Desde la Baja Edad Media, la Iglesia Católica celebra el Corpus Christi, una festividad dedicada al Cuerpo y Sangre de Jesús. Esta celebración se estableció originalmente para el jueves posterior a la Pascua de Resurrección, es decir, el sexagésimo día después de la misma.
Sin embargo, en el siglo XX, tanto en España como en otros países, se decidió trasladar la celebración litúrgica al domingo siguiente por motivos prácticos.
Un elemento distintivo del Corpus Christi son las arquitecturas efímeras que adornan las calles durante la procesión. Como reminiscencia de las elaboradas decoraciones de siglos pasados, el ayuntamiento de Sevilla instala dos arcos en la Plaza de San Francisco específicamente para esta festividad.
Estos arcos, inspirados en diversos estilos como el neogótico, mudéjar, gótico o barroco, cambian cada año y se convierten en un atractivo visual durante la celebración.
La procesión del Corpus Christi en Sevilla
Abriendo paso la procesión del Corpus Christi en Sevilla se inicia con un cortejo lleno de color y tradición. A la cabeza, seis parejas de acólitos, conocidos como niños carráncanos, ataviados con indumentaria del siglo XVIII, portan hachetas y acompañan al Santísimo desde el siglo XVI. Tras ellos, el Guion Sacramental de la Archicofradía del Sagrario marca el camino.
Un desfile de hermandades. Le siguen las representaciones de hermandades y congregaciones que no realizan procesiones penitenciales, sino de gloria, por lo que se les conoce popularmente como «de gloria». El orden de su paso se establece por antigüedad, comenzando por la Divina Pastora de los Capuchinos y continuando con un extenso listado que incluye: San Hermenegildo, Nuestra Señora de Guadalupe de la Misericordia, Asociación de la Medalla Milagrosa, Nuestra Señora del Carmen del Santo Ángel, Nuestra Señora de Guadalupe de San Buenaventura, San Carlos Borromeo, Sacristanes de San Isidoro, Rosario del Barrio León, Rocío de la Macarena, Rocío de Sevilla-Sur, Rocío del Cerro del Águila, Dolores de Torreblanca, Montemayor, Nuestra Señora de la Sierra de San Roque, Nuestra Señora del Carmen del Corpus Christi, Santa Lucía (ONCE), San Cristóbal, Nuestra Señora del Mar, Nuestra Señora de Araceli, Nuestra Señora del Prado (El Salvador), Sagrado Corazón de Nervión, Rocío del Salvador, Santa Lucía de Santa Catalina, Virgen de la Cabeza de San Juan de la Palma, Virgen del Carmen de la Capilla del Altozano, Virgen del Carmen de San Gil, San Cosme y San Damián, Virgen de Valvanera, Divina Pastora de Santa Ana, Rocío de Triana, Pura y Limpia del Postigo, Rosario de los Humeros, Amparo de la Magdalena, Divina Pastora de San Antonio, Nieves de Santa María la Blanca, Mercedes de la Puerta Real, Rosario y Virgen del Carmen de Santa Catalina, Divina Pastora y Santa Marina, Madre de Dios del Rosario de Santa Ana, Carmen de Calatrava, Virgen de la Luz de San Esteban, Salud de San Isidoro, Consolación de los Terceros, Maestros Carpinteros del Salvador, Rosario de San Julián, Ánimas Benditas de San Onofre, Pilar de San Pedro y Nuestra Señora de los Reyes (Sastres) de San Ildefonso.
El paso del Santísimo
Tras este desfile de hermandades, llega el momento más solemne: la procesión del Santísimo Sacramento. Sobre un paso magnífico, la Custodia dorada porta la Hostia Consagrada, acompañada por las autoridades eclesiásticas y civiles.
La procesión
A continuación, un resumen detallado del orden de la procesión:
1. Apertura
Niños carráncanos: Seis parejas de acólitos vestidos con indumentaria del siglo XVIII abren el cortejo, acompañando al Santísimo desde el siglo XVI.
