Itálica, una joya de la historia romana en Andalucía

A pesar de la creencia popular de que fue abandonada en el siglo IV, la ciudad se mantuvo habitada hasta la época visigoda, e incluso en la época musulmana

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Vista del Teatro romano en Santiponce, Itálica.
Teatro romano de Itálica.

Fundada en el año 206 a.C. sobre un asentamiento indígena, Itálica fue una de las ciudades más importantes de la Hispania romana, aunque nunca llegó a ser capital de provincia. A pesar de la creencia popular de que fue abandonada en el siglo IV, la ciudad se mantuvo habitada hasta la época visigoda, e incluso en la época musulmana.

Cuna de dos emperadores romanos, Trajano y Adriano, Itálica atesora un rico patrimonio arqueológico que incluye un anfiteatro, un teatro, termas, mosaicos y casas romanas. Declarada Monumento Nacional en 1912, la ciudad está siendo protegida y excavada con técnicas modernas, convirtiéndola en un destino turístico de primer orden a solo 7 km de Sevilla.

Un pasado fascinante

Fundada por Publio Cornelio Escipión «El Africano» tras la victoria romana en la Segunda Guerra Púnica sobre los cartagineses. Durante la época imperial, Itálica fue una ciudad próspera y cosmopolita, famosa por sus edificios públicos, sus mosaicos y su vida cultural.

Tras la caída del Imperio Romano, la ciudad entró en declive y fue finalmente abandonada en la época medieval. A partir del siglo XVI, Itálica despertó el interés de los arqueólogos y viajeros, y desde entonces se han realizado numerosas excavaciones que han sacado a la luz gran parte de su pasado.

Las ruinas de Itálica son hoy uno de los conjuntos arqueológicos romanos más importantes de España. Se están llevando a cabo proyectos de investigación y conservación para proteger y estudiar el yacimiento.

Itálica es un destino turístico popular que ofrece a los visitantes la posibilidad de conocer de cerca la historia y la cultura de la antigua Roma. Se está elaborando un nuevo Plan de Gestión para el conjunto arqueológico de Itálica, con el objetivo de mejorar su conservación, investigación y difusión. Se está trabajando para que Itálica sea declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Detalles de Itálica

Ubicada en el Aljarafe sevillano, entre las ciudades turdetanas de Hispalis (Sevilla) e Ilipa (Alcalá del Río). Posiblemente su nombre se deba a la procedencia itálica de los soldados heridos que la poblaron.

Primeros años

Estatus inicial de colonia latina. Planta original de tipo campamental (hipodámica). Obtiene el estatus de municipium civium Romanorum en el 45 a.C. por parte de Julio César. Acuñación de moneda propia a partir de la época de Augusto.

Máximo esplendor durante los siglos I y II d.C., coincidiendo con los reinados de Trajano y Adriano, ambos nacidos en Itálica. Ampliación y revitalización de la ciudad bajo el patrocinio de estos emperadores. Concesión del rango de colonia por parte de Adriano. Construcción de importantes edificios públicos, como el anfiteatro y las casas con mosaicos.

Gran ampliación urbana hacia el norte realizada por Adriano, conocida como Nova urbs. Esta zona, actualmente parte del Conjunto Arqueológico de Itálica, destaca por sus mansiones y su anfiteatro. La ciudad vieja o Vetus urbs quedó bajo el actual pueblo de Santiponce.

El declive y abandono comienza a finales del siglo II d.C. por causas político-económicas. La Nova urbs no llegó a completarse y su esplendor fue breve. La Vetus urbs continuó habitada hasta la época musulmana, cuando fue definitivamente abandonada en el siglo X.

Fue la primera ciudad romana fundada fuera de Italia. Cuna de dos emperadores romanos: Trajano y Adriano. El conjunto arqueológico de gran valor con restos excepcionales, como el anfiteatro y las casas con mosaicos.

Itálica es un referente de la historia romana en España. Sus ruinas nos permiten conocer la vida y la cultura de una importante ciudad romana.

Itálica: Un recorrido por sus murallas, monumentos y termas

Las murallas: Un abrazo protector

Posiblemente la ciudad íberorromana ya contaba con una muralla, pero las primeras referencias históricas datan de mediados del siglo I a.C. Augusto fue el emperador romano reforzó las murallas existentes. Adriano amplió el perímetro de la ciudad y las murallas. Leovigildo, en el siglo VI d.C., el rey visigodo restauró las murallas. Su máximo esplendor fue en el siglo II d.C., el perímetro amurallado alcanzaba los 3 km de longitud y 1,5 m de grosor. La función era obvia: Defensa, simbolismo y delimitación del espacio urbano.

Restos visibles de todo ello es un torreón de época augustea junto al teatro y un lienzo de época adrianea junto al anfiteatro.

