
Así será la nueva Plaza Nueva de Sevilla: más mármol, pérgolas y arbolado renovado
La reforma de la Plaza Nueva arrancará en septiembre sin afectar a la Semana Santa ni a la Navidad

La esperada remodelación de la Plaza Nueva de Sevilla tiene ya fecha de inicio. El alcalde, José Luis Sanz, ha confirmado que los trabajos comenzarán a mediados de septiembre, tras la fase preliminar que se ha llevado a cabo en la solería que rodea la estatua de San Fernando. La actuación, adjudicada a la empresa Martín Casillas, cuenta con un presupuesto de más de 4,5 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses, por lo que está previsto que finalice en la primavera de 2027.
El regidor popular ha subrayado que las obras se desarrollarán sin interferir en las dos celebraciones más multitudinarias de la ciudad, la Semana Santa y la Navidad, de manera que el corazón de Sevilla mantendrá su uso festivo sin interrupciones. “Las obras se irán ejecutando pensando, evidentemente, en la Semana Santa, para que cuando llegue las molestias sean las menos posibles”, explicó Sanz, recordando la dificultad de planificar actuaciones urbanas en una ciudad marcada por un calendario festivo muy condicionado.
“Una ciudad que llevaba años abandonada”
En su intervención, el alcalde pidió disculpas a los sevillanos por las molestias ocasionadas por las múltiples obras en marcha. “Aviso de que quedan muchas obras porque vivimos en una ciudad que llevaba muchos años abandonada, donde no se acometían actuaciones importantes”, apuntó, recordando el ejemplo de la calle Zaragoza, donde Emasesa recomendó actuar hace ya 27 años.
La reforma de la Plaza Nueva se suma así a un conjunto de proyectos que buscan modernizar las infraestructuras básicas de la capital andaluza, desde las redes de saneamiento y abastecimiento hasta la renovación estética de espacios emblemáticos.
La solería, primer frente de la remodelación de la Plaza Nueva
Los trabajos preliminares arrancaron en octubre de 2024 en la trama central de mármol y chinos que rodea el monumento a San Fernando. El objetivo ha sido recuperar las dimensiones originales del espacio y ampliarlo de 88 x 48 metros a 105,7 x 59,45 metros, con una pavimentación de mármol blanco, gris y rojo.
El mármol blanco de Macael contará con un tratamiento protector que facilita la limpieza y actúa como barrera antimanchas y antihumedad, lo que permitirá mejorar el mantenimiento de este espacio tan transitado. Además, se renovarán las redes de saneamiento y abastecimiento para evitar los problemas de encharcamiento que sufre la zona en épocas de lluvias.
En paralelo, el proyecto prevé una nueva instalación de alumbrado público que refuerce la iluminación monumental tanto de la fachada del Ayuntamiento como de la estatua ecuestre de San Fernando, otorgando mayor realce nocturno a este enclave histórico.
Más árboles, pérgolas y mobiliario urbano
La remodelación también se centrará en la recuperación de la estética historicista que caracterizó en su día a la Plaza Nueva. Para ello, se actuará sobre el arbolado, trasplantando cuatro palmeras que rompen la simetría actual y plantando once nuevos plátanos y cuatro naranjos, de forma que se complete la composición vegetal en los paseos perimetrales.
En cuanto al mobiliario urbano, está prevista la sustitución de los actuales bancos de granito y madera por otros de fundición en gris forja, que reforzarán la unidad visual del espacio. Asimismo, se instalarán dos pérgolas en los extremos norte y este de la plaza, inspiradas en los antiguos quioscos de música, y dos fuentes de agua potable accesibles.
Por otro lado, la zona de carga y descarga se desplazará hacia la calle Madrid, detrás del hotel, donde se habilitará una plataforma única que incluirá un espacio reservado para el estacionamiento en cordón de vehículos de reparto.
Con esta remodelación, el Ayuntamiento busca devolver a la Plaza Nueva no solo su imagen histórica y monumental, sino también mejorar su funcionalidad para residentes, visitantes y grandes eventos. La intervención supone, en palabras del alcalde, “recuperar un espacio que es símbolo de Sevilla y que llevaba demasiado tiempo sin recibir la atención que merece”.
A partir de septiembre, el corazón de la ciudad vivirá una transformación que, según el calendario previsto, culminará en 2027, coincidiendo con la primavera y sin alterar los momentos festivos que definen la vida urbana sevillana.