Los edificios abandonados suelen atraer a las personas que buscan el misterio o hacer Urbex. En ocasiones, algunos de ellos, pueden deparar sorpresas que tienen un alto componente de inexplicable.
El edificio del que hoy les hablo está abandonado en las afueras de la localidad sevillana de Dos Hermanas y que ya había sido el hogar de muchos rumores sobrenaturales y leyendas urbanas.
Se decía, por ejemplo, que estaba encantado por los fantasmas de los antiguos inquilinos que habrían fallecido en extrañas circunstancia, si bien es cierto que era poco contrastable este tipo de afirmaciones.
Testimonio
Mi testigo, militar de profesión, me decía que “yo, siendo un escéptico, nunca había creído en tales historias. Eso fue hasta que tuve mi propia experiencia paranormal en el interior”.
“Ha sido hace poco, uno de los días de calor antes de estas lluvias que hemos tenido. Me hablaron del edificio y que pasaban cosas raras y pensamos en ir a echar un vistazo. Un amigo y yo decidimos ir a explorarlo. Cuando llegamos nos dimos cuenta de que estaba bastante deteriorado. Las ventanas estaban sin cristales, rotas y el techo estaba parcialmente derrumbado. Era obvio que nadie había estando allí dentro durante mucho tiempo. Entramos con cautela por la puerta principal, tal y como entras está el vestíbulo, muy oscuro y polvoriento al pasar y con la luz de las linternas. Aún quedaban restos del empapelado de la pared y el suelo estaba cubierto de escombros y basura” decía el testigo.
“Empezamos a explorar el edificio, subiendo las escaleras y en la mayoría de las habitaciones no había nada, estaban vacías y no había nada interesante que ver. Pero ante nosotros apareció una puerta cerrada con llave. Como aquello está abandonado pensamos en forzar un poco la puerta y abrirla. Al entrar no había nada, pero lo cierto es que el aire era más denso, no sé si me explico. No lo había sentido nunca pero era como si una extraña energía estuviera allí con nosotros. Reconozco que ahí si hubo inquietud por nuestra parte”.
Experiencia inquietante
Entonces les sucedió algo que fue más allá “la puerta se cerró y al darnos la vuelta, por el portazo, vimos a una figura oscura y alta estaba de pie en un rincón de la habitación. No podíamos ver su rostro o sus rasgos.. Nos quedamos paralizados y la figura desapareció en el aire”.
“Nos quedamos atónitos. No podíamos explicar aquello, pensamos que era todo fruto de nuestra imaginación o una sombra proyectada por un objeto en la habitación, no sé, algo que le diera lógica a todo aquello. Pero al salir al pasillo escuchamos una voz que dijo, claramente, “no te vayas». De hecho se hizo un frío extraño allí, detrás de nosotros, sentimos algo frío que no tocaba y eso generó más miedo en nosotros”.
“Cuando finalmente salimos del edificio nos dimos cuenta de que habíamos estado allí durante horas. Habíamos perdido la noción del tiempo. Los relojes estaban sin batería, son de estos que te dicen los pasos y los mensajes, nada, agitados. No podíamos explicar lo que había sucedido” repetía el testigo.
Desde entonces no han vuelto a entrar en ese edificio abandonado teniendo un profundo respeto por este tipo de relatos aunque entronquen en la leyenda urbana.