La Puerta de San Fernando, en Sevilla, es muy desconocida en cuanto a su existencia y ya ha desaparecido; presentaba una configuración de torres que resulta ciertamente atípica, aunque no tanto dentro del contexto de la muralla sevillana. Esta peculiaridad se observa especialmente en zonas donde se han realizado numerosas reedificaciones, como en el caso del Patín de las Damas o su vecina Puerta de la Barqueta.
Lo que llama la atención de la Puerta de San Fernando es la disposición en ángulo de sus dos torres, girando 45 grados respecto a la posición normal. Además, convergen notablemente hacia el interior, contrastando con la disposición paralela que cabría esperar. Adicionalmente, la distancia entre ambas torres es de apenas 8 metros, una proximidad inusual si se toma en cuenta que sus bases miden lo mismo.
Evidencias que apuntan a un origen posterior a la muralla
Estas características poco usuales nos llevan a sospechar que las torres no formaban parte original de la muralla de la ciudad, al menos una de ellas. Para profundizar en esta hipótesis, se consultó el plano parcial más antiguo de la ciudad disponible, realizado en 1728 por el ingeniero Ignacio Salas. En este plano, donde se replantea la Fábrica de Tabacos, no se observa ninguna pareja de torres en la esquina que ocuparía posteriormente la Calle de San Fernando por el Prado.
No es hasta 1758, en los planos del ingeniero Sebastián Van Der Borcht, que se aprecian con cierta claridad las dos torres que albergarían la puerta. El proyecto definitivo, que incluía la Puerta Nueva, la nueva calle (inicialmente llamada Calle de San Carlos), las viviendas adyacentes y la reconfiguración de la muralla, se plasmó en el plano de 1760 firmado por el mismo Van Der Borcht.
Un segundo aspecto intrigante es la discrepancia entre la planta de la puerta en el plano de 1760 y la imagen que muestra la fotografía. Esta misma inconsistencia se observa en los planos generales de la ciudad realizados por los Asistentes Olavide en 1771 y Pedro López de Lerena en 1788.
Una hipótesis sobre el origen de la disposición actual
Basándonos en las observaciones anteriores, proponemos la siguiente hipótesis: El ingeniero Sebastián Van Der Borcht fue el responsable del replanteamiento de la Calle de San Fernando y las viviendas frente a la fábrica. La muralla de la ciudad quedó parcialmente integrada al nuevo edificio, y un tramo de la misma, aproximadamente desde el frente de la puerta principal, se derribó para construir una nueva torre junto a las cocheras y la capilla. Esta nueva torre se erigió de forma simétrica a la torre preexistente de la muralla, con el objetivo de albergar la puerta entre ambas y aprovechar la estructura original.
La Puerta de San Fernando, con su disposición peculiar y su historia ligada a las reconfiguraciones urbanas del siglo XVIII, se erige como un elemento singular dentro del rico patrimonio histórico de Sevilla.
Un proceso constructivo en dos fases
Una fachada tardía y divergente. El segundo aspecto que llama la atención es la notable diferencia entre la planta de la puerta que se observa en los planos y la fachada que muestra la fotografía. Esta discrepancia se debe a que el frente actual de la puerta, incluyendo el hueco, las pilastras y el antepecho, no se construyó hasta la última década del siglo XVIII.
Un detalle que confirma esta construcción en dos fases es que la fachada actual se encuentra alineada con los bordes exteriores de las dos torres, lo que contradice la representación en el plano de 1760 y en los planos posteriores de la ciudad.
Primera fase: La puerta de Van Der Brocht
La única explicación plausible es que la puerta se construyó en dos etapas. La primera fase, a cargo de Van Der Brocht, consistió en la construcción del frente que mira hacia la ciudad, cuya inauguración se produjo en 1760.
Segunda fase: La fachada hacia el Prado de San Sebastián
La segunda fase, posterior a 1788 (fecha del plano de López de Lerena), se centró en la construcción de la fachada que mira hacia el Prado de San Sebastián, la que se aprecia en la fotografía actual.
Las causas de la interrupción en las obras de la puerta no están del todo claras. Se ha especulado que podría estar relacionada con la destitución de Van Der Brocht en 1766. Sin embargo, cabe destacar que el foso también quedó sin terminar en la zona sur, a pesar de la inscripción en el puente del Rastrillo que indicaba su finalización en 1770. Esta inscripción, según los planos de la ciudad, solo se refiere al tramo de poniente, lo que sugiere que la obra en la zona sur se detuvo por otras razones.
Debido a la falta de información concluyente, se propone la hipótesis de que la fachada actual de la Puerta de San Fernando se construyó entre finales del siglo XVIII y principios del XIX. Se sugiere como posible autor a José Echamoro, quien en ese periodo era Maestro Mayor de la ciudad de Sevilla y también había realizado una importante remodelación en la Puerta de Córdoba de su ciudad natal, Carmona. De hecho, las similitudes entre ambas puertas son notables, como se puede apreciar en las fotografías.
