Javier, un hombre de Sevilla, me confiesa una experiencia extraña que vivió en la Feria de Abril de 2022.
Era la 1:40 de la madrugada y la caseta de Pascual Márquez ya estaba casi vacía. Javier, que no había bebido porque le tocaba conducir, se dirigía al baño antes de irse. Su mujer y su hija ya estaban cansadas.
Mientras caminaba por la caseta, Javier vio a un hombre de pie frente a la barra. El hombre vestía un traje corto de color gris marengo. Su rostro estaba serio y melancólico.
Javier se acercó al hombre y le preguntó si quería algo. El hombre lo miró fijamente a los ojos y le dijo: «No, gracias. Solo estoy aquí recordando». Sintió una extraña sensación al escuchar las palabras del hombre. Era como si estuviera hablando con un fantasma.
«No te preocupes», le dijo Javier. «Si necesitas algo, solo tienes que pedirlo». El hombre le sonrió levemente y le dijo: «Gracias».
Javier se fue al baño y, cuando regresó, el hombre ya no estaba. Javier le contó a su mujer lo que había sucedido, pero ella no le creyó. Pensó que era solo una imaginación producto del cansancio.
Sin embargo, Javier no podía olvidar la mirada del hombre.
Misterio en el baño de la Feria de Abril
Esperaba en la cola del baño, junto a otro hombre. Un tercer hombre llegó, visiblemente apurado, y preguntó si alguien estaba dentro. Javier y el otro hombre respondieron con ironía que sí, que no estaban admirando la puerta. El hombre que estaba dentro del baño salió y el apurado entró en su lugar.
Los minutos pasaban y el hombre no salía. El otro hombre en la cola golpeó la puerta y bromeó: «¿Se ha caído por el desagüe?». La situación se tornó preocupante cuando el hombre no respondió a las llamadas.
Javier, recordando un desmayo de su esposa en el baño, sugirió que algo podría haberle pasado al hombre. Intentaron abrir la puerta, pero estaba cerrada con el pestillo.
Un guardia de seguridad llegó y, utilizando una herramienta, abrió la puerta. La sorpresa fue mayúscula: no había nadie dentro del baño.
Javier jura por su esposa e hija que el hombre entró, al igual que el otro hombre en la cola y el guardia de seguridad. Sin embargo, el hombre se había desvanecido sin dejar rastro.
¿Qué explicación puede haber para este misterio? ¿Se trató de una alucinación colectiva? ¿Un caso de teletransportación? La historia deja más preguntas que respuestas.
El misterio del hombre del baño: ¿Fantasma o realidad?
Javier relata un suceso inexplicable que ocurrió en una caseta de la Feria de Abril. Un hombre, visiblemente apurado, entró al baño y nunca más salió.
Preocupados por su tardanza, Javier y otros presentes intentaron abrir la puerta, sin éxito. Un guardia de seguridad la abrió con una herramienta, pero dentro no había nadie.
Javier, intrigado, pensó que tal vez el hombre había escapado sin pagar la cuenta. Sin embargo, el personal de la barra no lo recordaba y no había ninguna cuenta pendiente.
La desaparición del hombre en un espacio cerrado y sin posibilidad de salida es un enigma sin resolver. Javier lo describe como «el fantasma de aquella caseta», un recuerdo que lo acompañará siempre.
La historia deja abierta la posibilidad de una explicación natural o sobrenatural.