El Archivo General de Indias de Sevilla, un viaje a través de la historia de ultramar

El Archivo conserva hoy en día unos 43.000 legajos, con un total de 80 millones de páginas y 8.000 mapas y dibujos

Actualizado:
Vista del Archivo de Indias y Cruz del Juramento.
Edificio del Archivo de Indias de Sevilla.

En el corazón de Sevilla, se encuentra un tesoro  de valor incalculable para la historia de España y América: el Archivo General de Indias. Fundado en 1785 por el rey Carlos III, este archivo alberga una vasta colección de documentos que narran la administración de los territorios ultramarinos españoles durante siglos.

Antes de la creación del Archivo General de Indias, la documentación referente a las colonias españolas se encontraba dispersa en diversos archivos de Simancas, Cádiz y Sevilla. Carlos III, consciente de la importancia de centralizar este patrimonio histórico, decidió reunirlo en un único lugar para su mejor conservación y estudio.

El Archivo conserva hoy en día unos 43.000 legajos, con un total de 80 millones de páginas y 8.000 mapas y dibujos. Estos documentos provienen principalmente de los organismos encargados de la administración de los territorios de ultramar, y ofrecen una mirada fascinante a la vida económica, social, política y cultural de las colonias españolas.

En 1987, la UNESCO declaró al Archivo General de Indias Patrimonio de la Humanidad, junto a la Catedral y el Real Alcázar de Sevilla. Este reconocimiento internacional pone de relieve la importancia histórica y cultural de este archivo, que se ha convertido en un referente para investigadores de todo el mundo.

La Lonja de Mercaderes: el origen de la sede

La sede del Archivo General de Indias tiene una historia propia que se remonta al siglo XVI. En la época del descubrimiento de América, Sevilla era un importante centro comercial y financiero. Los comerciantes de la ciudad necesitaban un lugar para realizar sus transacciones, y así surgió la idea de construir una lonja.

La Lonja de Mercaderes, diseñada por el famoso arquitecto Juan de Herrera, se construyó entre 1572 y 1598. El edificio es una obra maestra de la arquitectura renacentista española, y su construcción fue financiada por los propios comerciantes sevillanos.

Tras la creación del Archivo General de Indias en el siglo XVIII, la Lonja de Mercaderes se convirtió en su sede natural. El archivo ocupa hoy en día la totalidad del edificio, y sus salas albergan los valiosos documentos que narran la historia de las colonias españolas.

El Archivo General de Indias es un lugar único que permite a los visitantes adentrarse en la historia de España y América. Sus documentos ofrecen una visión inigualable de la vida en las colonias españolas, y permiten comprender mejor la compleja relación entre España y sus territorios ultramarinos.

Tras la muerte de Juan de Herrera en 1597, la responsabilidad de la obra recayó en Juan de Minjares, quien ya había colaborado con Herrera en años anteriores. Minjares, conocedor del estilo clásico, imprimió su sello en la construcción, supervisando las obras hasta 1599.

El ritmo de la construcción se vio favorecido por la colaboración de diversos aparejadores, quienes aportaban su experiencia y conocimiento técnico al proyecto. Entre ellos destacaron Juan Bautista de Zumárraga, Juan de la Maestra y Alonso de Vandelvira.

Alonso de Vandelvira se incorporó a las obras en 1589 como aparejador, y en 1600 fue nombrado maestro mayor. Su visión y talento impulsaron la construcción, especialmente en la fachada que da a la plaza del Alcázar, finalizada en 1604.

Tras un parón por problemas económicos, las obras se reanudaron en 1609 con Miguel de Zumárraga al frente. Zumárraga introdujo cambios en el diseño original, sustituyendo las techumbres de madera por bóvedas vaídes, una solución más resistente y estéticamente más elaborada. Además, añadió dos puertas más a cada lado de las principales, atendiendo a una petición del Consulado.

La Cruz del Juramento y el cerramiento de la plaza (1609-1646)

Entre las aportaciones de Zumárraga destaca la construcción de la Cruz del Juramento, ubicada al norte del edificio y símbolo del compromiso de los comerciantes. También se encargó del cerramiento de la plaza de la Lonja con columnas y cadenas, creando un espacio delimitado para las actividades mercantiles.

Las obras de la Lonja de Mercaderes finalizaron en 1646, tras casi siete décadas de trabajo. El resultado fue un edificio imponente, de estilo renacentista clásico, que se convirtió en uno de los referentes arquitectónicos de Sevilla.

En 1717, la Casa de la Contratación de Indias y el Consulado de Cargadores a Indias se trasladaron a Cádiz, dejando la Lonja de Mercaderes de Sevilla libre. En la planta baja del edificio se instaló la Diputación de Comercio.

Nuevas intervenciones

A lo largo del siglo XVIII, la Lonja experimentó diversas reformas:

1758-1761: Nicolás Blanco intervino en el edificio y su entorno, solando la planta alta, construyendo una poza general, reformando las gradas, colocando columnas con cadenas y reubicando la Cruz del Juramento.

1784-1788: Tras la elección de la Lonja como sede del Archivo General de Indias, se realizaron obras de acondicionamiento: eliminación de elementos añadidos, limpieza, revestimientos de mármol y jaspe, solería de mármol, carpintería nueva y estanterías de madera noble. El espacio interior se transformó en una única sala en forma de U.

1786: Juan de Villanueva diseñó las estanterías del archivo, que finalmente fueron realizadas en madera por Blas Mölner.

1791-1833: Se llevaron a cabo obras en la planta baja, financiadas por el Consulado Marítimo y Terrestre y el derecho de lonja. Se renovaron los solados, incluyendo mármol blanco de Málaga y jaspe de Montellano.

