Sevilla se prepara para conmemorar el 425 aniversario del nacimiento de Diego Velázquez, uno de los pintores más importantes de la historia del arte universal. Este jueves 6 de junio se cumplen cuatro siglos y cuarto desde que el genio sevillano fuera bautizado en la parroquia de San Pedro, muy cerca de su casa natal en la actual calle Padre Luis María Llop.
Los expertos sitúan su nacimiento el 6 de junio o la víspera, ya que en la época era costumbre bautizar a los recién nacidos de inmediato. Para celebrar esta efeméride, el Museo de Bellas Artes ha organizado un ciclo de charlas sobre la vida y obra de Velázquez. El Ayuntamiento, por su parte, ha previsto un encuentro con artistas en el antiguo convento de Santa Clara.
¿Un aniversario a la altura?
Queda por ver si este aniversario se celebra con el boato y la importancia que merece uno de los hijos más ilustres de Sevilla. En el pasado, otras efemérides relevantes como el 800 aniversario de Alfonso X, el 500 aniversario de la Primera Vuelta al Mundo o la celebración de los mil años del Reino de Sevilla pasaron sin pena ni gloria, con eventos limitados al ámbito académico y escasa repercusión en la ciudadanía.
La huella de Velázquez en Sevilla
La presencia de Velázquez en Sevilla es fundamental para entender su trayectoria como artista. Aunque alcanzó su fama universal como pintor de la corte en Madrid, su ciudad natal jugó un papel crucial en su formación, su vida personal y su obra. Aquí se formó, se examinó, se casó, tuvo a sus hijas y pintó algunas de sus obras más representativas.
Sevilla tiene la oportunidad de aprovechar este aniversario para reivindicar la figura de Velázquez y su importancia para la ciudad. Es hora de que su legado reciba el reconocimiento y la difusión que merece, no solo en el ámbito académico, sino también entre la ciudadanía.
Velázquez: un sevillano universal
El sábado 8 de junio, los promotores de la Casa Natal de Velázquez organizan un desfile protagonizado por Los Tercios de Olivares. El desfile partirá de la Casa de Pilatos y recorrerá diversos lugares emblemáticos de la ciudad vinculados al artista, como la parroquia de San Pedro, donde fue bautizado, y el taller de Francisco Pacheco, donde se formó como pintor. El desfile culminará en la calle Padre Luis María Llop, donde se encuentra la casa natal de Velázquez.
La casa natal de Velázquez está siendo rehabilitada para convertirla en un gran centro dedicado al artista y la Sevilla de su tiempo. El centro albergará una exposición permanente sobre la vida y obra de Velázquez, así como un espacio para actividades educativas y culturales.
Con motivo del aniversario de Velázquez, el Museo de Bellas Artes de Sevilla ha organizado una exposición sobre su obra. La exposición, que se podrá visitar hasta el 30 de septiembre, reúne una selección de las mejores obras del pintor sevillano, procedentes de museos y colecciones de todo el mundo.
Más allá del 6 de junio
Las actividades en torno a Velázquez no se limitan al 6 de junio. A lo largo del año se organizarán conferencias, talleres, conciertos y otras actividades para que sevillanos y visitantes puedan conocer mejor la vida y obra del genio de la pintura universal.
Diego Velázquez nació en Sevilla en 1599 y murió en Madrid en 1660. Es considerado uno de los mejores pintores de la historia del arte y su obra ha influido en artistas de todo el mundo. Su ciudad natal, Sevilla, está orgullosa de su hijo más ilustre y le brinda un merecido homenaje en este 425 aniversario de su nacimiento.
Ruta por los lugares «Velazquianos»
Sevilla no solo fue el lugar de nacimiento de Diego Velázquez, sino también una ciudad que marcó profundamente su vida y obra. Aquí se formó como pintor, se casó, tuvo a sus hijas y pintó algunas de sus obras maestras.
Un paseo por los lugares velazqueños de Sevilla
Iglesia de San Miguel: Desaparecida en el siglo XIX, esta iglesia fue el escenario del matrimonio de Velázquez con Juana Pacheco. En su lugar se encuentra hoy el edificio de los sindicatos.