Guion Sacramental: El estandarte de la Archicofradía del Sagrario marca el camino.
2. Hermandades de gloria
Un amplio listado de hermandades y congregaciones no penitenciales, ordenadas por antigüedad, procesionan a continuación. Entre ellas destacan la Divina Pastora de los Capuchinos, San Hermenegildo, Nuestra Señora de Guadalupe de la Misericordia, el Rocío de Triana, y muchas más.
3. Pasos
Santa Ángela de la Cruz: Obra reciente (2009) de José Antonio Navarro Arteaga, representa a la fundadora de las Hermanas de la Cruz.
Santas Justa y Rufina: Talladas en 1728 por Pedro Duque Cornejo, estas imágenes de las copatronas de Sevilla son flanqueadas por una Giralda en miniatura.
San Isidoro: Obra de Pedro Duque Cornejo de mediados del siglo XVIII, la imagen del santo se encuentra sobre un peana de plata y lleva el símbolo del cabildo catedralicio.
Niño Jesús: Escultura de Juan Martínez Montañés, considerada una de sus grandes obras.
San Leandro: Otra obra de Pedro Duque Cornejo, también en plata, representa al santo arzobispo de Sevilla.
Rey San Fernando: Impresionante escultura de Pedro Roldán, precede a las representaciones de los cuerpos policiales, instituciones y autoridades.
La Inmaculada Concepción: Escultura policromada del siglo XVII de Alonso Martínez, exornada por la Archicofradía de El Silencio.
Santa Espina: Precedida por el coro de la Catedral y los Seises de Sevilla, la reliquia de la Santa Espina es acompañada por el Cabildo catedralicio y la Real Maestranza de Caballería.
Santísimo Sacramento: La Eucaristía procesiona en la célebre Custodia Grande de plata de Arfe, conducida por doce sacerdotes y acompañada por el Arzobispo de Sevilla.
4. Cierre
Representantes del Gobierno, Ayuntamiento y Diputación Provincial.
Compañía mixta de los Ejércitos de Tierra y Aire.
Altares efímeros en el Corpus Christi de Sevilla: Un espectáculo de arte y devoción
La tradición de los altares efímeros en la procesión del Corpus Christi de Sevilla añade un toque de belleza y solemnidad a la celebración. Hermandades y entidades se vuelcan cada año en la creación de estas obras de arte efímeras, adornando las calles de la ciudad con elaborados montajes que rinden homenaje al Santísimo Sacramento.
La Hermandad de la Cena: Cada año instala un altar en el Palacio Arzobispal, presidido por la imagen de Jesús impartiendo la Eucaristía, la misma que sale en Domingo de Ramos sobre el paso del Señor de la Humildad y Paciencia. En ocasiones especiales, la imagen ha procesionado acompañada por el apostolado al completo, ofreciendo un espectáculo único.
La Hiniesta Gloriosa Coronada: Patrona de la ciudad y del Ayuntamiento de Sevilla, la Hiniesta sale de su sede canónica para instalar un gran altar en la fachada del Ayuntamiento, ubicado en la Plaza de San Francisco entre las dos portadas del Corpus. Ambas corporaciones realizan una procesión de ida y vuelta pública para presidir sus respectivos altares.
El Consejo General de Hermandades y Cofradías organiza cada año tres concursos con premios en las modalidades de altar, balcón y escaparate. Entre los participantes en la categoría de altares, se encuentran hermandades de gran tradición como el Amor, las Siete Palabras o San Isidoro, entre muchas otras.
Un espectáculo para todos
Los altares efímeros del Corpus Christi en Sevilla son una muestra del ingenio, la creatividad y la devoción de las hermandades y entidades participantes. Un espectáculo que merece la pena presenciar al menos una vez en la vida, y que convierte a la ciudad en un auténtico museo al aire libre durante estos días de celebración.
La procesión del Corpus Christi en Sevilla es un despliegue de fe, tradición y colorido que llena las calles de la ciudad de fervor religioso y devoción. Un evento único que merece ser presenciado al menos una vez en la vida.