Siglos XIX y XX:

1864: El Consulado Marítimo Terrestre abandonó la planta baja.

1870: Se instaló la Junta de Obras del Puerto en la planta baja.

1886: La Cámara de Comercio de Sevilla se ubicó en una galería de la planta baja.

1913: La Junta de Obras del Puerto se marchó y el espacio fue remodelado por Aníbal González.

Década de 1920: Se realizaron reformas en el edificio y se colocaron estanterías metálicas en la planta baja.

1974: La Cámara de Comercio también se marchó y el espacio fue remodelado por Rafael Manzano.

1983: El edificio fue declarado Bien de Interés Cultural.

1983-1991: Fernando Villanueva Sandino realizó obras de cubierta, reparación de la escalera, tratamiento antihumedad, consolidación de las gradas y tratamientos en la cubierta y las fachadas.

1999-2005: Antonio Campos Alcaide llevó a cabo una redefinición del programa funcional del edificio, una actualización de las instalaciones y una ampliación mediante una galería perimetral. Esta última obra fue muy controvertida por la colocación de toldos mecanizados en el patio, la sustitución de piedras de las gradas y la venta de parte del pavimento original.

Cilla del Cabildo: un espacio con historia

Adosada a la muralla del edificio principal, se encuentra la Cilla del Cabildo. Construida en 1770 para almacenar grano, este edificio de planta rectangular presenta originalmente dos plantas con bóvedas vaídas sobre pilares rectangulares y columnas de mármol. Tras su uso como almacén, ha albergado diversos usos, incluyendo la sede de la Real Compañía Asturiana de Minas y un museo de arte contemporáneo. En la actualidad, forma parte del Archivo General de Indias y alberga el Departamento de Referencias, una biblioteca, una sala de conferencias y una sala de investigación.

La fundación del Archivo General de Indias en 1785 respondió a la necesidad de centralizar y organizar la vasta documentación relativa a la administración española en Ultramar. Figuras clave en este proyecto fueron José de Gálvez y Gallardo, ministro de Indias, y Juan Bautista Muñoz, cronista y cosmógrafo mayor de Indias.

Tras un proceso de selección, la Lonja de Mercaderes de Sevilla fue elegida como sede del archivo debido a su amplitud, ubicación céntrica y solidez estructural. A partir de 1785, comenzaron a llegar al edificio los documentos procedentes de diversos archivos, principalmente del Archivo de Simancas y la Casa de la Contratación de Indias.

A lo largo de su historia, el Archivo General de Indias ha seguido incorporando nuevos fondos documentales, provenientes de diversas instituciones relacionadas con las Indias. Entre los más importantes se encuentran los del Consejo de Indias, el Ministerio de Ultramar y la Capitanía General de Cuba.

En la actualidad, el Archivo General de Indias alberga una vasta colección de más de 43.000 legajos, con un total de 80 millones de páginas y 8.000 mapas y dibujos. Esta riqueza documental lo convierte en un referente mundial para el estudio de la historia de España y América.

El Archivo General de Indias no solo es un archivo histórico de gran valor, sino también un espacio cultural y educativo. Sus instalaciones albergan exposiciones, conferencias, talleres y otras actividades que permiten acercar la historia de España y América al público en general.

Un tesoro documental de alcance global

El Archivo General de Indias custodia una ingente colección de documentos que abarcan más de nueve kilómetros de estanterías. Esta riqueza documental, compuesta por aproximadamente 43.000 legajos, 80 millones de páginas y 8.000 mapas y dibujos, ofrece una mirada profunda a la historia de la administración española en Ultramar.

Los fondos documentales del Archivo proceden principalmente de los organismos metropolitanos que gestionaban los territorios de ultramar, entre los que destacan:

Casa de la Contratación de Indias (1503-1790): Sus documentos, que estuvieron inicialmente en Sevilla y Cádiz, reflejan la actividad comercial y administrativa de esta institución clave en la relación entre España y sus colonias.

Consejo de Indias (1524-1834): Muchos de sus documentos se encontraban en Simancas desde 1544, mientras que otros fueron recuperados de diversas dependencias de Madrid. Esta colección arroja luz sobre la organización política y judicial del Imperio español en América.

Consulado de Cargadores a Indias (1543-1868): Con sede en Sevilla y Cádiz, este organismo reguló el comercio con las Indias. Su archivo conserva documentación sobre las actividades de los mercaderes y navieros.

Consulado Marítimo y Terrestre de Sevilla (1784-1890): Este consulado se encargaba de asuntos marítimos y comerciales en Sevilla. Sus documentos ofrecen información sobre el tráfico marítimo y la economía local.

Secretarías de Estado y del Despacho Universal de Indias, de Estado, Gracia y Justicia, Hacienda y Guerra (siglos XVIII-XIX): La documentación de estas secretarías refleja la gestión de diversos aspectos de la administración colonial, desde la política exterior hasta la economía y la justicia.

Otros organismos: Además de los mencionados, el Archivo conserva fondos de diversas instituciones como la Capitanía General de Cuba, la Real Compañía de La Habana y la Sala de Ultramar del Tribunal de Cuentas.

El Archivo General de Indias constituye el mayor archivo existente sobre la actividad de España en América y Filipinas. Sus documentos abarcan una amplia gama de temas, desde la historia política y social hasta la económica, cultural y religiosa. Entre sus tesoros se encuentran textos autógrafos de figuras históricas como Cristóbal Colón, Fernando de Magallanes, Hernán Cortés y Francisco Pizarro.

Investigadores de todo el mundo acuden cada año al Archivo para consultar sus documentos y profundizar en la historia de España y América. La digitalización de parte de los fondos ha facilitado el acceso a la información, pero la consulta presencial sigue siendo esencial para apreciar la riqueza y complejidad de los documentos originales.