Casa del pintor: Ubicada en la calle del Potro (actual calle Ana Orantes), esta vivienda, hoy desaparecida, albergó el primer taller de Velázquez, donde pintó obras como «Vieja friendo huevos» o «El aguador».
Parroquia de San Lorenzo Mártir: En esta iglesia fue bautizado el hijo de Velázquez, Francisco.
Alameda de Hércules: El primer jardín público de Europa, donde Velázquez paseaba y encontraba inspiración.
Taller de Francisco Pacheco: Situado en la calle del Puerco (actual calle Trajano), aquí Velázquez se formó como pintor bajo la tutela de su suegro.
Escultura de Velázquez: Realizada por Antonio Susillo, esta estatua se encuentra en la Plaza del Duque y rinde homenaje al pintor sevillano.
Centro Velázquez: Ubicado en el Hospital de los Venerables, este espacio alberga obras de Velázquez como «Santa Rufina» e «Imposición de la casulla a san Ildefonso», además de exposiciones temporales relacionadas con el pintor.
Más que una casa natal
La casa natal de Velázquez, que está siendo rehabilitada para convertirse en un centro cultural dedicado al artista, es solo una de las muchas huellas que dejó en Sevilla. La ciudad entera es un museo al aire libre que nos permite seguir los pasos de este genio de la pintura universal.
La obra de Velázquez sigue viva y presente en Sevilla. Sus cuadros se pueden admirar en el Museo de Bellas Artes, y su ciudad natal le rinde homenaje cada año con diversas actividades culturales.
Velázquez en el Museo de Bellas Artes de Sevilla: obras, influencia y posibles regresos a la ciudad
El Museo de Bellas Artes de Sevilla conmemora el 425 aniversario del nacimiento de Diego Velázquez con una serie de actividades especiales. Entre ellas, se ha instalado una cartela conmemorativa en la Sala IV, donde se exponen dos obras del maestro sevillano: «Cabeza de Apóstol» (1619-1620) y «Retrato de Cristóbal Suárez de Ribera» (1620).
La «Cabeza de Apóstol», un óleo procedente del Museo del Prado, muestra el rostro de un anciano modelado con luz tenue, revelando un extraordinario dominio del dibujo y marcando las arrugas con largas pinceladas. Aunque su autoría fue inicialmente cuestionada, su naturalismo y recursos técnicos han consolidado la atribución a Velázquez en las últimas décadas.
El «Retrato de Don Cristóbal Suárez de Ribera», de la Hermandad de San Hermenegildo, presenta los rasgos característicos de los retratos de Velázquez: economía cromática, fondo neutro, atención al rostro y las manos. Esta obra refleja la influencia de Francisco Pacheco en el cuidado del dibujo y la pincelada precisa.
Más allá de las obras expuestas, el Museo de Bellas Artes alberga otras piezas que permiten contextualizar la trayectoria de Velázquez. En la misma Sala IV se puede contemplar el trabajo de artistas coetáneos como Juan de Roelas, Uceda o Herrera el Viejo, quienes exploraron caminos diversos en los primeros años del siglo XVII.
Recientemente, el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) ha atribuido a Velázquez la obra «La Inmaculada con el Niño», legada por Soledad de Rojas a la Parroquia de la Magdalena. Esta obra, realizada en el taller de Pacheco, descarta la autoría del maestro y se puede admirar en el Coro Alto del templo.
Aunque no hay constancia documental de que Velázquez regresara a Sevilla tras su nombramiento como pintor del rey en 1623, se cree que pudo hacerlo en 1624 con motivo del viaje de Felipe IV y en 1649, camino a Málaga para embarcarse hacia Italia.
Las actividades del Museo de Bellas Artes en torno a Velázquez se suman a otras iniciativas que se están llevando a cabo en Sevilla para conmemorar el aniversario del pintor, como la rehabilitación de su casa natal y la organización de un desfile histórico.
Esta efeméride nos recuerda la importancia de Velázquez en la historia del arte y su profunda vinculación con Sevilla, ciudad que marcó su vida y obra.