Si bien Cultura y la Comisión de Patrimonio han dado su visto bueno a la obra, las asociaciones conservacionistas, especialmente Adepa, que ha tenido una gran influencia en el proyecto, siguen mostrando su descontento. Argumentan que la estética medieval del edificio se ha visto desvirtuada por la intervención.
Las nuevas cubiertas metálicas y las escaleras mecánicas junto a los arcos históricos son los elementos que más controversia generan.
Los detractores lamentan la eliminación de las antiguas cubiertas de teja árabe, que, según ellos, tenían un sistema de evacuación de aguas similar al de la Mezquita de Córdoba. Además, insisten en que las Atarazanas se encuentran en un entorno declarado Patrimonio Mundial, lo que, a su juicio, debería haber pesado más en la toma de decisiones.
Los conservacionistas defienden un «máximo respeto» por la historia y la materialidad del edificio.
Críticas a la rehabilitación
Critican que la rehabilitación no se haya centrado en el inmueble en sí, sino que haya añadido elementos que, en su opinión, lo desvirtúan. Señalan diversas leyes de patrimonio para respaldar su postura.
En el otro lado de la balanza, el Colegio de Arquitectos defiende con rotundidad la intervención.
Consideran que las críticas son «estériles» y «anticuadas», y piden pasar página para poder avanzar.
Atarazanas de Sevilla: ¿Monumento histórico o nave industrial?
Las Atarazanas de Sevilla, un Bien de Interés Cultural desde 1969, se encuentran en el centro de un debate sobre su reciente rehabilitación.
La polémica se centra en la cubierta del edificio, que ha sido sustituida por una de chapa metálica. Los conservacionistas critican esta decisión, alegando que desvirtúa la estética medieval del edificio y que no respeta la Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español ni la Ley 14/2007 de Patrimonio Histórico de Andalucía.
¿Materiales compatibles?
Estas leyes establecen que los materiales utilizados en la restauración de bienes patrimoniales deben ser compatibles con los originales y ofrecer comportamientos y resultados suficientemente contrastados. Los conservacionistas consideran que la chapa metálica no cumple estos requisitos y que es más propia de una nave industrial que de un monumento histórico.
Defensa de la rehabilitación
Desde el Colegio de Arquitectos se defiende la rehabilitación en todos sus aspectos, asegurando que cuenta con todas las garantías técnicas y patrimoniales. Argumentan que el proyecto ha sido supervisado por expertos y que la nueva cubierta es necesaria para la conservación del edificio.
Modernidad vs tradición
Los arquitectos señalan que el debate entre modernidad y tradición se superó hace décadas en la teoría patrimonial y que Sevilla debe huir de «discursos inmovilistas» que cuestionen a los profesionales. Destacan la trayectoria del arquitecto responsable de la intervención y sus reconocimientos a nivel nacional e internacional.
Las Atarazanas reabrirán sus puertas en los próximos meses como un gran centro cultural. La polémica sobre la rehabilitación ha generado opiniones encontradas, pero el debate ha servido para poner sobre la mesa la importancia de la conservación del patrimonio histórico y la necesidad de encontrar un equilibrio entre tradición y modernidad.
El debate sigue abierto: ¿Ha respetado la reforma la esencia de las Reales Atarazanas o ha traicionado su legado histórico?