El anfiteatro: Escenario de gladiadores y fieras

Tenía capacidad para 25.000 espectadores. y data del siglo I d.C. Está dotado de tres niveles de graderío y un foso de servicio bajo el suelo. En él se daban espectáculos de gladiadores, luchas con fieras y otras representaciones públicas. Fue uno de los anfiteatros más grandes del Imperio Romano.

El teatro: Un espacio para las artes escénicas

El más antiguo de Itálica que fue construido entre los siglos I a.C. y I d.C. Está en el Cerro de San Antonio, aprovechando la ladera natural. El uso era para representaciones teatrales y posiblemente musicales. Su declive llega cuando es, probablemente abandonado, en el siglo V d.C. Excavaciones realizadas entre los años 1970 y 1980 implicaron su posterior restauración.

El Traianeum: Homenaje al emperador Trajano

Supuesto templo dedicado a Trajano aunque no hay pruebas fehacientes, pero se presume desde su excavación en los años 1979-1980. Está en una plaza de la nova urbs, rodeado por una plaza porticada. Data del siglo II d.C., durante el reinado de Adriano. Probablemente un lugar de culto al emperador Trajano.

Las termas: Un oasis de higiene y ocio

Itálica contaba con dos complejos termales: Uno en la ciudad vieja y otro en la ciudad nueva. Eran baños públicos, con piscinas de agua caliente, templada y fría, sudatorio y otras instalaciones. Las Termas de la ciudad vieja eran conocidas como Menores o de Trajano. Termas de la ciudad nueva eran llamadas Mayores o de la Reina Mora. Son las más grandes e imponentes, pero aún están en parte sin excavar. Época de construcción de estas son variables, las termas mayores datan de la época de Adriano (siglo II d.C.). Las menores son anteriores. Entre sus instalaciones destacan las piscinas, vestuarios, salas de masajes, sauna, biblioteca, palestra y otras dependencias.

Las murallas, el anfiteatro, el teatro, el Traianeum y las termas son solo algunos de los muchos vestigios que podemos encontrar en Itálica. Recorrer sus calles y contemplar sus ruinas nos permite viajar al pasado y conocer de cerca la vida en una importante ciudad romana. Un destino fascinante para los amantes de la historia, la arqueología y la cultura.

Un paseo por las casas señoriales de la Nova Urbs de Itálica

En el apogeo de Itálica bajo Adriano, la ciudad nueva se vio engalanada con majestuosas residencias que pertenecían a las familias más importantes y acaudaladas. Estas casas, conocidas como «domus», seguían el esquema tradicional romano con un patio interior, pero incorporaban la estética helenística imperante en la época.

Casa de la Exedra: Una edificación singular que combina vivienda y funciones semipúblicas. Destaca su imponente tamaño, con siete tabernae flanqueando la entrada, un patio porticado con una fuente curvilínea y una palestra rectangular. Un mosaico geométrico con figuras circulares o estrellas decora su suelo.

Casa de Neptuno: Un edificio de proporciones colosales que ocupa una manzana entera. Aunque no se ha excavado en su totalidad, se han encontrado dos termas bellamente decoradas, un mosaico con la representación de Neptuno y su cortejo marino, y otro con una ciudad murada que podría ser la capital del reino de Minos.

Casa del Patio Rodio: Su organización espacial se basa en varios patios abiertos consecutivos. El principal, de tipo rodio, presenta una galería más alta que el resto. Se conservan restos de mosaicos de cuidada factura y una zona con piletas que podría ser una lavandería.

Casa de Hylas: Una lujosa residencia aún sin excavar por completo. Destaca un patio porticado con una fuente cuadrada y un triclinium decorado con mosaicos que representan las cuatro estaciones y tigres. En otra zona se encuentra el famoso mosaico de Hilas, que narra el rapto de este joven por las ninfas.

Casa de los Pájaros: Una residencia señorial que refleja el estilo de vida de la élite italicense. Un peristilo porticado con pozo sirve como centro de distribución. Mosaicos de gran calidad decoran las diferentes estancias, entre ellos uno con pájaros que da nombre a la casa. En la fachada principal se ubican algunas tabernae asociadas a la vivienda.

Casa del Planetario: Construida en tiempos de Adriano, esta casa fue reformada en época tardorromana. Su nombre proviene del mosaico que decora su peristilo, donde se representan las siete divinidades planetarias que dan nombre a los días de la semana. Destaca su gran tamaño y la calidad de sus acabados.

Estas casas señoriales de Itálica nos ofrecen una ventana a la vida cotidiana de las élites romanas. Sus mosaicos, pinturas y estructuras nos hablan de su riqueza, cultura y forma de vida. Un recorrido por estas domus es esencial para comprender la grandeza de esta antigua ciudad romana.

Itálica es un lugar único que nos permite viajar al pasado y conocer de cerca la vida en una ciudad romana. Un enclave fascinante para los amantes de la historia, la arqueología y la cultura.