El 23 de febrero de 1981 es una fecha grabada a fuego en la memoria colectiva española. Un intento de golpe de Estado que irrumpió en el Congreso de los Diputados durante la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo, sacudiendo los cimientos de la inexperta democracia española.
Este hecho histórico puede sonar lejano pero comprenderlo es fundamental para entender la España actual.
Claves para entender el golpe de Estado del 23F
Hay diez claves para entenderlo:
1. Un Congreso bajo asedio: Un grupo de militares armados irrumpió en el Congreso, liderados por el teniente coronel Antonio Tejero. El objetivo era secuestrar a los diputados y frustrar la transición española hacia una democracia plena.
2. El contexto: una España en crisis -1981-.España se enfrentaba a una profunda crisis económica. El desempleo y la inflación galopantes alimentaban la incertidumbre y el descontento social.
3. Las sombras del pasado: La decisión de Adolfo Suárez de legalizar el Partido Comunista años atrás le había granjeado enemigos, especialmente dentro del sector militar, creando un caldo de cultivo para el descontento.
4. De secuestro a golpe de Estado: Lo que comenzó como un secuestro de los diputados en el Congreso se transformó en un intento de golpe de Estado. Tejero, a pesar de contar con el apoyo de algunos militares, se encontró solo ante la opinión pública.
5. La resistencia y el fracaso del golpe: El resuelto liderazgo del Rey Juan Carlos I, junto con la firmeza de la sociedad española y la lealtad de las fuerzas de seguridad frustraron el golpe.
43 años después, el 23F sigue siendo un capítulo crucial en la historia de España. Un recordatorio de la fragilidad de la democracia y la importancia de defenderla, hasta cierto punto también guarda muchos misterios.
6. Valencia, tanques en las calles, un estado de excepción efímero: Mientras el Congreso se encontraba bajo asedio, en Valencia, el general Jaime Milans del Bosch tomaba las calles con 2.000 hombres y tanques, decretando un estado de excepción. Sin embargo, su intentona duró apenas dos horas, sucumbiendo ante la firmeza del Rey y la Constitución.
7. El Rey se erige como defensor de la democracia: Cerca de la 1:30 de la madrugada, el Rey Juan Carlos I, vestido con uniforme militar, se dirigió a la nación en un mensaje televisivo. Su postura firme en contra del golpe y su defensa de la Constitución marcaron un punto de inflexión, deslegitimando a los golpistas y consolidando la monarquía como símbolo de la unidad nacional.
El Rey Juan Carlos I jugó un papel fundamental en la defensa de la democracia durante el 23F. Su firme discurso televisado esa noche deslegitimó el golpe y consolidó su posición como símbolo de la unidad nacional.
La sociedad española se movilizó en las calles para defender la democracia. Miles de personas se manifestaron en Madrid y otras ciudades al grito de «¡Viva la Constitución!». El 23F consolidó la democracia española y puso de manifiesto la importancia del consenso político y la participación ciudadana para defender las libertades.
8. Tejero se rinde: fin del 23F. A las 10:30 de la mañana del 24 de febrero, Tejero, reconociendo el fracaso del golpe, se despide de sus compañeros y se rinde. Tras negociar su rendición, sale del Congreso al mediodía, poniendo fin a este capítulo turbulento de la historia española.
9. “Elefante blanco”: un misterio sin resolver. Una de las incógnitas del 23F es la figura de “elefante blanco”, una supuesta alta personalidad militar que nunca llegó a aparecer en el Congreso para tomar las riendas del golpe. Su identidad y su posible rol siguen siendo un misterio sin resolver.
10. El CESID bajo sospecha: El papel del Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) durante el 23F ha sido objeto de controversia. Se le critica por no haber previsto el golpe ni haber tomado medidas para evitarlo. Incluso se ha llegado a cuestionar si algunos de sus miembros podrían haber facilitado la entrada de los guardias civiles al Congreso.
¿Qué pasó en Sevilla el 23F?
Pedro Merry Gordon, un veterano de guerra condecorado y teniente general de la II Región Militar con sede en Sevilla, se encontraba en el centro de la vorágine durante el intento de golpe de Estado del 23F.
El 23 de febrero de 1981, mientras Tejero irrumpía en el Congreso a punta de pistola, Merry Gordon se encontraba en su casa. Según su declaración oficial, recibió la primera llamada a las 6:30 de la tarde y siguió el resto de los acontecimientos desde su despacho oficial.
Merry Gordon era un hombre con un pasado turbulento. Combatió en la Guerra Civil y participó en la División Azul, siendo herido en varias ocasiones. Ascendió a general de división en 1970 y a teniente general en 1973, ocupando cargos de gran responsabilidad en el ejército.
Diversas obras sobre el 23F atribuyen a Merry Gordon un comportamiento llamativo durante la noche del golpe. Algunos investigadores sostienen que se encontraba bajo la influencia del alcohol, lo que le llevó a una dejación de sus funciones.
Su hija salió en defensa de su honor años después, escribiendo una carta al diario El Mundo. En ella, reconoció que su padre «ahogaba su pena y desconsuelo de forma ocasional con la bebida», pero que la noche del 23F se encontraba lúcido y actuó con «serenidad, inteligencia y sabiduría».
El papel de Pedro Merry Gordon en el 23F sigue siendo un enigma sin resolver. ¿Héroe o villano? ¿Estaba realmente bebido o simplemente se vio superado por los acontecimientos? La respuesta sigue siendo objeto de debate pero Sevilla y sus militares no se movieron aquella noche en favor del golpe de Estado y eso se consideró un apoyo a la democracia y al rey.