Diferentes expresiones de la Macarena tras la intervención de Arquillo.
La mala intervención de Arquillo en el rostro de la Macarena es muy evidente.

Aprobada la restauración de la Virgen de la Esperanza a cargo de Pedro Manzano y bajo supervisión del IAPH

La Hermandad de la Macarena vive un cabildo histórico con una participación récord y un respaldo mayoritario a la intervención tras la polémica restauración de los Arquillo

 

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En una noche marcada por la expectación, los nervios y la masiva afluencia de hermanos, la Hermandad de la Macarena aprobó en cabildo extraordinario la restauración de la Virgen de la Esperanza.

La imagen será intervenida por el restaurador Pedro Manzano bajo la tutela del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) así como por la supervisión de una comisión técnica de expertos.

El respaldo fue contundente ya que de los 1.475 votos emitidos, 998 fueron favorables, 458 contrarios, 13 en blanco y 6 nulos.

Un resultado que duplica el número de votos en contra y viene a mostrar el amplio apoyo a la decisión adoptada por la junta de gobierno, encabezada por el hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero.

La restauración pretende corregir las groseras alteraciones provocadas durante la polémica intervención realizada en junio por Francisco y David Arquillo, padre e hijo. La actuación generó una oleada de críticas por el cambio en la expresión del rostro de la Dolorosa.

El IAPH ha concluido que los Arquillo se extralimitaron en su actuación, modificando rasgos morfológicos como las cejas y los párpados inferiores, algo que sobrepasa los límites de una simple conservación.

Cabildo de La Macarena

El cabildo se desarrolló en un ambiente de alta expectación. Más de 2.000 hermanos y hermanas acudieron a la convocatoria, obligando a habilitar espacios adicionales como el coro y el presbiterio de la basílica. Incluso comercios de la zona agotaron existencias ante la afluencia de asistentes.

Durante el acto, el hermano mayor -muy discutido y al que piden la dimisión- se dirigió por primera vez públicamente a los hermanos desde que estalló la controversia en junio. Fernández Cabrero pidió perdón, reconoció errores en la gestión del proceso y subrayó que su papel no puede abarcar todos los detalles.

Cabrero también explicó su decisión de no intervenir antes públicamente: “El sitio para hablar es aquí, ahora”.

La sesión permitió esclarecer el desarrollo de los hechos del pasado junio. Según se expuso, el día 21 de ese mes, tras el descontento general -y criticado duramente en redes sociales- por el resultado de la intervención de los Arquillo, se realizaron hasta seis intentos fallidos de contactar con el restaurador.

Finalmente, se improvisaron medidas de emergencia para devolver la imagen al culto y se permitió una nueva intervención ese mismo día. Aun así, la junta consideró que los cambios faciales excedían el límite de lo aceptable.

El informe del IAPH, presentado por el técnico José Luis Gómez Villa, señaló que los trabajos realizados por los Arquillo alteraron indebidamente la imagen. La Virgen había sido examinada en las instalaciones del instituto el pasado 2 de julio durante quince horas continuas de estudio.

Pedro Manzano, por su parte, expuso que entre las medidas planteadas se incluye un análisis fotográfico por luz ultravioleta, estudios de la policromía y estructura de capas, pruebas de carbono 14 para determinar la antigüedad de la madera, y tratamientos contra xilófagos.

El proceso podría durar hasta tres meses, aunque si fuera necesario, se podría alargar hasta la cuaresma de 2026, impidiendo que la imagen esté presente en actos tradicionales como el besamanos del 18 de diciembre.

El cabildo también aprobó la creación de dos comisiones de expertos, de ellas una sería de seguimiento y otra técnica de trabajo. Entre sus miembros figuran especialistas del IAPH, catedráticos universitarios, restauradores, escultores y técnicos en conservación.

El proceso de restauración aprobado busca recuperar la identidad visual de una de las imágenes más queridas y emblemáticas de la religiosidad sevillana. La decisión marca un punto de inflexión tras semanas de tensiones internas y una controversia que ha dejado una profunda fractura en la corporación.