El caso Arny: Una sombra para Sevilla en 1995

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Vuelva a estar de moda el «Caso Arny» debido a la serie de televisión. En el año 1995, la ciudad de Sevilla se vio sacudida por uno de los escándalos más desagradables de su Historia reciente. El caso Arny, un bar ubicado en pleno corazón de la ciudad, se convirtió en el epicentro de un atroz entramado de prostitución infantil. Este oscuro episodio dejó una marca indeleble en la sociedad sevillana y desencadenó una profunda crisis moral y legal que aún hoy en día se recuerda con tristeza y repulsa.

El descubrimiento del caso Arny

Fue en el mes de marzo de 1995 cuando las autoridades locales recibieron una denuncia anónima que advertía sobre las actividades sospechosas que tenían lugar en el conocido bar Arny.

El local, situado en un barrio céntrico y concurrido de Sevilla, era conocido por su ambiente nocturno y su clientela variada con tendencias homosexuales. Sin embargo, lo que se ocultaba tras sus puertas iba más allá de la actividad de un negocio de ocio nocturno.

La investigación y los primeros hallazgos

Las autoridades policiales, conmocionadas por las acusaciones, iniciaron una investigación exhaustiva que reveló la existencia de una red de prostitución infantil dentro del establecimiento. Las primeras pistas llevaron a los agentes a descubrir una cartera de clientes que habrían solicitado servicios de menores con un carácter sexual.

La policía vigiló una serie de locales durante nueve meses no pudiendo precisar si entraban menores o no. El juzgado de instrucción n.º 13 de Sevilla dio inicio del sumario «Caso Arny» en el que se investigó a 59 hombres, dándose un violación del derecho al honor y produciendo indefensión en los acusados al «filtrarse» sus nombres que, en su mayoría, eran todos inocentes.

El escándalo conmocionó a toda España, la prensa y y medios de comunicación se hicieron eco de ello.

El 1 de octubre comenzó la vista oral de juicio con 49 hombres imputados con cargos de corrupción de menores, si bien se retirarían los cargos a dos, entre estos estaban el juez de menores Manuel Rico Lara, Antonio Tejado y el marqués de Sotohermoso, Ramón de Carranza y Villalonga entre otros.

La mayoría fueron acusados en función de las poco fiables declaraciones de varios menores, con edades comprendidas entre 14 y 17 años. En la vista oral del mismo se retractaría  13 de los 59 menores testigos, de esta forma se exculpaba a diferentes famosos acusados. Los jóvenes argumentaron que realizaron la declaración presionados por la policía y la fiscalía de cara a presentar dichas denuncias.

Hubo mentiras, acusaciones falsas, contradicciones del testigo principal etiquetado como «testigo nº 1» y el «testigo nº 19» con el que no tenía buena relación. Hubo casos en el que el famoso acusado ni siquiera conocía o había estado en el local en cuestión.

El impacto en la sociedad sevillana

El caso Arny tuvo un impacto devastador en la sociedad sevillana. La indignación y el estupor se apoderaron de la ciudadanía, se unieron en una condena unánime y exigieron justicia para las víctimas y los responsables.

El proceso legal y las condenas

El juicio que siguió al caso Arny fue uno de los más mediáticos y seguidos de la historia de Sevilla. La justicia no tardó en actuar y los responsables del bar, así como los implicados en la red de prostitución, fueron llevados ante los tribunales.

Después de cinco meses la mayoría de los acusados fueron absueltos; ingresaron en prisión dos condenados: el dueño y el encargado del pub Arny,  que eran Carlos Saldaña y José Antonio González Losada, sobre los que cayeron una condena de 33 años y 18 años de prisión respectivamente. Otros 14 empleados y clientes fueron condenados a penas menores. Ramón de Carranza, marqués de Sotohermoso, fue condenado a un año de prisión.

El caso Arny dejó secuelas profundas en las víctimas, que tuvieron que lidiar con las consecuencias físicas, emocionales y psicológicas.

El caso Arny también sirvió como un llamado de atención sobre la necesidad de crear conciencia en la sociedad acerca de la explotación sexual infantil y la importancia de denunciar cualquier indicio sospechoso, así como de contrastar siempre las denuncias y las motivaciones tras ellas. Se intensificaron las campañas de sensibilización y se implementaron programas educativos enfocados en la prevención del abuso sexual infantil.

El caso Arny representó uno de los momentos más oscuros en la historia de Sevilla, donde un bar se convirtió en el epicentro de una red de prostitución infantil.