
Adiós temporal al Mercado de Feria: reformas millonarias y reapertura en 2026
Las obras de rehabilitación del Mercado de la calle Feria avanzan con horizonte en marzo de 2026

El histórico Mercado de la calle Feria de Sevilla ha iniciado una honda transformación que lo mantendrá en obras hasta marzo de 2026.
El proyecto, con una inversión que supera los 900.000 euros, busca modernizar sus instalaciones sin alterar su esencia, atendiendo así a una demanda largamente expresada por comerciantes y vecinos del barrio.
La intervención tiene como finalidad resolver problemas estructurales, mejorar la eficiencia energética del edificio y garantizar la accesibilidad universal, aspectos que habían quedado antiguos con el paso de los años.
El delegado de Consumo, José Lugo, indicó que el propósito principal es “adaptar el mercado a las necesidades actuales sin perder su carácter patrimonial, recuperando el esplendor de un espacio que sigue siendo el alma de uno de los barrios más emblemáticos de Sevilla”.
Aunque la obra ya está en marcha, el calendario prevé una pausa estratégica. Durante los meses de noviembre y diciembre de este año los trabajos se detendrán para facilitar el desarrollo de la campaña de Navidad, uno de los momentos de mayor actividad comercial que tiene el lugar.
Una vez finalizadas esas fechas clave, se retomará el ritmo normal de ejecución hasta completar los plazos establecidos.
La empresa encargada de materializar la reforma es Klimaluft, adjudicataria tras la renuncia de Plaza Sistemas (Grupo Plaza) a continuar en el proceso de licitación. Con su incorporación, el proyecto ha podido arrancar de manera definitiva después de varias demoras administrativas.
Mejoras en climatización y accesibilidad del Mercado de la calle Feria
El plan de actuación contempla una renovación integral del sistema de climatización y ventilación en las cuatro cuartelas en que se divide el interior del mercado. El objetivo es optimizar la eficiencia energética y ofrecer mayor confort a comerciantes y visitantes durante todo el año.
Otro de los puntos clave es la creación de un núcleo de aseos completamente accesibles, una de las demandas históricas del barrio. También se sustituirá el lucernario por una estructura de aluminio anodizado con vidrio de baja emisividad.
Este cambio no solo permitirá mejorar la estanqueidad y la seguridad del edificio, sino que además sumará a un mayor ahorro energético.
La rehabilitación también se extenderá a la imagen exterior del inmueble. El callejón que conecta las distintas cuartelas será renovado con solera armada y adoquinado de granito de Gerena, un material de gran durabilidad.
Al mismo tiempo, las fachadas serán saneadas y pintadas con pintura al silicato, que garantiza mayor resistencia a la intemperie y prolonga la vida útil del acabado.
En el interior se ejecutarán trabajos de mejora en paredes, techos y carpinterías, utilizando materiales como ladrillo hueco doble, yeso laminado y madera lacada.
Todos estos elementos han sido seleccionados para mantener la estética tradicional del mercado, al tiempo que introducen estándares actuales de calidad y resistencia.
Uno de los aspectos más valorados del proyecto es su equilibrio entre modernización y conservación. La intervención incluye la limpieza y reparación de las cubiertas, sustituyendo los listones de madera de pino y reforzando las fijaciones para garantizar la seguridad estructural.
Estas actuaciones permitirán conservar la volumetría y la imagen original del edificio, adaptándolo a las necesidades del siglo XXI sin perder su identidad histórica.
Para los comerciantes, la obra supone una oportunidad de mejorar la competitividad de sus puestos en un espacio más funcional y atractivo.
Para los vecinos, significa la recuperación de un punto de encuentro tradicional que, tras años de espera, entra en una nueva etapa de revitalización.
Con la rehabilitación en marcha, el Mercado de la calle Feria se encamina a consolidarse como un espacio de referencia en la ciudad.
Se trata de una intervención que combina la preservación de un patrimonio histórico con la incorporación de mejoras a fin de asegurar su sostenibilidad futura.
La reforma, más allá de la mejora arquitectónica, representa una inversión social y cultural en uno de los barrios con más personalidad de Sevilla.
Su modernización permitirá no solo dinamizar la actividad comercial, sino también reforzar su papel como punto neurálgico de convivencia y vida comunitaria.