
Acoso escolar y silencio institucional, las familias de Sandra Peña y Kira alzan la voz en Madrid
Familias de víctimas de acoso escolar exigen frente al Congreso una ley tras el caso de Sandra Peña

La familia de Sandra Peña, la joven sevillana de 14 años que se quitó la vida en octubre tras sufrir presuntamente acoso escolar, se unió este jueves a una manifestación frente al Congreso de los Diputados para reclamar una Ley Integral contra el Acoso Escolar.
La concentración, convocada por la Asociación Trencats contra las Violencias en las Escuelas, reunió a familiares de otras víctimas y colectivos sociales en una jornada marcada por el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar.
Isaac Villar, tío de Sandra, explicó durante la protesta que la familia exige “no solo el endurecimiento de las penas” para quienes cometen acoso, sino también la implantación de medidas preventivas eficaces.
Villar denunció que el protocolo contra el acoso no se aplicó en el centro educativo donde estudiaba su sobrina y que esa falta de actuación pudo contribuir a agravar su situación emocional. “No podemos asegurar que se habría evitado el desenlace, pero sí que se podrían haber mitigado los riesgos”, lamentaba.
Por su parte, José Manuel López, fundador de Trencats, denunció el “abandono total y absoluto” que sufren las familias de menores víctimas de acoso.
“Cuando ocurre una tragedia como la de Sandra, la respuesta institucional suele ser el silencio o la negación del problema. Los colegios actúan como juez y parte, sin mecanismos externos de control ni protocolos funcionales”, señaló.
Durante la concentración, los asistentes portaron fotografías de 18 menores fallecidos a causa de la violencia escolar, según los datos recopilados por la asociación. “Esas imágenes representan un sistema que falla, que silencia los casos y normaliza el maltrato en las aulas”, subrayó López.
Una ley reclamada desde hace tres años
Trencats recordó que en 2021 entregaron en el Congreso más de 230.000 firmas reclamando la aprobación de una Ley Integral contra el Acoso Escolar, cifra que ya supera las 260.000. Sin embargo, denuncian que en este tiempo el Gobierno no ha tomado medidas concretas.
“En estos tres años, cinco menores más se han quitado la vida por acoso. Cada día que pasa sin una ley es un día de desprotección”, lamentaba el padre de Kira, otra joven víctima de bullying.
Las familias exigen que la futura norma contemple protocolos de actuación obligatorios y auditables, supervisión externa en los centros educativos y formación específica para docentes y personal directivo.
También piden la creación de un Observatorio Estatal contra el Acoso Escolar que centralice los datos y coordine las respuestas ante casos graves.
La protesta concluyó con la lectura de un manifiesto que será remitido al Ministerio de Educación, encabezado por Pilar Alegría, y al de Juventud e Infancia, dirigido por Sira Rego, solicitando una reunión urgente.
“Tres años de silencio gubernamental son tres años de complicidad con el acoso. Exigimos protección inmediata y protocolos funcionales”, indicó el padre de Kira entre aplausos.
El vergonzoso silencio del colegio de Sandra Peña
Tras la muerte de Sandra Peña, el Colegio Las Irlandesas de Loreto, en Sevilla, donde la joven cursaba sus estudios, no ha adoptado ninguna medida visible ni se han producido dimisiones entre su equipo directivo, a pesar del escándalo que generó el caso.
Fuentes cercanas a la familia sostienen que el centro tenía conocimiento de las denuncias de acoso presentadas por los padres, pero no intervino para proteger a la estudiante.
El silencio del colegio ha provocado indignación entre asociaciones de padres y colectivos educativos, que reclaman responsabilidad institucional y la apertura de una investigación interna. “Es inadmisible que un centro que sabía lo que estaba ocurriendo no hiciera nada. El caso de Sandra debe marcar un antes y un después”, señaló López durante la concentración.
Entre tanto, la familia de Sandra continúa buscando justicia, su historia se ha convertido en símbolo de una causa como es la de miles de menores que sufren cada día en silencio y de unas familias que, como recuerda Trencats, “no quieren venganza, sino que ningún otro niño vuelva a pasar por lo mismo”.

