El Corpus Christi en Sevilla, un viaje a través de los siglos

La fiesta tiene un gran impacto económico en la ciudad, ya que atrae a miles de visitantes

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Corpus Christi en Sevilla.
Custodia del Corpus en Sevilla.

Sevilla se engalana cada año para celebrar el Corpus Christi, una festividad religiosa que goza de gran arraigo popular y que conserva su esencia original al celebrarse el jueves posterior al Domingo de Resurrección, a diferencia del resto de España que lo hace el domingo siguiente.

Junto a Granada y Toledo, la capital hispalense presume de mantener esta tradición centenaria, donde la Custodia con el Santísimo Sacramento procesiona por las calles engalanadas, acompañada por un cortejo formado por cofradías, hermandades y fieles devotos.

Pero la fiesta del Corpus en Sevilla no termina ahí. El domingo siguiente tienen lugar tres procesiones sacramentales de gran arraigo: la del Corpus Chico de Triana, la de la Iglesia de Santa María Magdalena y la de la Iglesia de San Isidoro.

En los últimos años, la devoción por el Corpus Christi ha impulsado la celebración de procesiones sacramentales en diversos barrios de Sevilla, enriqueciendo aún más el panorama religioso y cultural de la ciudad durante estas fechas.

Sevilla, con su fervor y tradición, convierte al Corpus Christi en una experiencia única que combina religiosidad, cultura y folclore, atrayendo a visitantes de todo el mundo para presenciar este espectáculo de fe y devoción.

Orígenes medievales

La fiesta del Corpus Christi tiene sus raíces en la Edad Media, concretamente en la ciudad de Lieja a finales del siglo XIII. Allí surgió un movimiento eucarístico que dio lugar a diversas costumbres, como el uso de campanillas durante la elevación en la misa, la exposición y bendición con el Santísimo Sacramento, y la celebración del Corpus en sí.

La visión de Santa Juliana de Mont

Un papel fundamental en la instauración de esta festividad lo jugó la beata Juliana de Mont. Tras una visión en la que se le instaba a promover un mayor culto al sacramento de la Eucaristía, ella misma impulsó su celebración.

En 1246, el obispo de Lieja aprobó la celebración del Corpus Christi en su diócesis. Poco después, en 1264, el papa Urbano IV extendió la festividad a toda la Iglesia Católica mediante la bula «Transiturus de hoc mundo».

Llegada a Sevilla

En España, la fiesta del Corpus Christi se introdujo por Aragón y Levante. En Sevilla, las primeras referencias documentales datan del siglo XV.

Los gastos de estas fiestas corrían a cargo de los cabildos de la ciudad, tanto el civil como el eclesiástico, es decir, el ayuntamiento y el cabildo de la catedral. La ciudad se engalanaba de forma especial para la ocasión.

Con el tiempo, la fiesta del Corpus Christi en Sevilla adquirió una gran importancia artística y social. Se convirtió en un evento que congregaba a todas las fuerzas vivas de la ciudad, con una activa participación del pueblo llano.

Para la celebración, las calles se limpiaban, las fachadas de las casas se arreglaban y el recorrido de la procesión se toldaba. Los toldos, más allá de proteger del calor, tenían un significado religioso, pues sacralizaban el recorrido, convirtiendo la calle en un templo temporal.

La Fiesta del Corpus Christi era un fiel reflejo de la ciudad. En ella se observaban claramente los distintos estratos sociales: obreros, campesinos, burguesía, corte, etc.

El Corpus Christi en Sevilla: historia, tradición y evolución

El Corpus Christi en Sevilla es una festividad con una rica historia y tradiciones que se remontan al siglo XIII. Se celebra con gran esplendor desde el barroco y, a pesar de haber sufrido algunos cambios a lo largo de los siglos, sigue siendo una de las fiestas más importantes de la ciudad.

La fiesta se instituyó en el siglo XIII para celebrar la presencia de Cristo en la Eucaristía. En Sevilla, las primeras procesiones del Corpus se organizaron a finales del siglo XIV.

Elementos de la fiesta

Procesión: El acto central de la fiesta es la procesión del Santísimo Sacramento por las calles de la ciudad.

Custodia: La custodia sevillana, obra de Juan de Arfe, es una de las más importantes de España.

Alfombras: Las calles se engalanan con alfombras de flores y plantas aromáticas.

Altares efímeros: Se montan altares y arcos de triunfo a lo largo del recorrido de la procesión.

Seises: Los Seises, un grupo de niños vestidos a la manera barroca, bailan ante el Santísimo.

Evolución de la fiesta

En el siglo XVI, la fiesta alcanzó su máximo esplendor, con un gran aparato ornamental y profano.

En el siglo XVIII, la fiesta se reformó para darle un carácter más religioso y solemne.

En el siglo XIX, la fiesta sufrió un declive debido a la desamortización y a la Guerra Civil Española.

En la actualidad, la fiesta ha recuperado su esplendor y se celebra con gran devoción por parte del pueblo sevillano.

El Corpus Christi es una fiesta religiosa que tiene una gran importancia para los creyentes sevillanos. Es también una fiesta cultural que forma parte del patrimonio intangible de la ciudad. La fiesta tiene un gran impacto económico en la ciudad, ya que atrae a miles de visitantes.

El Corpus Christi en Sevilla es una fiesta única que combina tradición, religiosidad y cultura. Es una oportunidad para conocer la historia y las tradiciones de la ciudad, y para disfrutar de un espectáculo lleno de color y fervor.