Concebida por el talentoso arquitecto Antonio Gómez Millán entre 1912 y 1914, la Casa de las Moscas es el resultado de una audaz intervención sobre un solar de peculiar forma triangular.
El proyecto definitivo, que incluía la Puerta Nueva, la nueva calle (inicialmente llamada Calle de San Carlos), las viviendas adyacentes y la reconfiguración de la muralla, se plasmó en el plano de 1760 firmado por el mismo Van Der Borcht.
Antes de convertirse en la calle Laraña que conocemos hoy, esta vía fue conocida como calle de la Compañía, debido a la presencia de la casa jesuita desde mediados del siglo XVI.
La calle alberga edificios de gran valor histórico y arquitectónico, destaca la confitería La Campana, fundada en 1885, uno de los establecimientos más antiguos de la vía.
Esta calle ha experimentado diversas transformaciones a lo largo de su historia, siendo una de las más significativas la remodelación que sufrió durante la década de 1950.
La calle Colcheros, que data del siglo XVI, hace referencia al gremio de artesanos que habitaban la zona y se dedicaban a la fabricación y venta de colchas.
Desde 1384 hasta 1918, una concha de piedra adornada con un azulejo que proclamaba "Centro Geográfico de Sevilla" presidía la fachada de una casa en el número dos.
La arquitectura del Palacio de los Sánchez-Dalp era un canto al pasado andaluz, con referencias a los estilos plateresco y mudéjar, pero al mismo tiempo, incorporaba elementos innovadores que lo situaban a la vanguardia de la arquitectura de su tiempo.
El siglo XX trajo consigo un período de declive para el palacio, cuando dejó de ser residencia noble para convertirse en un almacén, perdiendo gran parte de su magnificencia original.