Descubriendo la simbología oculta en torno al monumento a la Inmaculada en Sevilla

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La majestuosidad del arte y la arquitectura sevillana es indiscutible, y uno de los ejemplos más conmovedores es el Monumento a la Inmaculada, ubicado en la Plaza del Triunfo. Este monumento, erigido en el corazón de la ciudad, es una representación de la Inmaculada Concepción de María.

Sevilla, ciudad «Mariana»

Pero la figura de la Inmaculada guarda muchos secretos. Para entender el verdadero significado de este monumento, es esencial primero entender la devoción que Sevilla tiene por la Virgen María. La ciudad se considera ‘la ciudad Mariana’ por excelencia en España, y esta devoción se refleja en la multitud de eventos religiosos y festividades que se celebran en su honor a lo largo del año.

El Monumento a la Inmaculada fue diseñado por el arquitecto José Espiau y realizado por el escultor Lorenzo Coullaut Valera y fue inaugurado en 1918. Desde entonces, ha sido un punto de encuentro para los devotos. La figura de María está colocada sobre una columna, con la luna a sus pies y rodeada de figuras que honrado a la misma.

La simbología comienza con la propia imagen de la Virgen María. La Inmaculada Concepción es un dogma que sostiene que María fue concebida sin pecado original, y esta pureza se refleja en el mármol blanco utilizado para esculpir su figura. Su mirada hacia el cielo y sus manos, parecen simbolizar la intercesión entre el cielo y la tierra.

Inspiraciones en el monumento

La Virgen que se inspira en la Inmaculada de Murillo, una de las obras más famosas del pintor sevillano. La imagen, de mármol blanco, representa a la Virgen María con el Niño Jesús en brazos.

A los pies de María se encuentra una luna creciente, una referencia a las palabras del Apocalipsis (12:1), que describe a una mujer «con el sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza». Este elemento reafirma la concepción de María como la mujer del Apocalipsis, reina del cielo y de la tierra.

Las figuras que rodean el monumento son igualmente simbólicas. Están presentes los cuatro grandes defensores del dogma de la Inmaculada Concepción:

Los 4 grandes de la Inmaculada

Juan de Pineda: teólogo jesuita sevillano que defendió la doctrina de la Inmaculada Concepción.

Juan Martínez Montañés: escultor sevillano que realizó una de las imágenes más veneradas de la Inmaculada Concepción, conocida como «La Cieguecita».

Miguel Cid: poeta sevillano del siglo XVI que escribió poemas en honor a la Inmaculada Concepción.

Bartolomé Esteban Murillo: pintor sevillano que dedicó gran parte de su obra a la Virgen María.

También se pueden ver las letras ‘A’ y ‘M’, que representan la frase ‘Ave Maria’.

Una de las tradiciones más populares relacionadas con el monumento a la Inmaculada Concepción es la noche de los tunos, que se celebra la noche del 7 al 8 de diciembre. En esta noche, los tunos se reúnen en la plaza del Triunfo para cantarle a la Virgen.

El monumento a la Inmaculada Concepción es una de las joyas de la ciudad de Sevilla. Es un símbolo de la devoción de los sevillanos a la Virgen María y un lugar de encuentro para los creyentes de todo el mundo.