Este jueves, la Catedral de Sevilla abre sus puertas para un acto de singular relevancia histórica y espiritual: la exposición de la urna que custodia los restos mortales de Fernando III el Santo, el monarca que reconquistara Sevilla a los musulmanes en 1248. Este acto, enmarcado en las celebraciones en honor a la Virgen de los Reyes, patrona de la ciudad, permitirá a fieles y visitantes rendir tributo al rey que cambió para siempre el destino de Sevilla.
Desde el término de la Octava de este jueves, los devotos podrán acercarse a la Catedral para contemplar la urna de este rey, cuya figura sigue siendo una fuente de inspiración y orgullo para los sevillanos. La Archidiócesis de Sevilla ha organizado este evento como un homenaje a un monarca que, además de conquistar Sevilla, sumó a la Corona de Castilla ciudades tan emblemáticas como Córdoba, Murcia y Jaén, ampliando así el dominio cristiano en la Península Ibérica.
La elección de esta fecha no es casual. Apenas unas horas antes, Sevilla conmemoraba el centenario del monumento erigido en honor a Fernando III en la céntrica Plaza Nueva. Esta estatua ecuestre, obra del escultor Joaquín Bilbao Martínez, es un referente indiscutible del patrimonio artístico de la ciudad y un símbolo de la profunda admiración que los sevillanos sienten por su rey conquistador.
La inauguración del monumento, en 1924, fue un acontecimiento de gran relevancia. El pedestal, diseñado por Juan Talavera y Heredia, y las figuras escultóricas de las esquinas, creadas por destacados artistas de la época, completan una obra que rinde homenaje no solo a Fernando III, sino también a las figuras clave que le acompañaron en su gesta: Alfonso X el Sabio, el arzobispo Don Remondo, Garci Pérez de Vargas y el almirante Bonifaz.
Con estos actos, Sevilla reafirma su vínculo con su pasado y rinde homenaje a uno de los personajes más importantes de su historia. La figura de Fernando III el Santo sigue viva en el corazón de los sevillanos, y su legado continúa inspirando a nuevas generaciones.
Fernando III «el Santo»
Fernando III El Santo fue una figura clave en la historia de España, especialmente en la Reconquista. Este monarca, que reinó en Castilla desde 1217 hasta 1252 y en León desde 1230 hasta 1252, es recordado por su papel fundamental en la expansión del territorio cristiano y la unificación de los reinos de Castilla y León.
Su reinado estuvo marcado por una serie de importantes conquistas territoriales a los musulmanes. Entre las más destacadas se encuentran las de Córdoba, Murcia, Jaén y, finalmente, Sevilla en 1248. Estas victorias expandieron significativamente el dominio cristiano en la Península Ibérica.
Fernando III logró unificar definitivamente los reinos de Castilla y León, que habían estado separados durante décadas. Esta unificación política y administrativa fortaleció considerablemente la corona castellana.
Bajo su reinado se produjo un notable desarrollo cultural. Se impulsó la construcción de catedrales, como las de Burgos y León, y se fomentó la educación y la cultura.
Por sus grandes logros y su devoción religiosa, Fernando III fue canonizado por la Iglesia Católica. Es considerado uno de los santos más importantes de España.
Fernando III El Santo es considerado uno de los reyes más importantes de la historia de España. Su legado trasciende lo político y religioso, ya que sentó las bases para la unificación de España y la expansión de la cultura cristiana. Su figura sigue siendo venerada en la actualidad y es un símbolo de la identidad española.
