La Ocultura y el merecido homenaje a Juan García Atienza

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Homenaje al padre de la España mágica.
Ocultura y el homenaje a Juan García Atienza.

Juan García Atienza, nacido en Valencia en 1930, fue un hombre de letras apasionado por el cine. Tras estudiar Filología Románica en Madrid, se adentró en el mundo cinematográfico, cursando estudios en la Escuela de Cine y escribiendo crítica especializada. Una beca del Instituto de Filmología de La Sorbona lo llevó a París, donde se sumergió en la vibrante escena cinematográfica de la época.

De vuelta a España, García Atienza se dedicó a escribir guiones y trabajar como ayudante de dirección en numerosas películas, entre las que destaca «Sócrates» de Roberto Rossellini. En 1962, llegó su momento como director con «Los dinamiteros», una comedia en blanco y negro inspirada en el neorrealismo italiano, especialmente en obras como «Rufufú».

Cineasta y enamorado de lo insólito

«Los dinamiteros» narra las aventuras de tres entrañables ancianos, interpretados uno de ellos por el legendario Pepe Isbert, que cansados de su mísera pensión mensual, deciden atracar su propia mutualidad para disfrutar por fin de los lujos que siempre habían anhelado. A pesar de su calidad y originalidad, la película se estrenó en 1963 y pasó prácticamente desapercibida por la crítica y el público, una verdadera pena para esta obra maestra del cine español.

Juan García Atienza, aunque dejó una única película como director, nos regaló una joya cinematográfica que refleja su talento y pasión por el séptimo arte. «Los dinamiteros» sigue siendo una obra a descubrir por los amantes del cine clásico y una muestra del potencial que este cineasta valenciano nunca llegó a desarrollar por completo.

Un Viajero a lo Desconocido

Juan García Atienza no se limitó a ser un guionista y director de cine convencional. A través de sus documentales y de la serie «Los Paladines», su mirada se posó sobre una España que permanecía oculta para la mayoría.

Su cámara lo llevó a recorrer lugares apartados, donde capturó imágenes de costumbres ancestrales, mitos y leyendas de diversa índole. Esta experiencia le permitió reunir un vasto conocimiento sobre templarios, la Atlántida, hechos malditos, leyendas populares, el Camino de Santiago e historias de reyes y reinas.

Este acervo de información lo impulsó a escribir una serie de guías heterodoxas de España, que incluían desde la guía judía hasta la de mitos y leyendas, pasando por la de recintos sagrados. En esta última, Atienza ofrecía una nueva perspectiva sobre el origen y significado de muchas de las esculturas que adornan nuestras catedrales.

Reconocimiento internacional

Su obra, publicada por la editorial Martínez Roca, le valió un gran reconocimiento internacional. Durante los siguientes veinte años, Atienza recorrió España de punta a punta, plasmando sus experiencias en una treintena de libros. Esta dedicación lo convirtió en una autoridad en la España secreta, esotérica y mágica, y sus textos son materia de estudio en diversas universidades.

Juan García Atienza falleció en Madrid en 2011, a los 80 años de edad. Sin embargo, su legado perdura en sus obras, que siguen inspirando a lectores de todo el mundo a descubrir los misterios que esconde España.

¿Qué es la Ocultura que promulgan Javier Sierra y Jesús Callejo?

Javier Sierra y Jesús Callejo, dos figuras prominentes en el ámbito de la investigación cultural, han dedicado gran parte de su trabajo a explorar y difundir el concepto de la ocultura.

Para ellos, la ocultura va más allá de lo que comúnmente se considera «cultura popular». Se trata de una visión holística que abarca un amplio espectro de manifestaciones, desde creencias ancestrales y tradiciones olvidadas hasta fenómenos paranormales y lugares misteriosos.

Sierra y Callejo no se limitan a presentar datos y anécdotas sobre la ocultura. Su enfoque se caracteriza por el análisis crítico y reflexivo, invitando al público a cuestionar sus propias creencias y a abrirse a nuevas posibilidades de interpretación.

Un aspecto fundamental de su trabajo es la recuperación de la memoria colectiva, dando voz a historias y tradiciones que han sido silenciadas o marginadas.

Su labor también contribuye a promover el respeto a la diversidad cultural, valorando las diferentes formas de expresión y cosmovisión que existen en el mundo.

La ocultura, según Sierra y Callejo, es una invitación a explorar lo desconocido, a cuestionar lo establecido y a abrir la mente a nuevas posibilidades. Su trabajo nos recuerda que la cultura es un universo en constante expansión, lleno de tesoros ocultos que esperan ser descubiertos.