El Palacio y Jardines de la Buhaira

Si buscas un lugar para escapar del bullicio de la ciudad y sumergirte en la historia y la belleza de Sevilla, la Buhaira es una visita obligada

Actualizado:
Palacio de la Buhaira en Sevilla.
Fachada del Palacio de la Buhaira.

Adentrarse en el barrio de San Bernardo, de la Buhaira, es como retroceder en el tiempo a la Sevilla de los almohades. Entre el bullicio de la ciudad moderna, se esconde un oasis de paz y belleza: el Palacio y Jardines de la Buhaira.

En la segunda mitad del siglo XII, el califa Abu Yacub Yusuf I ordenó la construcción de un palacio de recreo y jardines en este lugar, conocido como «Bocado de Faraón». El palacio, construido con ladrillos y formado por cuatro pórticos de pilares ochavados, aún conserva algunos restos que nos permiten imaginar su esplendor pasado.

Jardines exuberantes y una alberca refrescante

Junto al palacio, se extendían unos exuberantes jardines, cuidadosamente diseñados para el deleite del califa. Se trajeron árboles frutales y plantas exóticas de todo al-Ándalus, y un acueducto romano restaurado suministraba agua a una gran alberca que refrescaba el ambiente.

Tras la conquista de Sevilla por Fernando III, donde toda la zona fue el campamento de los caballeros templarios, el palacio y los jardines pasaron a manos de la corona castellana. Con el tiempo, la zona cambió de nombre y propietarios, pero el legado de la Buhaira como un oasis de belleza y tranquilidad en el corazón de la ciudad perdura hasta nuestros días.

En la actualidad, los Jardines de la Buhaira son un espacio público abierto a todos. Es un lugar ideal para pasear entre árboles centenarios, relajarse junto a la alberca y disfrutar de la tranquilidad. Además, el palacio alberga un centro de interpretación que nos permite conocer la historia y el patrimonio de este lugar único.

Si buscas un lugar para escapar del bullicio de la ciudad y sumergirte en la historia y la belleza de la Sevilla almohade, el Palacio y Jardines de la Buhaira son una visita obligada. Un tesoro escondido que te transportará a otro tiempo y te dejará un recuerdo imborrable.

Un oasis de historia y belleza en la ciudad

Se cree que los principales pabellones del Palacio Almohade se ubicaban en la zona donde hoy se encuentra el Colegio Portacoelli. Desafortunadamente, solo quedan algunos restos de la alberca, un gran estanque cuadrangular que servía de elemento central del complejo. La alberca, de 43 metros de lado y 1,70 metros de profundidad, nos da una idea de la grandiosidad del palacio.

Sobre los restos almohades, se construyó un palacio mudéjar, del que no queda nada en pie, salvo las referencias escritas. En 1892, por encargo de María de los Ángeles Pérez Garvey, se construyó un pabellón neomudéjar, que aún se conserva en la actualidad. Este pabellón, de estilo neomudéjar, es un bello ejemplo de la arquitectura de la época.

Un proyecto faraónico: la Basílica de la Inmaculada Milagrosa

En 1928, se inició la construcción de una monumental basílica neogótica en los terrenos de la Buhaira. El proyecto, obra del arquitecto Aníbal González, pretendía ser una de las iglesias más grandes de España. Sin embargo, la obra se paralizó tras la muerte de González en 1929 y nunca se completó. Solo quedan los basamentos de la basílica, como un recordatorio de este proyecto faraónico.

En la década de 1940, la Compañía de Jesús se trasladó a la Buhaira y construyó el Colegio Portacoelli. El colegio, que aprovechó algunos de los basamentos de la basílica inacabada, se convirtió en un importante centro educativo de la ciudad.

En 1999, la zona de la Buhaira fue rehabilitada y se crearon unos amplios jardines urbanos de estilo musulmán. Estos jardines, de 35.000 metros cuadrados, son un lugar ideal para pasear, relajarse y disfrutar de la historia y la belleza de este lugar único.

La Buhaira es un lugar mágico que nos invita a descubrir la historia de Sevilla. Sus restos arqueológicos, su arquitectura y sus jardines nos transportan a diferentes épocas y nos permiten conocer la evolución de la ciudad. Si buscas un lugar para escapar del bullicio de la ciudad y sumergirte en la historia y la belleza de Sevilla, la Buhaira es una visita obligada.