La llegada de la borrasca Jana ha supuesto un respiro para los embalses de Andalucía, que en las últimas horas han recibido un importante aporte de agua. Según los datos del Sistema Automático de Información Hidrológica de la Cuenca del Guadalquivir, en apenas un día han entrado más de 140 hectómetros cúbicos, una cantidad equivalente al consumo humano de más de dos meses. Sin embargo, para evitar que algunos pantanos superaran sus niveles de seguridad, también ha sido necesario desembalsar más de 26 hectómetros cúbicos.
A pesar de la mejora, la sequía sigue dejando huella. Actualmente, los embalses de la cuenca del Guadalquivir almacenan 3.452 hectómetros cúbicos, lo que representa el 43% de su capacidad total. Se trata de la cifra más alta registrada desde el 26 de junio del año pasado, aunque sigue lejos de los niveles históricos.
El incremento de agua embalsada ha obligado a abrir compuertas en varias infraestructuras, destacando el desembalse de más de 10 hectómetros cúbicos en el pantano de El Gergal (Sevilla). También han liberado agua los embalses de Guadalmellato y Retortillo, en Córdoba, así como los sevillanos de Puebla de Cazalla, Huesna y Pintado.
Las lluvias seguirán beneficiando a los embalses
Las previsiones meteorológicas indican que las precipitaciones continuarán en los próximos días, lo que permitirá que los ríos y las escorrentías sigan alimentando los embalses. Este fenómeno ya se ha reflejado en provincias como Cádiz, donde las reservas han aumentado en casi 68 hectómetros cúbicos en una semana, alcanzando los 630. En Málaga, los embalses han pasado de 173 a 236 hectómetros cúbicos, un incremento de más de 63. Huelva también ha experimentado un notable ascenso en sus niveles de almacenamiento.
Sin embargo, la situación no es uniforme en toda Andalucía. En Granada y Almería, el impacto de las lluvias ha sido mínimo, con apenas un hectómetro cúbico más en cada provincia en la última semana.
En cuanto a las cuencas andaluzas, la Mediterránea ha superado los 434 hectómetros cúbicos, un incremento de casi 85 respecto a la semana anterior y prácticamente el doble que en el mismo periodo del año pasado. Por su parte, la del Guadalete-Barbate ha alcanzado los 549 hectómetros cúbicos, una cifra muy superior a los poco más de 300 registrados en 2024.
Pese a esta mejora en la capacidad de almacenamiento, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir mantiene su previsión de restringir el suministro de agua para regadío, que será la mitad del concedido el año pasado. Aunque la borrasca ha dejado buenas noticias, la sequía sigue condicionando la gestión de los recursos hídricos en Andalucía.