Métodos de tortura de la Inquisición en Sevilla

A continuación, explico los 11 métodos de tortura más emblemáticos de este periodo, una muestra de la crueldad institucionalizada

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El collar de pinchos.
Método de tortura de la Inquisición.

La historia de la Inquisición es una de las páginas más sombrías de la humanidad. Surgió en el siglo XII en Francia como respuesta de la Iglesia Católica a las herejías cristianas, como los valdenses y los cátaros, movimientos que criticaban el lujo y la ostentación de los líderes eclesiásticos. En 1184, el papa Lucio III promulgó la normativa Ad abolendam, condenando a quienes, aunque bautizados, se apartaban de las doctrinas oficiales. Esto marcó el inicio de una persecución sistemática que alcanzaría su punto álgido con la Inquisición pontificia en 1231, bajo el mandato del papa Gregorio IX. A partir de entonces, los obispos no solo investigaban y condenaban a los herejes, sino que podían también confiscar sus bienes.

En 1252, se introdujo un nuevo y aterrador elemento: la tortura. Algunos de ellos utilizados en Sevilla. Este método fue autorizado como herramienta de presión para obtener confesiones, consolidándose como una práctica brutal contra supuestos desviados de la fe, judíos, blasfemos y brujas. A continuación, exploramos los 11 métodos de tortura más emblemáticos de este periodo, una muestra de la crueldad institucionalizada.

Métodos de tortura

1.- La Garrucha o la Cuerda: Se ataban las manos del reo a la espalda y se le alzaba mediante poleas, dejando que su cuerpo pendiera en el aire. Luego se le soltaba abruptamente antes de tocar el suelo, causando dislocaciones en las articulaciones. Si persistía en su negativa, se le quebraban los huesos, llevándolo a una muerte lenta y dolorosa.

Métodos de tortura de la Inquisición en Sevilla
Cruz de la Inquisición en Sevilla.

2.- El Potro: Este instrumento de tortura consistía en una mesa a la que se amarraba al prisionero de pies y manos. Una rueda giratoria tensaba las cuerdas, estirando sus extremidades hasta el punto de causar desgarros musculares y, en casos extremos, la separación de los miembros del cuerpo.

3.- La Pera: Una herramienta en forma de pera se introducía en la boca, el ano o la vagina de la víctima, dependiendo de la acusación. Una vez dentro, el dispositivo se expandía mediante un tornillo, causando graves mutilaciones internas.

4.- La Sierra: Particularmente brutal, este método era usado contra mujeres acusadas de brujería o de estar embarazadas del «diablo». Colgaban a la víctima boca abajo para mantener la sangre en el cerebro, y luego la serraban lentamente desde el ano hasta el abdomen.

5.- Los Carbones Ardientes: Se colocaban carbones al rojo vivo sobre las zonas más sensibles de la piel, como las plantas de los pies o las axilas, provocando quemaduras severas y un dolor insoportable.

6.- El Aplasta Pulgares: Se introducían los dedos del acusado en un dispositivo metálico que los trituraba mediante tornillos. Este método no solo causaba un dolor insoportable, sino que solía destruir permanentemente las extremidades.

7.- El Agua: Se tapaban las fosas nasales de la víctima y se le obligaba a ingerir grandes cantidades de agua a través de un embudo, simulando una sensación de ahogamiento extremo. Esto podía causar la ruptura del estómago y la muerte.

8.- La Cuna de Judas: El acusado era elevado con poleas y dejado caer sobre una pirámide afilada que desgarraba su ano, escroto o vagina. Este método, además de infligir un dolor atroz, buscaba humillar a la víctima. (No se tiene constancia de su uso en Sevilla).

9.- La Flagelación: Se azotaba el torso desnudo del reo con varas o flagelos hasta dejarlo ensangrentado. Este castigo era tan extremo que los condenados a menudo perdían el conocimiento por el dolor y la pérdida de sangre.

10.-La Doncella de Hierro: Aunque se discute su uso extendido, este sarcófago metálico contenía pinchos en su interior que atravesaban lentamente el cuerpo de la víctima, causando una agonía prolongada y la muerte por desangramiento. (No se tiene constancia de su uso en Sevilla).

11.- La Cabra: Considerada “original”, este método consistía en atar los pies del prisionero y bañarlos en agua salada. Una cabra lamía la zona con su lengua áspera, desgarrando la piel y causando infecciones que solían ser letales.

La repercusión histórica de la Inquisición

Métodos de tortura de la Inquisición en Sevilla
Callejón del a Inquisición y Castillo de San Jorge.

La implementación de estos métodos refleja la capacidad de las instituciones humanas para justificar atrocidades en nombre de la fe. La tortura se convirtió en un pilar de la Inquisición, sembrando el miedo y la desconfianza en comunidades enteras. Los herejes, judíos y otras minorías vivieron bajo una constante amenaza de ser arrestados, torturados y ejecutados sin garantías reales de justicia.

Hoy en día, la Inquisición es un aviso y recordatorio de los peligros de mezclar el poder religioso con el político y de cómo el fanatismo puede engendrar las más crueles formas de opresión.