Este 17 de junio a las 20:30, el Club Victoria de Sevilla será el escenario de un espectáculo sin precedentes que promete sacudir al público entre carcajadas, versos improvisados y música en vivo. Bajo el provocador título «Efecto del Gas Pimienta», el evento reunirá a cuatro artistas cubanos de primera línea en una noche donde el arte se vuelve dinamita escénica.
La cita contará con la presencia del maestro del repentismo Alexis Díaz Pimienta, considerado el máximo exponente mundial de la poesía improvisada. Su capacidad para construir versos en tiempo real ha fascinado a audiencias de todo el mundo, y en esta ocasión, lo acompañará el humorista Marcos García, también conocido como “el hijo de Teresa”. Con su particular estilo de stand-up comedy, cargado de ironía, agudeza y una mirada crítica sobre lo cotidiano, Marcos ha renovado el panorama del humor cubano.
El espectáculo, sin embargo, no se queda solo en la palabra. La música tendrá un papel protagónico de la mano del pianista Tony Doménech, músico versátil y reconocido teórico musical con una notable presencia en YouTube, quien sumará elegancia, armonía e improvisación instrumental al show. A esta alineación de lujo se une la joven cantante Pilar López, dueña de una voz poderosa y una sensibilidad escénica que ha conquistado escenarios por su intensidad emocional y talento interpretativo.
El Club Victoria y «Efecto del Gas Pimienta»
«Efecto del Gas Pimienta» no es solo un espectáculo, es una experiencia: un cruce escénico de géneros que mezcla la poesía oral, el humor afilado y la música en vivo en una fórmula tan explosiva como fresca. La propuesta busca romper moldes y conectar con el público a través de la risa, el arte y la reflexión.
Las entradas están disponibles por 10 euros de forma anticipada escribiendo al correo clasespimienta@gmail.com, y también podrán adquirirse en la puerta del Club Victoria (Calle Puerta del Osario nº.14) por 12 euros, hasta completar aforo.
Una oportunidad única de disfrutar del talento cubano en su máxima expresión. Porque el arte, cuando se comparte en vivo, deja huella… y en este caso, también pica.