La fachada norte del Palacio de San Telmo, en Sevilla, alberga un tesoro escultórico que rinde homenaje a doce personalidades que marcaron la historia de la ciudad. Estas imponentes figuras, obra del escultor Antonio Susillo y finalizadas en 1895 por encargo de la infanta María Luisa, se yerguen sobre la balaustrada que da acceso al apeadero del palacio, en la calle Palos de la Frontera.
Cada una de las esculturas representa a un personaje destacado de la cultura, el arte o la historia de Sevilla. Nueve de ellos nacieron en la ciudad, mientras que los otros tres vivieron y desarrollaron gran parte de su vida en ella. Este conjunto escultórico constituye un auténtico paseo por la historia de Sevilla, desde el Renacimiento hasta el Barroco, y rinde tributo a aquellos hombres y mujeres que contribuyeron a hacer de Sevilla una de las ciudades más importantes de España.
Un recorrido por la historia
Entre los doce personajes representados encontramos a figuras tan emblemáticas como:
Juan Martínez Montañés: El máximo exponente de la escuela sevillana de escultura, cuyas obras maestras adornan numerosas iglesias y conventos de la ciudad.
Rodrigo Ponce de León: Un destacado militar que jugó un papel fundamental en la conquista de Granada.
Diego Velázquez: Uno de los pintores más influyentes de la historia del arte, cuyas obras maestras se encuentran en los principales museos del mundo.
Miguel Mañara: Un filántropo y religioso que fundó el hospital de la Caridad, una institución que aún hoy en día presta asistencia a los más necesitados.
Lope de Rueda: Considerado el precursor del teatro español, sus obras teatrales marcaron el inicio del Siglo de Oro del teatro español.
Estas son solo algunas de las personalidades inmortalizadas en las esculturas del Palacio de San Telmo. Cada una de ellas tiene una historia fascinante que contar y representa un aspecto fundamental de la rica historia y cultura de Sevilla.
Un homenaje a la ciudad
Las doce esculturas de la fachada norte del Palacio de San Telmo son mucho más que simples representaciones de personajes históricos. Son un homenaje a la ciudad de Sevilla, a su pasado y a su gente. Son un recordatorio de que Sevilla es una ciudad con una rica historia y una cultura vibrante, y que sus habitantes han contribuido de manera significativa al desarrollo de España y de Europa.
Un Panteón de Genios en el Palacio de San Telmo
Diego Ortiz de Zúñiga: Historiador y genealogista, su obra «Annales Eclesiásticos y Seculares de la muy Noble y muy Leal Ciudad de Sevilla» es un valioso documento para conocer la historia de la ciudad.
Fernando de Herrera: Poeta del Siglo de Oro, conocido como «el Divino», su obra lírica destaca por su belleza y su profundo sentimiento religioso.
Luis Daoíz: Militar que participó activamente en el levantamiento del 2 de mayo de 1808, un hito en la lucha por la independencia de España.
Benito Arias Montano: Humanista, hebraísta y políglota, su erudición y su defensa de la cultura hebrea lo convirtieron en una figura destacada del Renacimiento.
Bartolomé Esteban Murillo: Uno de los máximos exponentes de la pintura barroca española, sus obras maestras embellecen iglesias y museos de todo el mundo.
Fernando Afán de Ribera y Téllez-Girón: Noble, diplomático y mecenas, su figura está ligada a la Casa de Pilatos, un palacio renacentista de gran belleza.
Bartolomé de las Casas: Defensor de los derechos de los indígenas americanos, su obra «Brevísima relación de la destrucción de las Indias» es una denuncia contundente de las atrocidades cometidas contra los pueblos originarios.
Estos siete personajes, junto con otros cinco, conforman una galería de retratos que nos transporta a través de los siglos y nos permite conocer a algunos de los hombres (y mujeres, aunque no haya ninguna representada) que han hecho grande a Sevilla. Sus vidas y sus obras son un testimonio del patrimonio cultural y artístico de esta ciudad.
La elección de estos personajes no fue casual. Cada uno de ellos representa un aspecto diferente de la historia y la cultura sevillana: la historia, la literatura, la religión, el arte y la defensa de los derechos humanos. Al reunirse en la fachada del Palacio de San Telmo, estos doce personajes forman un conjunto armónico que refleja la diversidad y la riqueza del legado sevillano.