¿Alguna vez has deseado sobrevolar Sevilla como un pájaro y admirar su belleza desde las alturas? La Catedral te ofrece esta oportunidad con sus exitosas visitas a las cubiertas. Pero la aventura no termina ahí. ¿Sabías que también puedes explorar la ciudad desde las profundidades?
Bajo la Sevilla actual se esconde una antigua urbe repleta de misterios. Basta con observar el templo romano de la calle Mármoles o el Antiquarium de las Setas para comprender el desnivel que esconde la ciudad.
Documentos antiguos mencionan un pasaje subterráneo que conectaba la Torre del Oro con el Alcázar y Triana, además de otros corredores que unían las cárceles de la Inquisición con el Tribunal del Santo Oficio. También se sabe de la existencia de túneles romanos, que funcionaban como cloacas, ya que el Imperio Romano se preocupaba por la higiene de sus ciudades.
Aunque la mayoría de estos túneles permanecen inaccesibles al público, algunos han sido documentados y nos ofrecen una fascinante ventana al pasado. A continuación, te invitamos a descubrir algunos de estos pasadizos secretos:
Cisternas romanas: Bajo la Plaza de la Pescadería se encuentra una red de cisternas romanas que datan del siglo I d.C. Estas estructuras, perfectamente conservadas, nos transportan a la época del Imperio Romano y nos permiten imaginar cómo se abastecía de agua la ciudad. Un ejemplo de la ingeniería hidráulica romana que abastecía de agua a la ciudad. Aunque no siempre está abierta al público, ofrece una mirada fascinante a la vida cotidiana en la antigua Sevilla.
Pasadizos del Alcázar: El Real Alcázar también esconde sus propios secretos bajo tierra. Se dice que existen pasadizos que conectaban el palacio con el río Guadalquivir y otros puntos de la ciudad. Aunque no están abiertos al público, su existencia añade un toque de misterio a este emblemático monumento.
Cárceles de la Inquisición: Las mazmorras de la Inquisición, ubicadas bajo la Plaza del Duque de la Victoria, albergan una historia oscura y fascinante. Aunque no se puede acceder a ellas, la sola idea de recorrer estos pasadizos donde se llevaron a cabo interrogatorios y torturas nos hace estremecer.
Explorar los pasadizos secretos de Sevilla es como realizar un viaje en el tiempo. Cada paso nos acerca a la historia de la ciudad y nos permite descubrir los misterios que se esconden bajo sus calles.
Sevilla: Un laberinto subterráneo bajo tus pies
Desde la época romana hasta la Edad Media, la ciudad ha ido acumulando capas de historia bajo tierra, creando un tesoro escondido que espera ser explorado. A visitar:
Cueva de Hércules: Esta red de túneles, que llegaba desde la iglesia de Santa María la Blanca hasta la calle Mateos Gago, se remonta a la época medieval. Se rumorea que fue utilizada por contrabandistas y ladrones, y aún hoy conserva un aura de misterio.
Pasaje de Argote de Molina: Conocido como el Callejón de las Brujas durante los siglos XVI y XVII, este pasaje subterráneo alberga el restaurante Don Raimundo. Se dice que una vez fue utilizado por una esclava para escapar de su amo durante un carnaval.
Galerías de la Catedral: Unas galerías subterráneas conectaban la Catedral con la calle García de Vinuesa. Aunque no están abiertas al público, su existencia nos recuerda la rica historia de este monumento.
Pasadizos bajo la calle Torneo: Documentados por el cronista Don Manuel de la Cruz, estos pasadizos aún esperan ser explorados y revelar sus secretos.
Las Casa de la Judería: Este complejo hotelero, ubicado en el antiguo barrio judío de Sevilla, alberga un laberinto de túneles y pasadizos que conectan las 27 casas que lo componen. Incluso se conserva una muralla de la época a la entrada de los pasadizos.
Estos son solo algunos de los muchos pasadizos secretos que se esconden bajo Sevilla. Cada uno de ellos tiene su propia historia y misterio, esperando a ser descubiertos por aquellos que se atreven a adentrarse en las profundidades de la ciudad.
Un regalo para los amantes de la historia: Sevilla, con sus calles empedradas, sus monumentos imponentes y sus secretos ocultos, es un paraíso para los amantes de la historia. Explorar sus pasadizos subterráneos es una forma única de conectar con el pasado y descubrir la verdadera esencia de esta ciudad mágica.