.

Según fuentes oficiales, este plan incorporará sistemas de refrigeración adiabática así como placas solares, aunque reconocen que los trámites administrativos retrasan su ejecución.

La Junta de Andalucía anunció además que el próximo mes se transferirán entre 15.000 y 20.000 euros directamente a cada colegio de infantil, primaria e institutos públicos de Andalucía para que inviertan en medidas de climatización inmediatas, ya sea en aires acondicionados, toldos u otras soluciones que se crean oportunas.

El caso del Borbolla no es un caso aislado ya que en Sevilla, 125 centros educativos ya cuentan con sistemas de bioclimatización, mientras que otros 16 están pendientes de su instalación dentro de la misma fase que incluye al colegio de Nervión.

La inversión global de la Junta de Andalucía para la mejora del confort térmico en colegios e institutos supera los 200 millones de euros, a los que ahora se suman 55 millones adicionales en transferencias directas.

Sin embargo, para las familias del CEIP Borbolla, las cifras no compensan el día a día de sus hijos en aulas que se convierten en auténticas saunas.

“Seguiremos protestando hasta que llegue una solución real. No podemos esperar más”, advertía Albelda al término de la concentración.