La casa encantada de la Alameda de Hércules, la ‘Casa de las Sirenas’

Los relatos sobre lo paranormal en la Casa de las Sirenas son numerosos

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Facha de la Casa de las Sirenas.
Casa de las Sirenas en la Alameda de Hércules de Sevilla.

En la Alameda de Hércules se encuentra la Casa de las Sirenas, un imponente palacio del siglo XIX que te transportará a una época de elegancia y sofisticación. Diseñado por Joaquín Fernández Ayarragaray para el marqués de Esquivel, este palacete se inspira en la arquitectura francesa del siglo XVIII, con sus líneas simétricas y detalles ornamentados.

Construida entre 1861 y 1864, la Casa de las Sirenas destaca por su armoniosa fachada, su elegante jardín y su interior lleno de encanto. La planta baja y el primer piso albergan amplias estancias decoradas con gusto exquisito, mientras que el tejado de pizarra le otorga un aire de distinción.

El nombre «Casa de las Sirenas» proviene de las dos esfinges que flanquean la puerta principal, figuras que, con el paso del tiempo, fueron popularmente conocidas como sirenas.

Tras la venta del palacio por parte del marqués de Esquivel, la Casa de las Sirenas pasó a manos de la familia Portilla, quienes la habitaron durante varias generaciones. Entre sus ilustres residentes se encuentra María Susana Pérez de Guzmán y Pickman, quien falleció en la casa en 1971.

Tras un período de abandono en la década de 1970, el Ayuntamiento de Sevilla adquirió la Casa de las Sirenas en 1989. Tras una meticulosa restauración que duró ocho años, el palacio reabrió sus puertas en 1998 como Centro Cívico, convirtiéndose en un referente cultural y social para el barrio.

En la actualidad, la Casa de las Sirenas alberga exposiciones, talleres, conferencias y otros eventos culturales. Además, sus jardines son un lugar ideal para pasear, relajarse y disfrutar del aire libre.

Entre la historia y el misterio

Las obras del palacio comenzaron en 1861, dando inicio a una historia que pronto se entrelazaría con el misterio y los fenómenos paranormales. Los rumores sobre hechos sobrenaturales en la Casa de las Sirenas han persistido durante años, despertando la curiosidad de muchos.

Algunos relatos cuentan que la princesa Ratazzi, descendiente de Napoleón III, pasó sus últimos días en la soledad de la mansión, observando la vida pasar desde sus ventanas. Otros afirman haber visto el espectro de una dama vestida con ropas de época vagando por las estancias y asomándose por las ventanas.

Tras solo seis años en manos del marqués de Esquivel, la casa pasó por diversos propietarios, entre los que destaca la familia Portilla. Se rumorea que uno de sus hijos falleció allí, y que su fantasma aún vaga por la buhardilla.

La decadencia de la Alameda también alcanzó a la Casa de las Sirenas, que se convirtió en una casa de citas y finalmente quedó en ruinas. Los túneles que se dice corren bajo la casa podrían ser la fuente de los misteriosos ruidos, golpes y voces que aún se escuchan en la actualidad.

En la década de 1990, la casa renació como Centro Cívico del Distrito Casco Antiguo. Desde entonces, alumnos, profesores y personal de seguridad han relatado experiencias paranormales, como figuras etéreas, pasos en la noche y golpes inexplicables.

Susurros del pasado entre sus muros

Los relatos sobre lo paranormal en la Casa de las Sirenas son numerosos. Testimonios como el de la mujer que acudió a un evento cultural y escuchó el alboroto de un niño jugando, solo para descubrir que no había nadie al salir a reprenderlo, alimentan la leyenda de un niño fantasma.

Durante la grabación de un programa de televisión de 20tv, con José Antonio Colinet, el equipo experimentó la extraña sensación de un niño jugando en el patio. Al salir a investigar, no encontraron a nadie, solo el silencio de la noche. El guardia de seguridad confirmó que no había niños en el lugar, intensificando el misterio.

Marta Cruz, buscando respuestas a los enigmas de la Casa de las Sirenas, sintió un escalofrío al cruzar el umbral y percibió una presencia que la observaba mientras exploraba las estancias. Un eco de risas infantiles la llevó a una habitación donde vio retratos antiguos. Al salir al patio, una figura aristocrática la observaba desde arriba. Un movimiento fugaz en el pasillo la condujo a una puerta entreabierta, donde una figura se materializó lentamente frente a ella.

Una leyenda del pasado

En los años 70 y 80, la Casa de las Sirenas cayó en el abandono, reflejando el deterioro de su esplendor pasado. La leyenda cuenta que un fantasma habitaba las ruinas: el joven Portilla, confinado en la mansión por motivos relacionados con su orientación sexual.

Los Portilla, avergonzados por la verdad, encerraron al joven en la Casa de las Sirenas. Algunos dicen que fue un acto voluntario, un sacrificio para preservar el honor familiar. Otros creen que la familia lo confinó para silenciar la verdad.

El destino del joven Portilla es incierto. Algunos afirman que murió por causas naturales, producto del abandono, mientras que otros creen que fue asesinado. Su fantasma vaga por los pasillos vacíos, susurrando su dolor en las noches sevillanas.

La Casa de las Sirenas y el fantasma del joven Portilla son un clásico en Sevilla, un recordatorio de los secretos que yacen en sus muros. La investigación continúa, buscando arrojar luz sobre este misterio que aún hoy persiste.