León XIV, el Papa con recuerdos familiares onubenses que quiere tender puentes en un mundo fracturado

Pocos conocen que el nuevo Papa guarda una estrecha relación con Andalucía y, en concreto, con la provincia de Huelva

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El nuevo Papa León XIV con el traje papal desde el balcón, escoltado por dos cardenales más atrás.
Presentación del Papa León XIV desde el balcón del Vaticano.

Con el repique de campanas, la emoción contenida de más de 30.000 fieles en la Plaza de San Pedro y la luz dorada del atardecer romano, el mundo católico recibió al nuevo Papa. A las 19:26 horas, el cardenal Dominique Mamberti anunciaba solemnemente la elección del nuevo sucesor de Pedro: Robert Francis Prevost Martínez, que adoptará el nombre de León XIV. Un pontífice inesperado, pero no improvisado, que inaugura una nueva etapa en la Iglesia Católica con una mezcla de continuidad y personalidad propia.

Agustino de 69 años, Prevost ha forjado una reputación sólida como pastor y gestor, con una vida dividida entre Perú, donde residió cuatro décadas, y el Vaticano, donde desempeñó cargos de alta responsabilidad confiado por el propio Francisco, quien lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos y lo hizo cardenal en 2023. Se le considera un hombre de consenso, con capacidad para dialogar con todas las sensibilidades eclesiales. Su elección, con 89 votos de 133, se resolvió a la cuarta votación de un cónclave histórico, marcado por la diversidad: 71 países representados y una decisión en apenas dos jornadas.

Las primeras palabras de León XIV: paz, inclusión y raíces hispanas

León XIV salió al balcón principal del Vaticano vestido con la tradicional muceta encarnada y la estola de los evangelistas, en un guiño simbólico que marca una diferencia respecto a su antecesor, pero que no supone una ruptura doctrinal. “¡La paz sea con todos vosotros!” fue su saludo inicial, seguido de un fuerte mensaje: “¡Dios ama a todos incondicionalmente!”. Habló también en español, especialmente para saludar a la diócesis de Chiclayo (Perú), y reafirmó su apuesta por los valores del diálogo, la paz y la integración.

Pocos conocen que el nuevo Papa guarda una estrecha relación con Andalucía y, en concreto, con la provincia de Huelva. Su bisabuelo, Víctor Prevost, fue un personaje notable en la historia local: vicecónsul honorario de Francia en Huelva, director de la Société Française des Pyrites de Huelva y cofundador de la Société Française de Bienfaisance en 1904. También fue uno de los impulsores del colegio Molière, referencia educativa en la capital onubense.

Robert Francis Prevost no ha olvidado ese legado. Visitó Huelva en al menos dos ocasiones durante su etapa como superior general de los Agustinos, en estrecha relación con el vicario general Emilio Rodríguez Claudio. La diócesis de Huelva, al conocer su elección, ha emitido un comunicado en el que ha mostrado su “fe y esperanza” en el nuevo pontífice, pidiendo oraciones para que sea “un pastor según el corazón de Cristo”.

Un liderazgo moral de León XIV ante un mundo convulso

León XIV asume el liderazgo espiritual en un momento crítico: guerras abiertas en Europa y Oriente Medio, tensiones globales, y una pérdida general de referentes éticos. La política internacional se ve sacudida por figuras autoritarias y agendas egoístas. El nuevo Papa ha convivido con esta realidad y conoce bien, por ejemplo, a un actor clave como Donald Trump. El reto que tiene por delante es mayúsculo: emergir como la voz moral más autorizada en el planeta, en un tiempo en que los líderes tradicionales escasean incluso en Europa.

Los desafíos dentro de la Iglesia

Además de los problemas geopolíticos, el nuevo pontífice deberá afrontar retos internos urgentes: los casos de abusos sexuales, el déficit económico vaticano (que ronda los 82 millones de euros), las tensiones con sectores reformistas en Alemania, el papel de la mujer en el gobierno eclesial y los grandes debates pendientes sobre moral familiar y sexual. Francisco no cambió la doctrina, pero abrió debates. León XIV, aunque ha recuperado símbolos más clásicos, ya ha citado al Papa Francisco tres veces en su primer mensaje. Hay continuidad, pero también una firme voluntad de ejercer con personalidad propia.

Con la elección de León XIV, la Iglesia Católica abre una nueva etapa en la que se mantiene la herencia reformista de Francisco, pero con un estilo que combina la experiencia pastoral de América Latina, la diplomacia vaticana y el sello cultural de una familia relacionada con España. En su figura se funden los caminos de la fe, la historia y el compromiso.